No me dejes caer; Escondida.

Capitulo 16

Como tarde un poco, subo un capitulo mas largo de lo normal. De hecho, el mas largo hasta ahora. Esperoo que les guste :) 

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Llegar al hotel es fácil, el edificio llama la atención a kilómetros de distancia. Es la elegancia edificada. En el estacionamiento me dejaron pasar apenas vieron el auto, seguro pensaban que era el al volante. Miro a Matthew que creo que se quedó dormido ¿y ahora que hago? No puedo despertarlo y caminar por toda la recepción con él en este estado, como deje que lo vean así me va a matar. Lo pienso un poco y me estaciono en la parte de atrás del hotel.

Unos golpes en la ventana me sobresaltan, es un hombre de seguridad. Seguro se pregunta porque estaremos estacionados aquí. En vez de bajar el vidrio, decido bajar del auto para que no lo vea.

Cuando me ve, frunce el ceño. Claramente no se esperaba a otra persona y menos a una mujer.

—Señora, buenas noches. ¿La puedo ayudar en algo? No puede estacionar aquí.

—Buenas noches. Estoy segura que sabe que este es el auto del señor Reed.

—Efectivamente.

—Esta adentro del auto, un poco indispuesto.

El procesa lo que le estoy diciendo y hace el intento de mirar hacia adentro del auto para ver si lo que le digo es verdad. No tiene mucho sentido de todos modos, los vidrios son polarizados y no se ve nada hacia adentro.

—Señora...

Tengo a mi jefe borracho en el auto y lo último que necesito ahora es un guardia de seguridad que me haga la noche más complicada, así que lo interrumpo.

—Necesito que me llame al gerente del hotel.

—¿disculpe? — ¿es sordo? Pongo los ojos en blanco.

—El gerente del hotel, llámalo — el sigue sin reaccionar y empiezo a perder la paciencia, así que le hablo con más firmeza—. Soy la secretaria del señor Reed. Esta indispuesto y necesito la ayuda del gerente del hotel. ¿Me va ayudar o prefiere que le diga que no coopera conmigo?

Parece reaccionar y le cambia la cara. Me parece que no quiere por ningún motivo que el jefe se moleste con él.

—Está bien, permítame unos minutos que lo busco.

Me monto otra vez en el auto y él está despierto.

—¿Dónde estamos?

—En tu hotel.

Frunce el ceño.

—Quiero un trago.

Intenta abrir la puerta, pero lo detengo.

—Matthew, por favor. Estoy esperando al gerente para llevarte a tu habitación.

—Soy un jodido adulto ¿sabes?

Lo sé. Se que es un adulto. Se que lo traje hasta aquí y en teoría, ya me podría ir. Se que no esta tan mal y que está en perfectas condiciones de tomarse otro trago si le da gana. Se que no es mi problema y me debería ir. Pero, la realidad es que no quiero dejarlo solo y que siga bebiendo.

—Está bien, señor Reed, como quiera. Ya lo traje hasta aquí, sano y salvo. No lo molesto más.

Hago amago de bajarme del auto, pero una mano en mi brazo me detiene.

—Espera.

Nos quedamos así por unos segundos y cuando creo que va a decir algo más, nuevamente hay unos golpecitos en la ventana. Matthew me suelta el brazo y mira hacia afuera para ver quién es.