Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)

Nombre de Flor

Los árboles ya se habían quedado completamente sin hojas y en el aire estaba la pureza que suele sentirse después de una llovizna.

-No creo que hayan manzanas en los árboles en esta época- dijo Sam mientras tomaba aire pues habían recorrido casi media comarca a pie.

-También lo creo- respondió la menor mientras recogía sus mechones rubios que caían por su cara- pero por lo menos podremos descansar en el árbol- dijo mientras señalaba un árbol de tronco oscuro.

Ambos amigos compartieron una sonrisa.

Subieron cuesta arriba por una pequeña colina hasta llegar a un claro de césped grisáceo y hojas color naranjas esparcidas por el suelo.

-¡Al fin!- soltó Rosie para luego echarse en el montón de hojas naranjas y amarillas.

Sam rió y tomó asiento algo tímido, hace algunas semanas su padre actuaba extraño cuando se trataba de la rizada, siempre la invitaba a cenar e insistía en que Sam la llevara en paseos y sea más "caballeroso". El rubio hacía todo esto con gusto pero le parecía extraño que el mayor estuviera tan interesado en su amistad de repente.

-El clima está espléndido- dijo la rubia mientras tomaba asiento en el montón racimos de otoño.

-Si, aunque un poco frío- respondió el moreno, ya que pensando que no estaría tan frío había olvidado traer un abrigo.

Rosie se acercó un poco y pasó su brazo sobre los hombros del mayor- ¿Mejor? - dijo con una sonrisa.

El rubio sintió su cara arder, ¿No se suponía que él tenía que hacer esas cosas? - Sí-í - dijo desviando su vista.

¿A esto se refería su padre cuando decía que tenía que ser más caballeroso? ¿Y si era así el que tendría que haber hecho eso no era él?

No estaba seguro pero sabía que le gustaba estar junto a su amiga.

-Es una lástima- dijo de repente Sam mientras posaba su vista colina abajo.

-¿Qué cosa? - respondió Rosie.

-Por esta época crecen camelias rosas por toda la colina- aclaró el moreno con una sonrisa.

-Es una lástima- dijo la rizada- Sería lindo verlas por esta época junto a las margaritas y las gardenias.

-Son hermosas y todas significan amor- respondió el rizado con su mirada lejana.

-¡Enserio! - exclamó Rosita mientras se acercaba más a Sam- ¿Cómo sabes eso?

El pecoso se sonrojo- Em... Lo leí en un libro en la casa del señor Bilbo- dijo mientras rascaba su nuca- tenía muchas flores que ni siquiera hay en la cormarca pero reconocí algunas. Se llamaba "El lenguaje de las flores".

Los ojos de Rosie se iluminaron- Eso es hermoso- dijo con una sonrisa.

-¿Lo crees?- dijo Sam algo apenado, no estaba acostumbrado a compartir los libros que leía con alguien que no fuera el castaño.

-¡Claro! Y bastante romántico- añadió Rosie- a todos les gusta que le regalen flores.

Sam no dijo nada por unos segundos- ¿A todos?

-Supongo que sí- la rubia se alzó de hombros- a mi me gustaría.

-A papá le gustaba llevarle flores a mi madre- dijo Sam para sí.

-Las flores siempre son buenas formas de mostrar cariño- Rosie revolvió el cabello de Sam en un gesto de cariño no era muy buena consolando gente.

El rizado rió, tal vez Rosie tenía razón y sería buena idea revisar de nuevo aquel libro.