Diez días han pasado desde el cumpleaños de Lily, la hermana de Matt.
No he querido dormir en mi casa, así que he pasado casi todas las noches con Chloe, y después de darse cuenta de que solo puedo dormir sin despertarme sudando por las pesadillas es cuando estoy con Matt, Chloe no ha parado de insistir en que vaya a terapia así que finalmente hoy tuve mi primera sesión.
No es mi primera vez en terapia, ya conozco a la doctora Sullivan, pero haber asistido por primera vez después de tanto tiempo, es igual de incomodo. Las palabras no me salían y no fui capaz de expresar prácticamente nada, pero supongo que necesito tiempo y esta bien.
Con Matt las cosas van bien, a un nivel que me da miedo, porque, aunque pasamos mucho tiempo juntos, duermo con él, me cuida y esta pendiente de mi todo el tiempo, aun no hemos hablado de nada de las cosas importantes y la realidad es que antes de lo que paso con Eric, él estaba cansado y no quería saber nada de mí.
Claramente, no me animo a ser yo la que saque el tema porque no quiero recordarle que me odiaba. Se ha convertido en mi salvavidas, no se como hubiesen sido todos estos días sin el y cada vez me aterra que todo esto sea una fantasía y que en algún momento se va a cansar y me va a dejar.
Hoy es viernes, y la verdad que, entre tratar de seguir adelante, las clases que empecé a tomar, la empresa y la psicóloga, me siento bastante agotada y de un humor bastante gris.
Son las nueve y salgo de clase con Stefan, un chico muy agradable que me ha ayudado con alguna de las asignaciones. Tiene mi edad y trabaja de camarero para poder pagar las clases.
—¿Quieres ir a tomar algo? —invita entusiasmado.
—La verdad estoy un poco cansada, quizás otro día —digo para no sonar odiosa.
—Tienes novio, ¿no? Seguro es eso.
Estoy por responderle y decirle que no, que es complicado de explicar, pero me detengo de la sorpresa cuando salimos del edificio y lo veo a Matthew recostado de su auto.
Me doy cuenta como enseguida repara con seriedad a mi acompañante, para luego dedicarme esa sonrisa suya que hace que me tiemblen las piernas y acercarse a mi con esa confianza tan característica suya.
—Hola Matt —susurro sin aire—. ¿Qué haces aquí?
—Hola preciosa —Me deja estupefacta cuando me toma por la cintura y me estampa un beso en los labios, claramente marcando territorio—. Te vine a buscar para llevarte a cenar.
Siento la incomodidad de Stefan a mi lado y me pongo colorada de le vergüenza.
—Matt, este él es Stefan, un compañero de clases.
No se porque, pero siento la necesidad de explicarme.
—Matthew Reed —saluda y le tiende la mano que tiene libre, porque la otra la tiene firme en mi cintura sin dejar que me aleje de él.
Veo la cara de sorpresa de él, y supongo que es porque debe reconocer el nombre de Matt.
—Yo soy Stefan, un gusto —comenta nervioso y luego se dirige a mi—. Nos vemos en clase, Nina.
Sin esperar respuesta se va casi corriendo y yo me siento un poco apenada por el chico, pero me olvido de el cuando hago contacto visual con Matt.
—¿Qué haces aquí? —vuelvo a preguntar sin creérmelo y él se ríe.
—Ya te dije, preciosa, vine a llevarte a cenar.
—¿Era necesario que lo intimidaras?
El pone los ojos en blanco con cara de fastidio.
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No me dejes caer; Escondida.
RomanceNina Johnson, una mujer de 26 años que después de que su ex abusa física y psicologicamente, se ve envuelta en una desgracia y decide dejar todo atrás, cambiarse el apellido y mudarse de país. Matthew Reed, un empresario exitoso, con un carácter d...