Nación Tribal

Capitulo 63

A veces al perder algo nos damos cuenta de lo mucho que lo necesitamos, de lo mucho que nos hará falta. Por eso no basta con solo darnos cuenta de cuanto nos importa, sino de disfrutar el tiempo que lo tenemos con nosotros... en especial si se trata de una persona, de un conjunto de recuerdos vivos...

Narra Zuko

No estaba preparado para lo que estaba pasando, yo solo estaba buscando a Nerea esperando encontrarla, jamás me paso por la mente que algo malo pudiera pasarle. La busque por todas partes pero cuando la encontré... morí por dentro.

- ¡¡Su Alteza!! -dijo un guardia del Palacio respirando con fuerza como si hubiera venido corriendo- ¡Es la Princesa! -dijo de nuevo con preocupación y los ojos bien abiertos-

No podía esperar que la forma en la que lo decía significara algo bueno, lo observé de inmediato a la espera de sus palabras.

- La princesa Nerea está, ahh, ella, -parecía no poder articular las palabras como si no supiera como hablar-

Zuko: ¿Qué pasa con ella? ¿la encontraron?

- Fue atacada, la señorita Mai atacó a la Princesa y está muy grave.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo deteniendo el mundo en un instante que me pareció eterno, di un pequeño paso hacia atrás como si quisiera escapar de esa realidad.

Zuko: ¿Qué...? -dije con mi último aliento de aire-

El guardia no perdió el tiempo y me llevó corriendo de inmediato a donde ella estaba. El trayecto se me hizo eterno aunque no tardamos más de dos minutos en llegar. Desde lo lejos podía ver la cantidad de guardias que ya estaban allí tratando de hacer algo, unos cuantos tenían atrapada a Mai para que no escapara y otros solo estaban viendo a Nerea como si eso pudiera ayudarla.

Fue en ese instante cuando la vi, acostada de lado en el piso, boca abajo y con la ropa completamente negra... por la sangre. Me acerqué corriendo a ella y la tome en mis brazos llamandola como si eso pudiera despertarla o sanarla.

Zuko: ¡Nerea! ¡¡Nereaaaa!! -grité con todas mis fuerzas pero ella no se movía nada- ¡¡¡LLAMEN AL MÉDICOOO!!! -grité aún más fuerte, casi me quedo sin voz de verla en ese estado- Nerea respondeme... despierta por favor... no te vayas.

Fue entonces cuando sentí mis lágrimas empezar a caer por mi cara, en esta Nación estaba mal visto que alguien tan importante como el Príncipe o alguien de la realeza llorara así por alguna razón, pero no me importó, ella era todo lo que quería y realmente me aterraba perderla.

Los guardias ya habían llamado al médico antes de que yo llegara así que casi no tardó. La revisó allí mismo pero cuando se dio cuenta de lo grave que estaba pidió rápidamente que la llevaramos a la habitación en la que trabajaba. La cargué en mis brazos y seguí al médico tan veloz como nunca jamás lo había hecho.

Me pidieron que saliera de la sala para no interrumpir y dejar a los profesionales actuar. Al salir me quedé congelado cuando miré mis manos... no solo tenían sangre, sino que estaban completamente mojadas de ella. Me aterró la simple idea de saber a quien le pertenecía esa sangre; me recargué en la pared y se me fue la fuerza de las piernas, resbalé por ella hasta llegar al suelo.

Más lágrimas resbalaron por mi cara, ni siquiera las sentí pero allí estaban.

El tiempo ahí esperando se me hizo eterno, la incertidumbre y las ideas volaban por mi mente...

Zuko: Si tan solo te hubiera encontrado antes... si tan solo no hubiera peleado contigo -me repetía en la mente.

La noticia recorrió todo el Palacio en un instante, mi hermana no tardó en aparecer en nombre de mi padre. Sabía que el nunca vendría aunque fuera yo el que se estuviera muriendo, pero al menos me consolaba la idea que le haya importado.