No me dejes caer; Escondida.

capitulo 49

Aqui otra parte!!!

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—¡No! ¿Cómo voy a estar enamorada de el? Es solo sexo —No sé a quién estoy tratando de convencer, si a ella o a mí.

—¿Estas segura? ¿no sientes nada por él? Una persona no te genera tantos sentimientos si solo es sexo. Me estás diciendo que te hace sentir segura y yo estoy segura que ni tú te esperabas volverte a sentir así con un hombre.

Sé que tiene razón, pero no lo quiero admitir porque todavía no me atrevo a ponerle nombre a lo que me pasa con Matt.

—No lo sé, Chloe. Dejamos claro desde un principio que era solo sexo.

—Suenas como un repetidor.

—¡No lo sé! —suelto frustrada—. No puedo permitir sentir algo más, estoy lo suficientemente dañada como para que un hombre como él me quiera.

—Nina no es así —. Veo lastima en sus ojos, y sé que es porque le duele todo lo que me paso, pero no lo soporto.

—Basta, no quiero hablar más del tema.

—Cariño sabes que me preocupo por ti. No veo algún escenario en el que esto salga bien si piensas así.

—Déjalo estar, Chloe. Por favor. Vamos a dormir.

Me cuesta mucho conciliar el sueño como era de esperarse. No paro de pensar en la conversación con Chloe. ¿Estoy enamorada de Matt? No lo sé. ¿Siento cosas muy fuertes por él? Si. ¿lo deseo? Si. ¿eso es amor? En algún momento la definición de amor se volvió muy borrosa para mi así que no estoy segura.

En la mañana antes de irme a trabajar dejo a los chicos que no pudieron dormir mucho por el cambio horario y les digo que tratare de llegar lo más temprano posible.

El ambiente en la oficina apenas Matthew llega es tenso. Esta impecable como siempre, pero a pesar de que tiene cara de completa seriedad parece cansado.

—Pasa a mi oficina — espeta sin darme los buenos días. Claramente sigue molesto por lo que paso anoche.

—Buenos días.

—¿Qué tengo para hoy? —me ignora y no me mira en ningún momento.

—Tienes ahora la reunión que cambiamos ayer.

—Necesito que me traigas estos archivos —me deja una hoja enfrente y sigue sin mirarme —. Y mi café, por si le olvido señorita Brown.

Su frialdad me duele. Vuelve a ser el jefe pesado de los primeros días. ¡Si hasta me llamo por mi apellido!

—¿Necesita que le repita algo o se piensa quedar ahí parada todo el día? —me espeta y por fin me mira, pero es una mirada con toda la frialdad posible que me hace sentir y salir casi corriendo de ahí adentro.

Sabía que iba a estar molesto, pero no me imagine que tanto. Y no entiendo por qué.

El día pasa súper lento. Matt esta insufrible no para de ordenarme cosas de mala manera y yo trato de hacer las cosas lo más rápido y mejor posible para no darle motivos para que me trate peor.

Cuando por fin me puedo ir a casa, decido decirle algo.

—¿Podemos hablar?

—¿Es sobre trabajo? —pregunta con seriedad.

—Sabes que no.

—Entonces no tenemos nada que hablar —me corta.

—Matthew, por favor.