Resfriados de medio invierno

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Una fina capa de nieve había cubierto la comarca dejando un blanco paisaje a su paso, un frío viento calaba en los huesos y Rosie llevaba puesto un pantalón de Jolly debajo de su vestido floreado ya que sentía que de otra forma sucumbiría al cambio de clima, al llegar a la entrada del viejo hogar de los Gamgee fue recibida por Hamson que se apuró en dejarla entrar.

-Rosita, debiste venir acompañada- le reprochó el castaño mientras la ayudaba a quitarse su abrigo- además Sam salió con El tío.

-Lo sé, -respondió la rubia mientras sacudía la nieve de su cabello- pero pensé en visitar a Mari.

Ham sonrió- Okey, en ese caso Marigold está en su habitación.

Rosie le agradeció y se dirigió a la gran habitación al final del pasillo. Al acercarse guardó silencio y con el sigilo típico de cualquier hobbit se dirigió a la puerta de madera y la tocó 3 veces del otro lado escuchó la voz de la pecosa que se dirigió a abrirle.

-Hola- saludó Rosita al ser recibida por la rubia.

-Rosie- fue lo primero que dijo- está nevando afuera ¿Qué haces aquí?

-Quise venir a pasar el tiempo aquí- la rubia se alzó de hombros.

Mari la observó con cierto brillo pero luego se adentró en la habitación- Sam salió recién- dijo.

Rosie puso los ojos en blanco- ¿Por qué todos piensan que sólo vengo por él?- dijo más para ella- Mamá me mandó a pasar el día, pero la nieve me alcanzó.

-¿Enserió?- respondió la otra rubia.

-Por supuesto- Rosita sonrió.

Mari le devolvió la sonrisa y se apartó para dejarla pasar.

La rizada entró con una familiaridad poco vista en hobbits que no están emparentados y soltando un suspiro se tiró sobre la cama de Daisy

Mari rió- Cuidado la destiendes- le dijo desde la cama junto a la de la castaña.

Rosie hizo un ademán con su mano como diciéndole que no se preocupara-¿Dónde están los demás? -dijo cayendo en cuenta de algo- la casa parece extrañamente vacía.

La de cabellos ondulados rascó su nuca- Half salió a ayudar al panadero y fue sorprendido por la tormenta, May salió a comprar algo, Papá está con Sam y Daisy está donde los Baggins- Mari adoptó una mirada perdida mientras contaba con sus dedos-...no sé bien qué hacen ahí.

Rosie se incorporó de repente sobre la pequeña cama- Qué tal si...

Mari hizo lo mismo- ¿Qué cosa?

La rubia permaneció en silencio parecía estar muy concentrada- hacemos un fuerte con mantas, tengo los pies helados.

Marigold estalló en una divertida risa- Suena espléndido.

~°~

Ambas chicas se encontraban acostadas en una gruesa colcha sobre el piso de la habitación mientras conversaban cuando escucharon la voz de May en el pasillo.

-Se tardó más de lo que creí- dijo la rizada mientras se estiraba.

-Tal vez se encontró con Half- respondió Mari, acomodando sus cabellos- Veamos si trajo algo interesante.

Las amigas se sonrieron.

-Se tardaron mucho- les regaño Ham a sus hermanos.

-La tormenta nos alcanzó pero pude encontrar a Half mientras venía de regreso- dijo May dejando unas canastas de las compras sobre el suelo.

En eso escucharon a las dos rubias que se dirigían a la sala.

-Mira que nos trajo la nieve- comentó Half una vez se encontró con la rizada- es nuestra Rosa.

-Hola Halfred- respondió Rosie con una sonrisa, luego se dirigió a abrazar a la castaña-, te estuvimos esperando.

La castaña revolvió los cabellos rubios -¿Apa ya regresó? -preguntó May una vez dejó su abrigo en el perchero.

-Todavía no, probablemente se quedó atrapado en la tormenta con Sam- dijo Ham algo preocupado.

-De seguro alguien los acogió- dijo Mari mientras se sujetaba del brazo de su hermano.

~°~

-Gracias por acogernos señor Bilbo- le dijo Hamfast al viejo hobbit mientras terminaban de tomar el té- apenas termine la tormenta nos iremos.

-No agradezcas viejo amigo- respondió Bilbo con una sonrisa- después de cuidar nuestro jardín por tantos años, es lo mínimo.

El tío sonrió y se levantó para recoger las tazas. Desde la cocina le llegaba la voz de la castaña preguntando por más compresas.

-¿Cómo sigue el muchacho?- preguntó regresando con una pequeña bolsa de hojas secas y entregándosela a su hija

-La fiebre bajo, solo es cuestión de horas para que mejore- respondió dándole una sonrisa al anciano hobbit.

Bilbo se levantó, llevando un pequeños pedazos de tela blanca a la habitación del menor.

-¿Dónde está Sam? -preguntó el canoso a la menor.

-Está echándole un ojo al joven Frodo- dijo antes de adelantarse a la habitación.

Hamfast suspiró y tomó del hombro a su hija -Ese muchacho no tiene remedio, dile que se tome un descanso para comer algo.

-No te preocupes, lo haré.

Al abrir la puerta Daisy se encontró con el rubio exprimiendo una compresa para limpiar el rostro del mayor. La castaña tomó asiento a su lado y comenzó a remojar los otros pedazos de tela en una tazón lleno de una infusión verdosa.

-No sabía que eras tan delicado- dijo en un murmuro.

Sam dió un salto- Nunca he tenido la oportunidad de serlo- respondió mientras intentaba ocultar el sonrojo de sus mejillas.

El castaño se movió un poco mientras un quejido salía de sus labios, Sam palideció un momento y miró a su hermana buscando una respuesta, Daisy se acercó al pálido joven y revisó su temperatura.

-Usa una dos compresas más con eso debe ser suficiente- dijo mientras tocaba la frente algo sudaba del mayor- después solo hay que dejarlo descansar.

Sam sonrió- Claro, yo me encargo- dijo con tono seguro.

Daisy se estiró en el asiento- Cómo asumo que no dejarás que te releve y todavía tengo que preparar más infusiones- dijo dándole una mirada severa- al menos procura salir un rato, no queremos que también te contagies- añadió revolviendole el cabello.

-No te preocupes- Sam miró al joven dormitando frente a él- solo quiero asegurarme un rato más.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora