"Isla Ember" Parte 2

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Narra Nerea

Zuko: ¿Por qué no les dijiste quienes éramos?

Azula: Supongo que me sorprendió que no nos conocieran. Estoy a costumbrada a que todo el mundo nos venere.

Ty Lee: Deberían.

Azula: Si, lo sé, y eso me encanta. Pero quería ver como nos trataría la gente si no supiera quienes somos.

Eso sonaba muy narcisista, pensar que ni siquiera conocen la forma en la que los demás los tratarían sin saber quienes son... me molestaba un poco de solo pensarlo. Estabamos comiendo y tenía a Azula justo frente a mí pero no podía quejarme o solo empeoraría las cosas.

Li: Como las olas que borran nuestras huellas en la arena, la Isla Ember nos entrega a todos una nueva vida.

Lo: Esta Isla revela nuestro verdadero yo.

Luego ambas ancianas se levantaron e hicieron una especie de mini baile muy raro, aplaudieron dos veces y dieron dos chasquidos.

Lo/Li: ¡¡¡A la fiestaaaa!!!

Terminamos de comer y luego cada quien se fue a su habitación para cambiarse para la fiesta, yo no tenía ganas de nada y lo que dijo Azula aún resonaba en mi mente. Me molestaba que por ser una chica de la Realeza se sintiera más importante que el resto, si somos objetivos Zuko es más importante que ella pues el Príncipe heredero y ella no pero aún así se sobrevalora como si fuera la mejor.

Nerea: Princesita mimada -dije tirandome a la cama-

Zuko: ¿Qué? 

Nerea: nada -le respondí dandome la vuelta y acomodándome en la cama-

Zuko: ¿No piensas cambiarte para ir a la fiesta? 

Nerea: No pienso ir, no me interesa ser parte de los chicos importantes de la Nación del Fuego -dije un poco molesta-

Zuko: Bien... yo tampoco tengo muchas ganas de ir pero no sería amable de mi parte dejar que Azula y Ty Lee vayan solas, las llevaré y volveré en un rato.

Nerea: ¿Para qué? ¿Acaso tu también piensas que ella es importante? 

Estaba un poco molesta y para ser sincera ni siquiera sabía porque, no me gustaba estar aquí y mi problema con Zuko solo empeoraba las cosas. Me levanté de la cama enojada y me fui al pequeño balcón con vista al mar que tenía la habitación. Zuko no me dijo nada, parecía entender un poco que estaba molesta y que tampoco podía hacer algo para contentarme... nada de el serviría para contentarme.

Estuve en ese balcón por unos minutos, sentía la suave brisa y el sonido de las olas rompiendo en las rocas y llegando a la orilla era tranquilizador, amaba el sonido del agua así que cerré los ojos mientras lo escuchaba. De pronto sentí como alguien se acercaba y volví a abrir los ojos poniendome alerta.

Zuko: Ya casi es el atardecer, Azula dice que debemos ser puntuales y llegar temprano. Me voy a acompañarlas.

Asentí vagamente y no dije nada, Zuko se quedó al lado mío sintiendo la brisa y escuchando el mar justo como yo lo hacía; por primera vez en meses estabamos juntos en calma y su compañia por alguna razón no me molestaba. El viento movía mi cabello y antes de irse Zuko puso uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja mientras me decía.

Zuko: No tardaré.

Me sentí congelada mientras hacía eso y fue tan rápido que no tuve oportunidad de alejarme o hacer algo al respecto, por primera vez en mucho tiempo su cercanía no me intimidó. Se dió la vuelta y se fue; cuando ya no estuvo cerca al fin reaccioné y me molesté un poco por lo que había hecho, alboroté mi cabello dejandolo como estaba antes de que el me lo acomodara, hice un puchero con la cara por el enojo pero no pasaron ni treinta segundos cuando pensé que hacer eso era inmaduro de mi parte así que volví a poner mi cabello tras mi oreja.

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