No me dejes caer; Escondida.

Capitulo 38

Sopresaaaaaaaaaaaaaaaaa otro cap :)

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Hoy ha sido un día bastante movidito, Matthew ha tenido varias reuniones y me ha pedido que este para tomar unas notas y para llenar unas planillas.

Aprovecho que tengo un momento para bajar a comer algo porque luego hay un terreno que tiene que ir a ver y me ordeno que fuera con él.

En la cafetería me encuentro con Andrés, a quien no he visto desde el viernes en la discoteca.

—Hola, Nina. ¿Cómo estás?

Esta vez no me saluda tan efusivo como siempre, si no que es un poco mas cauteloso, supongo que piensa que estoy enojada por su actitud ese día, y para ser honesta, si lo estoy.

—Bien ¿y tú?

—Bien. Quería disculparme por como me comporte ese día, no quiero que estés molesta conmigo.

Se ve arrepentido así que decido no ser tan dura con él.

—Esta bien, solo espero que no vuelva a pasar.

—Me gustaría invitarte a comer algo, para recompensarte.

Me pregunto de cuantas maneras le tendré que decir que no estoy interesada antes de que lo entienda.

—No creo que sea buena idea —trato de sonar lo mas amable posible—. Te dije que no estoy buscando salir con nadie.

El hace una mueca de fastidio, pero sigue insistiendo.

—Lo entiendo, pero podemos ser amigos, los amigos salen a comer ¿o no?

—No lo sé, déjame pensarlo.

Él sonríe victorioso como si le hubiera dicho que si, pero decido no comentar mas nada. Vuelve a su actitud usual y con dos besos se despide de mí.

Ordeno un sándwich que es algo rápido. Cuando voy de regreso, me cruzo con Gabriela, que hoy me saluda mas seria de lo normal y me pregunto si esta molesta por mi desplante.

—Hola Gabi ¿estas bien?

—Si ¿podemos hablar un momento?

Su seriedad me desconcierta un poco así que le digo que si y nos dirigimos a un lado, para que nadie nos escuche.

—¿Qué sucede?

—¿Pasa algo entre tu y Matthew?

Su pregunta me toma fuera de base y ella se da cuenta, aun así, decido hacerme la desentendida.

—¿Por qué tendría que estar pasando algo entre mi jefe y yo? —hago énfasis en la parte de <mi jefe> y ella entorna los ojos.

—Somos adultas, no te hagas la tonta. Sabes de lo que te estoy hablando.

Su tono de voz me empieza a molestar, porque nada de esto es su problema y no es quien para hablarme de esta manera.

—No se que estas sugiriendo, pero no tienes por qué hablarme así —espeto y me cruzo de brazos.

—Vamos Nina, no soy idiota. No es una coincidencia que ese día, desaparecieron, regresaron y se volvieron a ir, las tres veces al mismo tiempo.

—No, no lo es porque una de esas veces me llamo para hablar conmigo, pero eso no quiere decir nada.

—¡Es tu jefe! Además, no es el hombre para ti.

¡Ah bueno! esto es el colmo. ¿Quién se cree que es para inmiscuirse de esta manera en mi vida privada? ¿Está molesta porque piensa que me lo estoy tirando o esta celosa porque no se la esta tirando a ella?