Era la primera noche de otoño ya se comenzaba a notar el frío en el ambiente, los granjeros empezaban a prepararse para criar la mejor calabaza de estación y Frodo Baggins cumplía 25 años.
El gran agujero hobbit estaba repleto de risas, niños corrían por todo el hogar y la pequeña fogata de la sala llenaba el lugar con una acogedora llama naranja, los más grandes se encontraban conversando y riendo todos menos el cumpleañero que a pesar de sonreír ante algunas bromas se encontraba más bien perdido, mirando, pendiente, a la gran puerta. Esperando quizá a cierto azabache.
-¿Todo bien?- Half tocó el hombro del castaño notandolo algo decaído.
-Cl-aro- dijo algo apenado- es que... al final no sé si venga.
-No te preocupes- le dijo el rubio con su clásica voz despreocupada, sabiendo perfectamente a quien se refería-, te ves algo delgado, ya verás como te sientes mejor después de un buen pedazo de la tarta de Bilbo- añadió pasando su brazo por los hombros del mayor.
Frodo sonrió-Tienes razón.
-Tal vez solo esta ocupado- dijo el moreno uniéndose a la conversación- ya sabes como son los enanos.
Los tres amigos rieron.
En ese momento apareció un rubio de ojos verdes que se acercó corriendo a los jóvenes.
-El tío ya los está llamando- dijo con brillo en sus ojos- si no te apuras Frodo, no nos dará tarta.
Frodo soltó una pequeña risa- Okey Mer.
~×~
El castaño había soplado la velas y después de un abrazo de los ahí presentes y de que Merry dijera que quiere el pedazo más grande, todos disfrutaron de un pedazo de tarta.
-Toma querido- le dijo Bilbo al menor de los Gamgee- casi no te encuentro para darte un pedazo.
-Gra-cias señor Bilbo- dijo el rubio tomando el pequeño plato.
-¿Pasa algo?- dijo el anciano notando algo extraño al niño.
Sam sintió sus mejillas arder- Es que- comenzó-es un secreto- Bilbo sonrió al oírlo y se acercó a rubio para que le dijera que pasaba- quiero darle un regalo al joven Frodo pero... Me cuesta acercarme- dijo mientras sus mejillas tomaban un tono carmesí.
-Dale querido- animó el canoso al pequeño- cualquier detalle que le des le gustará.
Lo ojos de Sam brillaron- Okey.
Después de abrazar al anciano en un gesto de agradecimiento el niño comenzó a buscar a Frodo.
Al final lo encontró en el estudio de Bilbo, había ubicado una silla cerca de la pequeña ventana de este, parecía que estaba buscando algo o alguien a través de la densa noche, sus rizos castaños que casi siempre se encontraban en una media cola ahora estaban sueltos y le llegaba casi a los hombros dejando algunos mechones sobre su pálido rostro. Se veía triste.
-Hola..- dijo el de rizos rubios en un tono bajo pero que el castaño logró escuchar ya que regresó sus ojos celestes hacía él.
-H-ola Sam- respondió el castaño mientras secaba una pequeñas lágrimas que rodaban por sus mejillas-¿Qué haces aquí, no estabas jugando?
-N-no- respondió algo nervioso, prefirió no señalar las lágrimas del mayor- lo estaba buscando.
-Oh, ¿me llamaron o algo?- dijo mientras volvía a atar su cabello.
-No- volvió a decir el moreno- yo... yo quiero darle un regalo- soltó finalmente sintiendo como sus mejillas se encendían.
El rizado abrió sus ojos sorprendido para luego cambiar su expresión a una sonrisa- No era necesario Sam.
-Lo sé pero quería darle algo- dijo rápidamente- por ser tan bueno.
Frodo no dijo nada y vio como el rubio sacaba una hoja de papel de su bolsillo, el mayor la tomó y la abrió con delicadeza sintiendo como el niño lo miraba espectante.
"feliz cumpeaños joven Frodo"
La nota estaba escrita con letra grande y redonda, junto a ella se encontraba el dibujo de una flor que Frodo luego reconoció como una Iris de hermoso color púrpura.
Sam lo miraba con sus inmensos ojos avellana en busca de una respuesta, Frodo sentía sus ojos húmedos, no entendía porque pero recibir ese pedazo papel fue como un abrazo para su alma.
-¿Le gustó?- preguntó Sam ansioso por una respuesta.
-Me encantó- respondió Frodo y lo rodeo en un abrazo- su ortografía no está del todo bien pero es perfecto, gracias Sam.
El rubio estaba sorprendido al principio pero correspondió el abrazo- No fue nada joven Frodo.
-Será mejor que regresemos- el castaño rompió el silencio separándose del abrazo- Bilbo nos debe estar buscando- dijo Frodo secando sus lágrimas y regalándole una última sonrisa antes de salir de la pequeña habitación.
Sam no dijo nada y solo lo observó, sus ojos celestes cielo se quedaron grabados en su mente el resto de la noche y el resto del año.
N/A:
Iris: agradecimiento.
A Sam le gusta dibujar.
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Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)
FanfictionLa vida para el pequeño Frodo Baggins es un tanto monótona, lee un libro, ayudar a Bilbo con la cena, pasar un rato en el bosque. Pero todo esto cambia al conocerlo, ahora tendrá que aprender a lidiar con enanos. (Mucho años después) Vivir en la co...