BREATHE (l.h)

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Termine de comer mi gelatina de limón mientras escuchaba que mi padre hacia unas llamadas a un abogado. Hablaba sobre Nathan.

-Ahora no puedo hablar bien, nos vemos mas tarde. –dijo colgando la llamada.

-¿Qué sucede con Nathan? –pregunte.

-Nada importante, Esteban me comento que te hizo mas estudios médicos.

Baje la mirada nerviosa.

-Zara, entiendo que estés muy enamorada de Luke pero eso no quita que deban ser responsables. Por dios, ¿nunca tuviste clases de sexualidad?

Hoy pasaría la noche en el hospital ya que Esteban quería asegurarse que todo estuviera bien conmigo, mañana por la mañana podría irme. Mi padre desde que llego al hospital se la ha pasado regañándome.

-Lo siento, no estoy embarazada. Eso es lo que importa. –dije en voz baja.

Se acerco a mi cama y tomo mi mano.

-Aun eres para mi mí niña, no estas preparada para convertirte en madre. Eso es una gran responsabilidad que a ti no te corresponde aun.

Asentí y sonreí tristemente.

-Ahora tu hermano será padre y realmente lo siento tanto por Christina, conociendo a Nathan no creo que lo tome muy bien.

-¿Crees que pueda verlo?

-Iré a preguntarle a Esteban.

Después de un rato, mi padre me acompaño al cuarto de Nathan. Me costaba trabajo caminar ya que sentía mi cuerpo adolorido, era incomodo traer collarín no podía girar bien la cabeza, tenia que voltearme toda completa y me cansaba demasiado de los hombros.

-¿Puedo entrar yo sola?

-Si, te espero aquí fuera.

Entre al cuarto de Nathan. Estaba dormido, podía notar varios golpes en su cara. Me acerque a el y toque su hombro, abrió los ojos al instante espantándome.

-¿Zara?

-Hey, tranquilo. Estoy viva, no me mataste como tanto quisiste. –bromee

-Creí que no querías verme.

-Que seas un hijo de puta conmigo no significa que no deje quererte.

Sonrió tristemente.

-Lo siento mucho, no era consciente de lo que hacia.

-Nunca lo estas, Nathan. ¿Christina ya vino a verte?

-Si, me contó lo del bebe.

-Felicidades.

-No estoy listo para ser padre.

Suspire.

-Escuche que papá quiere llevarte a una clínica de rehabilitación.

Nathan me miro sorprendido por lo que acaba de decir.

-No puedo irme a una maldita clínica, me mataran si lo hago.

-¿a que te refieres?

Bajo la mirada y negó lentamente.

-Nathan ya se que estas metido de nuevo en las drogas, debes de dejar eso ahora mismo. Vas a ser padre, no puedes arriesgar tu vida y la de ese bebe.

-Zara hay algo que tengo que decirte...

-No quiero saber nada más. Iras a esa clínica y dejaras las drogas de una buena vez.

La maquina que checaba el ritmo cardíaco de Nathan comenzó a ir cada vez mas rápido.

-Solo escúchame, Zara. Yo se que Luke es tu novio y que trabaja en los mismo que yo.