Goliat Hijo de Galdor

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La tarde caía sobre los inmensos prados de Hobbiton pero el azabache estaba muy ocupado mirando sus botas como para notarlo.

-Supongo que tuve miedo- dijo al fin sin alzar su vista del pálido césped bajo suyo.

-¿De lastimarlo más? - respondió el moreno mientras de acomodaba,  alzando una ceja.

-De convertirme en mi padre- soltó- pero...  También de no saber consolarlo.

-Sabes- dijo quitando sus ojos del mayor- no puedes huir siempre de discusiones así-.

-¡Lo sé maldición!- respondió el mayor volteandolo a ver por primera vez en la tarde- solo soy un tonto.

-Tal vez- contestó con una mirada extrañamente suave para el moreno- pero puedes arreglarlo.

Goliat calmó su expresión-...Supongo que es verdad.

~×~

El azabache corría colina abajo, cruzaba los pequeños caminos de tierra mientras un frío viento le golpeaba la cara.

<<-Pero puedes arreglarlo->>

Goliat escuchaba los regaños de los vecinos al pasar por sus patios y chocarse con alguna que otra carreta. No le importaba solo quería avanzar.

<<-Supongo que es verdad->>

Pero... ¿Lo era? no lo sabía aún así quería intentarlo. Él no era Galdor, eso lo tenía claro pero el miedo de algún día serlo seguía ahí.

<<-Alguna vez lo fue->>

El joven enano recordó la mirada triste que tenía su tía cuando dijo eso, tal vez el amor podía deformarse pero lo que sentía por el castaño no lo haría,  al menos haría todo por evitarlo.

Goliat se dirigía a Bag-end mientras corría con sus últimos alientos,  al llegar a la gran puerta redonda dió un toque esperando que aún lo quisieran recibir.

~×~

Frodo reposaba su cabeza en el hombro de Bilbo mientras soltaba ligeros sollozos.

Aquella tarde el anciano al abrir la puerta para recibir a su sobrino se topó con un joven fantasmal nada parecido al hobbit que había dejado su casa ayer,  este solo lo dejo pasar y prefirió no mencionar nada, era mejor que el castaño por su cuenta hablara con él.

Al regresar a la sala con una taza de té se topó con la misma mirada sombría en los ojos del menor, este solo se sentó junto a él y dejó que Frodo se recostara en su pecho.

El castaño al sentir los brazos de su tío sobre sí rompió en llanto y se aferró al viejo hobbit.

Apenas entendía como se sentía y peor aún como habían terminado la cosas así, su mirada se posaba en la luz dorada del fuego encendido junto a ellos.

-¿Cómo sigues?- preguntó Bilbo mientras acariciaba sus rizos castaños con voz suave.

-No lo sé- respondió en un tono bajo.

Bilbo permaneció acariciando sus cabellos- Fue una pelea grave ¿no es así querido?

Frodo no respondió en su lugar volvió a romper en llanto- No lo sé- respondió mientras hundía más su cara en el regazo del mayor- É-él sólo se fue...como todos.

-Querido,- comenzó Bilbo sintiendo un extraño nudo en su garganta- tú.... él, no es tarde todavía.

-¿Lo crees?- preguntó con un tono algo más animado.

-Claro- dijo antes de que se volvieran a unir en un largo silencio.

De repente escucharon como alguien tocaba la puerta y el anciano Hobbit se levantó directo a echar a esa inesperada visita.

-Iré yo- dijo mientras daba pasos lentos hacia la entrada.

Al abrir la puerta se topó con un agitado enano que lucía algo inquieto- ¿Puedo hablar con él?

El canoso lo miró extrañado- ¿Él querrá hablar contigo? - dijo sin saber muy bien qué hacer.

Goliat palideció un poco -Déjeme intentarlo- le rogó el menor.

Bilbo lo miró algo dudoso, en ese momento apareció el menor de los Baggins por el pasillo.

-¿Pasa algo?- soltó el menor pero al notar al azabache guardó silencio.

Goliat alzó su mano sin mucho ánimo en una imitación de saludo- ¿Te molesta si hablamos?- Frodo no dijo nada solo lo miró con sus inmensos ojos cristalinos todavía algo húmedos- Por favor- suplicó el enano.

Frodo lo meditó unos instantes,  simplemente quería voltearse e irse pero algo lo detuvo- Okey.

Goliat suspiró aliviado. Ambos jóvenes salieron, el castaño se movió con una gracia que casi parecía maleducada pero el azabache estaba muy feliz porqué haya aceptado como para notarlo.

Ambos llegaron a un banquito fuera de la casa de los Baggins y tomaron asiento.

Ninguno de los dos sabía por dónde empezar,  hasta que el mayor habló.

-Lo siento- dijo mirando a Frodo pero este desviaba sus ojos evitando aquella mirada color ámbar- Yo... fui cruel,  no debí decirte eso- Goliat permaneció callado unos instantes- no eres una carga y no tengo que elegirte sobre nadie, te amo,  eres mi única elección solo no quiero alejarme de mi familia, no puedo- el azabache uso un tono calmo, algo extraño  de oír en él, menos para el castaño.

-No debí hacerte elegir- respondió Frodo en tono bajo mientras le regresaba la mirada con sus ojos de un celeste extrañamente más cálido-, sentí que estabas dejándome y eso me asustó- el mayor posó su mano en la mejilla del castaño acariciandola lentamente- solo... ¿Por qué te fuiste así?- añadió mientras apartaba la mano del mayor.

El joven enano no dijo nada por un tiempo-Porque estaba asustado- Frodo lo miró desconcertado- creí que así te estaba ayudando, que estaba evitando convertirme en Galdor.

-Una pelea no significa que serás igual a él- dijo el castaño al fin.

-Lo sé pero soy un tonto- respondió Goliat con una risa que denotaba su frustración.

-Lo eres- Frodo apoyó su cabeza en el hombro del enano.

Goliat solo sujetó las manos del joven entre las suyas.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora