Capitulo 43

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Narra Nerea

Nerea: Debo ir a ver a mi zorrita, cuando terminen de hablar pueden llamarme ¿está bien?

Iroh: Por supuesto señorita Nerea.

Voltee a ver a Zuko antes de irme, me acerqué hasta el y le dije.

Nerea: Debes contarselo, no te guardes tus problemas.

Traté de que al decirlo Iroh no pudiera escucharme y después al fin me fui a ver a Vixey. Salí de la habitación en la que estabamos hacia el patio y emepecé a buscar a mi amada zorrita.

No tardé mucho en encontrarla ya que estaba comiendo justo en ese momento en una zona del patio. Al principio me asombre de que estuviera comiendo tan tarde pero luego recordé que es un zorro y ellos son más activos por la noche.

Había crecido mucho y ya era un zorro adulto.

Intenté moverme de manera lenta para acercarme hacia ella y no asustarla pero me escuchó y volteó a verme fijamente.

Nerea: ... Hola -le dije tratando de acercarme aún más-

De inmediato dió un brinco al frente protegiendo su comida y comenzó a gruñirme.

Nerea: Wow, tranquila... soy yo, Nerea.

Me agaché en el piso para demostrarle que no quería atacarla e intenté que me reconociera. Se acercó más y comenzó a olfatearme hasta que después de un par de segundos logró reconocerme y comenzó a darme de lenguetazos por toda la cara.

Nerea: ¡¡Espera!! ¡A mi también me da mucho gusto verte de nuevo Vixey! -le dije muy feliz tratando de evitar que siguiera lamiendome-

La abracé mucho y ella también lo hizo, a su manera pero lo hizo. Me alegró mucho verla de nuevo.

Nerea: Lamento mucho haberme ido por tanto tiempo y no haberte llevado conmigo, pero estoy segura de que Iroh te cuidó perfectamente bien en mi ausencia ¿cierto?

Vixey me lengueteo la cara en forma de respuesta y también pude notar que estaba en un peso muy bueno por lo que me alegré de que haya estado bien mientras no estuve con ella.

Seguí jugando con ella un buen rato hasta que me cansé de hacerlo. Ya era más de media noche y había trabajado durante todo el día y durante todos los días anteriores a este por eso ya no tenía energías para hacer nada.

Me recargué en una pared cercana, traté de tranquilizarme y no dormirme hasta que Zuko saliera para irnos. Vixey se acercó hasta mi y se durmió al lado mio, yo me sentí tan cansada que me recoste sobre ella como si fuera mi almohada; era tan suave que me quedé dormida tan pronto como mi cabeza se recostó en ella.

Al día sigueinte Zuko y yo nos fuimos de regreso al Palacio pero esta vez al fin pude llevarme a Vixey conmigo. tuvimos que seguir con nuestros deberes sin atrasarnos y de nuevo nos separamos por lo que Zuko y yo no nos vimos en días.

Me había estado mandando mensajes con algunos de sus sirvientes a los cuales les tenía confianza de que estaba haciendo todo lo posible para evitar que los buques con nuevos maestros fuego llegaran a la Capital; de nuevo le dije que podía ayudarlo si quería pero me dijo que no era necesario y que querramos o no... esos buques tendrían que llegar algún día.

Me desanimó escuchar eso porque ambos sabiamos que eso terminaría pasando pero no queríamos aceptar que fuera tan pronto. El tiempo pasó volando y con tantos deberes ni siquiera nos dimos cuenta de lo pronta que estaba la fecha de nuestra boda.

Ahora solo faltaba una semana para la boda y parecía que todos en el Palacio estaban vueltos locos organizando todo. Al final Zuko me dijo que no había logrado conseguir más tiempo y que los nuevos soldados que entrenarían para formar parte del ejercito de la Nación del Fuego ya venían desde el Reino Tierra en los buques.

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