Paseando por la comarca

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El sol brillaba en lo alto, el inicio de verano se sentía en los habitantes de la comarca. Goliat acababa de regresar de un pequeño viaje y decidió que era buena idea salir a dar un paseo con el castaño, después de todo sentía que los dos estaban un poco distanciados.

-¿Estás pensando en algo? -preguntó Frodo mirándolo con sus inmensos ojos celestes.

Goliat sintió sus mejillas colorear- No es nada... es solo que hace mucho tiempo no paseamos- respondió rascando su cabeza algo nervioso.

El castaño se aferró a su brazo con más fuerza- No te preocupes por eso, sé que has estado ocupado- dijo posando sus ojos en los verdes jardines de los vecinos.

El azabache sonrió y revolvió los rizos Frodo.

-¿Quieres comprar dulces donde la señora Ortencia?- preguntó el castaño acomodando su cabello otra vez en una cola.

-Solo si son los de nuez- dijo Goliat.

~×~

Los novios estaban regresando a la casa del rizado, habían comprado una bolsa de panes, algunos frascos de mermerladas y hierbas de té.

Al tocar la puerta no tuvieron respuesta pero escucharon la voz de una mujer molesta.

-Lo sé Lobelia, lo sé pero mejor vete de mi casa- escucharon que dijo Bilbo mientras unos pasos se acercaban a la puerta.

Ambos jóvenes compartieron una mirada preocupada, al abrirse el semblante del anciano cambió.

-Que bueno que llegaron mis chicos- los recibió Bilbo con una sonrisa- Me salvan de visitas molestas- añadió acercándose a ellos como contándoles un secreto.

-¡Te escuché!- le grito la castaña desde el pasillo.

-¡No es culpa mía que tengas unas orejas enormes!

Lobelia hizo una cara de indignación mientras se llevaba una mano al pecho, Frodo decidió intervenir.

-Okey es momento de que se vaya señora Lobelia- dijo entrando en la casa con paso firme.

-Muchachito tú no me digas que hacer- la mujer mayor lo apuntó con uno de sus pálidos dedos- eres heredero de este lugar por pura suerte.

El rizado enrojeció de ira- Al menos yo llego a ser mínimamente agradable.

-Es lo mínimo que debe un mantenido- salió de los labios de Lobelia dejando a todos sorprendidos incluso a ella.

En ese momento intervino Goliat.

-Ya lo oyó es momento de irse- dijo irguiéndose, de esta manera pareciendo más alto de lo que ya era.

Lobelia por un momento pareció algo intimidada.

-Me largo de aquí yo misma- soltó mientras se llevaba una pequeña caja y salía del hogar, murmullando entre dientes "Qué insolentes".

-¿Estás bien cariño? -preguntó Goliat despacio mientras tomaba el hombro del castaño.

Frodo lo regresó a ver con su mirada cristalina- Lo estoy- dijo secando sus ojos con su manga- Lobelia es un caso perdido.

El canoso se acercó y lo abrazó por los hombros- Creo que es hora de tomar la primera merienda.

-De hecho compramos más té- murmuró.

-Entonces prepararé los sanduches.

~×~

El sol se estaba comenzando a ocultar, esa tarde Sam había ido por la rubia y habían salido en un paseo por la comarca como venía siendo costumbre desde hace unas semanas.

-Por fin está refrescando- dijo Rosie mientras soltaba el moño que se había hecho y dejaba sus rizos dorados libres- sabía que el vestido celeste no era la opción- añadió riendo.

Sam sonrió le encantaba su risa- A mi me gusta como te queda.

-Sé que es lindo pero demasiado caluroso- respondió agarrando el brazo de Sam.

-Igual que el verano- dijo Sam- pero los atardeceres suelen ser frescos.

-Es una buena época para ir al río- mencionó Rosie mientras se dirigían a su hogar- deberíamos decirle a Mari y mis hermanos.

-Suena bien- el rubio le dio una sonrisa- solo espero no resbalarme mucho esta vez.

-Estarás bien yo te sostendré- dijo llevando una mano a su pecho.

-Y yo te sostendré a ti- respondió con sus mejillas rojas.

Se encontraban en la entrada del gran hogar de los Cotton.

-Llegamos- dijo Rosie mientras tocaba la puerta- ¿El tío vendrá por ti?

-Lo más probable es que sea Ham, apa está ocupado- respondió rascando su nuca, este iba ser el primer verano sin su madre y Hamfast estaba más metido en su jardín que de costumbre.

-¿Vas a pasar? -preguntó la rubia.

-No creo, esperaré en el camino.

-Entonces... - dijo la rizada balanceándose sobre sus pies- Suerte.

Rosie le dio un rápido beso al pecoso como despedida y entró en la gran casa, Sam se quedó ahí algo sorprendido, sonrió y se dirigió al viejo camino con una gran sonrisa.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora