Nación Tribal

Capitulo 33

Narra Nerea

Al día siguiente preparamos un buque para partir hacia el Reino Tierra y ambos llevamos algunas cosas que creímos que podríamos usar en Ba Sing Se.

Yo empaque mi ropa de la Tribu Agua y una bolsa que se ponía en la espalda para llevar Agua. No tenía muchas pertenencias así que fue lo único que llevé. En cambio Zuko llevó unas cuantas cosas más.

Empacó ropa que era de color café como al estilo del Reino Tierra, un mapa en el que estaba trazada la ruta que seguiríamos hasta Ba Sing Se, algo de comida para un par de días y unas espadas muy peculiares que se veían exactamente iguales la una a la otra.

Nunca había visto a Zuko usar espadas así que se me hizo un poco raro que las llevara pero preferí no preguntarle nada.

Al estar listos nos subimos al buque junto con algunos otros soldados que nos acompañarían hasta la isla en la que nos dejarían y luego se llevarían el buque de regreso.

Me llevé mis cosas a una de las habitaciones del buque y las dejé ahí, o bueno, solo me adueñe de la habitación porque realmente no traía nada más que mi cambio de ropa azul y eso no ocupaba mucho espacio.

Después de eso salí de nuevo a la cubierta y puse manos a la obra. Aún se podía ver muy cerca la Nación del Fuego pero no me importó y comencé a usar mi agua control para impulsar el buque lo más que pudiera y de ese modo acortar el tiempo del viaje.

Al principio no pude mover mucho mi mano derecha debido a que aún estaba herida por la cortada que me hizo Mai.

Traía el brazo vendado bajo la ropa pero con la armadura puesta no se veía el vendaje. Hasta ahora casi nadie sabía del atentado entre Mai y yo además de Zuko y el Señor del Fuego, ya que Zuko decidió que era buena idea que él lo supiera y antes de irnos le dijo. No podía dejar que los soldados en la tripulación vieran que estaba débil y que no podía hacer tantos movimientos como debería, por eso me esforcé al máximo.

Traté de no forzar demasiado mi brazo pero al mismo tiempo usarlo lo suficiente para que nadie se diera cuenta de nada. Para mí mala suerte el asunto era el mismo con mi pierna izquierda, la cortada era menos grave que la de mi brazo pero aún así me dolía.

Hice mi mayor esfuerzo y no sé cómo pero al final logré coordinar una manera en la que podía hacer avanzar el buque usando mi Agua control, pero que al mismo tiempo no forzaba demasiado mi brazo derecho ni mi pierna izquierda.

Después de unos minutos ya ni siquiera se veía la Nación del Fuego a lo lejos y eso me alegró un poco porque mi plan de acortar el tiempo de viaje con mis poderes estaba funcionando.

En algún momento Zuko salió a la cubierta en donde yo estaba y le dijo a los soldados que estaban cerca cuidando que siguiera el rumbo correcto que se fueran con el timonero para revisar de nuevo la ruta. Ellos se fueron pero yo me di cue tarde que solo era una excusa para quedarse solo conmigo.

Cuando todos los soldados se fueron se acercó más a mí y me dijo.

Zuko: ¿Estás bien? ¿Segura que puedes usar tus poderes con esas heridas tan graves? -me dijo preocupado-

Nerea: Tranquilo, encontré una forma en la que mis extremidades heridas no sufren demasiado. Además, no importa si estoy herida o no, debemos llegar dos días antes de lo normal a la isla más cercana a la costa del Reino Tierra.

Zuko: No me importa si no llegamos dos días antes de lo normal, quiero que estés bien y puedas sanar tus heridas porque en cuanto lleguemos al Reino Tierra no tendremos tiempo para que sanen.

Nerea: Pero si yo no lo hago ¿Entonces cómo llegaremos antes?

Zuko: Soy capaz de decirles a esos soldados que remen sin parar hasta llegar a tierra firme. Después de todo ellos no están heridos y tú sí.