Todavía no estás listo

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Frodo se encontraba re leyendo, por tercera vez, uno de sus libros favoritos mientras disfrutaba de la fresca brisa que rozaba su piel a través de la ventana de la sala. Últimamente se había encontrado disfrutando del simple hecho de sentarse en el amplio marco y disfrutar de unos panecillos calientes, el olor fragante del jardín y de la compañía de su jardinero. Sam siempre había sido bueno escuchando o al menos lo intentaba y Frodo apreciaba profundamente esto, aunque solo fuera un acto de formalidad de su parte.

Frecuentemente solía hablarle sobre lo que encontraba en su largas caminatas, de los nuevos libros que adquiría o se quejaba de las extenuantes lecciones sobre "como dirigir Bag-end y sus terrenos adjuntos" impartidas por su tío, algo que Sam solo respondía con un leve asentimiento de cabeza o con un <<-El señor Bilbo sabe lo que hace, señor->>.

Los días pasaron y el marco de la ventana o los bancos del jardín parecían estar destinados para que Frodo los ocupara durante las jornadas de trabajo de su joven jardinero, al menos trataba de estar ahí cada vez que Bilbo le daba un tiempo libre. Sin darse cuenta el verano se convirtió en otoño y en menos de lo que cantaba el gallo de los Cotton ya se encontraban en las ferias de calabazas a mediados de estación.

Sam tarareaba suavemente una de las canciones que solía cantar May mientras preparaba la merienda mientras se dedicaba a podar las ramas secas de un precioso arbusto floral adquirido recientemente, esta vez no se sobresaltó cuando sintió los silenciosos pasos de Frodo detrás suyo y solo sonrió para sí mismo -Buen día, señor- saludó alegremente girándose hacia él y  siendo recibido por los ojos somnolientos de Frodo -¿Acaba de despertar?- preguntó y no pudo evitar sentir una risa en su pecho cuando la respuesta fue afirmativa acompañada de un lento bostezo.

-Estuve hasta tarde examinando los planos de Bag-end más hacia el este- dijo mientras se desperezaba y tomaba asiento junto a Sam en el frío césped, sentía sus ojos pesados -y tal vez leyendo un poco- confesó.

Sam sacudió ligeramente su cabeza en desacuerdo antes de volver a su trabajo -Sabe que no pienso que sea bueno para sus ojos que los desgaste leyendo hasta tan tarde- dijo y recibió como respuesta una ligera risa proveniente de Frodo, casi como un suspiro -Lo digo en serio, hágale caso a su Sam- añadió dejando otra vez su labor de lado para mirar directamente a su joven señor con el ceño fruncido y una expresión que trataba de ser severa.

-Sam...- comenzó pero la mirada del jardinero no menguó, Frodo suspiró dándose por vencido -Lo intentaré, promesa- Sam sonrió dejando notar su expresión triunfante antes de hundirse completamente en su labor deshierbando arbustos. Frodo sacudió sus rizos y dejó escapar una risa ahogada.

Más tarde ese día, cuando Bilbo salió para recoger su correspondencia, encontró con cierto cariño a su sobrino dormitando cerca del espacio de trabajo de Sam mientras este tarareaba para sí mismo algunas de esas tontas canciones hobbits. Decidió acercarse y, algo conflictuado por interrumpir aquella enternecedora escena, levantó a su sobrino para darle su onces junto a una cargada taza de café

~*~

El sol se encontraba brillando en su punto más alto cuando Frodo finalmente salió de su habitación luciendo una expresión adormilada, sus ojos entrecerrados y las mejillas coloradas, y se dirigió al comedor para disfrutar de su desayuno.

-Buenas- saludó mientras bostezaba y tomaba asiento en la mesita del comedor, Bilbo dejó un plato de patatas revueltas con huevo frente a él.

-Buenos días, muchacho- respondió con una media sonrisa -¿Te quedaste leyendo otra vez?- cuestionó el anciano hobbit notando la expresión nerviosa de su sobrino que terminó asintiendo -Eso ya no importa- añadió sacudiendo su mano antes de mirar a Frodo y que sus ojos tomaran un brillo alegre pero, si conocías lo suficientemente bien al viejo hobbit, también podrías notar malicia en ellos -¿no crees que las cosas han estado últimamente muy tranquilas?- preguntó con su característica picardía.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora