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Nathan me trajo de nuevo a la escuela. Desde hace tiempo que intenta comportarse como un “buen” hermano mayor.

-Puedo venirme yo sola, se cual es el camino. –dije bajándome del auto.

Cerré la puerta del auto y camine hasta la entrada de la escuela.

Todo se veía tan normal como siempre. La mayoría de la escuela me saludaba, y todo gracias a Rachel y Tayla, desde que me junto con ellas, mi popularidad a regresado un poco a lo normalidad después de mi secuestro. Las vi hablar cerca del salón de Filosofía y fui de inmediato con ellas para saludarlas.

-Hey, Zara. Hasta que llegas, ¿y tu hermano? –dijo Tayla

-Ya se fue, solo vino a traerme como siempre.

-Deja de estar de put*, Tayla. –dijo Rachel.

Sonreí por el comentario de Rachel.

-No estoy de put*, Rachel. Solo le pregunte por su hermano, eso es todo. –explico Tayla.

-Vamos, Tayla, todos sabemos que te gusta mi hermano. –dije divertida.

-Zara y Tayla serán cuñadas. –dijo Rachel sonriendo.

-Y cuando se casen me traerán a sus hijos a cuidarlos, seré la Tía solterona y de dinero. –dije bromeando.

Rachel y yo no la pasábamos molestando a Tayla con mi hermano. Hace como un mes a Tayla comenzó a gustarle mi hermano, se conocieron en una fiesta y desde entonces Tayla esta mas al pendiente por mi hermano que yo por el.

-Son unas perras, dejen de estarme jodiendo. –dijo Tayla tratando de sonar seria.

Tayla y Rachel se han hecho en unas grandes amigas para mí, me agrada mucho su amistad. Rachel y Tayla dejaron de sonreír y miraron hacia algo que estaba detrás de mí.

-¿Qué pasa? ¿Vieron a un fantasma? –les pregunte sonriendo

Tayla apunto hacia atrás con su mano y voltee a ver. Mi sonrisa se desvaneció y mi rostro se tenso por lo que acaba de ver.

-¡Zara! –dijo sonriendo.

-Christina. –dije apenas.

Christina lucia ahora un cabello corto por encima de los hombros, se veía un poco bronceada de la piel, pero se veía muy bien. Ella sonreía como siempre, mientras que eso era lo menos que podía hacer ahora mismo. No podía creerlo, era Christina, realmente era ella.

-¿No vas a decir algo mas? –pregunto Christina

Abrí la boca para hablar, pero de no supe que decir así que cerré mi boca y apreté mis labios nerviosa.

-Zara, se nos hará tarde. –dijo Tayla detrás de mi.

Asentí, y salí un poco del shock en el que estaba.

-¿Te sientes bien, Zara? ¿Tienes otro ataque? –pregunto preocupada Christina

Se acerco a mí y di un paso para atrás.

-Estoy bien, hace tiempo que deje de tener ataques. –dije seria.

Ella noto mi incomodidad y dio un paso para atrás.

-Debo irme a clases, Christina. Me agrado verte de nuevo.

Ella asintió y sonrió sin ganas, me voltee para caminar a mi salón junto con Rachel y Tayla.

-Creí que no volvería esa chica. –dijo Tayla en voz baja.

-Ni yo. La que espero que no vuelva nunca es la put* de Kate. –dijo Rachel.

BREATHE (l.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora