El niño bajo la montaña

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Un pequeño niño se encontraba jugando a las orillas de un lago a las afueras de Erebor, el gran reino había sido retomado hace más de dos décadas y ahora por fin se podía decir que estaba retomando su antigua gloria.

El azabache se encontraba conversando con un pequeño sapo sobre su día de tutoría, Goliat no tenía muchos amigos pero no le importaba ya que prefería la compañía de su viscoso compañero, el joven enano se encontraba construyendo una pequeña casa para Chor cuando cayó en cuenta que los últimos rayos de sol le golpeaban el rostro, supo que tenía que apresurarse en regresar debido que a pesar de ser viernes y por ende no tener responsabilidades que atender conocía la consecuencias de tardar y no tenía ánimos de recibirlas.

Después de una rápida despedida hacia su amigo se fue corriendo lo más veloz que pudo para atravesar las puertas de Erebor lo antes posible, al cruzarlas fue saludado por dos guardias que se encontraban justodeando la entrada y él hizo lo mismo, el joven enano atravesaba los pasillos de la ciudad, esa donde había crecido y de la cual (igual que el resto de enanos de ahí) se sentía extremadamente orgulloso.

Al llegar a la entrada de su hogar tocó la puerta y fue recibido por su madre, una mujer alta, de un hermoso cabello negro con subtonos morados sujeto en una cola de caballo y con una pequeña cinta sujetando su barba.

-¿Qué son estas horas de llegar, jovencito?- dijo con una sonrisa- sabes que tu padre se molesta si llegas tarde- añadió de manera más seria.

-Lo siento ma, me entretuve con Chor- dijo para luego abrazar a su madre y pasar al interior del hogar.

Entró intentando no hacer ruido para evitar que Galdor lo notará pero no sirvió de nada ya que el viejo oído militar del enano lo escuchó.

-Ven al comedor, ahora- dijo con un tono firme e incluso algo amenazante, el azabache obedeció y se posó frente a este- ¿Qué te he dicho sobre llegar tarde?

-Lo siento, me distra-

-Responde mi pregunta- interrumpió irritado frunciendo sus espesas cejas rojas.

-Que es una falta de respeto a este hogar y a ustedes- recito como si fuera algo que había memorizado.

-Exacto y supongo que no te ha quedado claro- Galdor se levantó de la silla donde estaba sentado y se dirigió a su hijo- ya que ahora no solo me has desobedecido sino que también le has faltado el respeto a tu madre que...

-No la utilices- murmuró Goliat pero para su mala suerte su padre lo escuchó, éste molesto alzó su mano con el afán de darle una cachetada, el azabache ya estaba listo para recibir el golpe pero este nunca llegó ya que su madre intervino.

-No puedes protegerlo siempre- dijo volviendo a tomar asiento- tiene que aprender a ser un hombre, Beadine- tenía una mirada de desprecio.

El pequeño enano se dirigió a su habitación mientras sus padres discutían, esperando a que terminarán para ir a comer. Luego de unos minutos su madre lo llamó y fue al comedor, el resto de la noche transcurrió normal, la verdad, desde hace unos años, esas peleas se habían vuelto parte de su rutina, aunque todavía le afectaban, no había problema porque sabía que tarde o temprano se acostumbraría a ellas.

~•~

Era temprano y volvía a ser inicio de semana, Goliat fue despertado por los gritos de su madre que le avisaban que tenía que bajar a desayunar, después de desperezarse salió de su habitación.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora