Parte 2 capitulo 26

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Pov Matt.

Observo como se contonea fuera del salón y me toma medio segundo reaccionar ¿Qué mierda acaba de pasar? No la entiendo, pero en este momento, ignorando la mirada inquisitiva de todos sobre mí, tampoco me importa.

—Estas advertida —le espeto con dureza a Cheryl, que me mira sin poder creer lo que acaba de pasar.

Solo me molesto en dejarle clara mi advertencia, y haciendo algo muy poco impropio de mí, me olvido de toda esta gente y sin despedirme de nadie, voy detrás de Nina.

Llego a la suite y la encuentro en la habitación, siente mi presencia porque veo como se tensa, pero me ignora y sigue enojada tratando de sacarse los tacones.

—¿Me vas a explicar que paso allá afuera? —pregunto, tranquilo. Me ignora y suelto un resoplo, va a ser otra discusión más—. ¡Nina! Te estoy hablando.

Me acerco a ella y la intento tomar del brazo, pero me aleja de un manotazo.

—¡¿Qué!? ¿Tanto te molesta que te interrumpiera?

—No interrumpiste nada, Nina. Solo quiero saber porque me besaste cuando eras tú la que había insistido en mantener esto en secreto.

La verdad me sorprendió su arrebato, pero no me molesto. Si hubiese sido por mi la hubiese besado toda la noche. Solo quiero entenderla y saber que es lo que esta pasando ahora por su cabeza.

—¡Porque quise! —grita y se aleja de mí, impidiendo que la abracé—. ¡Porque no se qué me molesta más! ¡Que esa zorra no parara de restregarte las tetas en la cara o que tu no la detuvieras!

—Nina...— trato de advertirle, molesto por su insinuación. Después del momento que tuvimos hace unos minutos, no puedo creer que piense quien sabe que cosas tan absurdas.

—¡Pero no me importa! —corta ella, sin dejarme hablar— no voy a dejar que ni ella ni ninguna de las moscas que te rodean piense que tienen oportunidad ¡porque eres mío!

A pesar de que esta siendo absurda, no puedo evitar que me guste escucharla hablar así de mí. Joder, si que soy de ella. No tiene ni idea de cuánto.

No se sonroja, no se apena como hace siempre. Sigue en modo berrinche, cosa que me excita enseguida, porque me gusta verla así, segura de sí misma, segura de reclamar lo suyo y de no tener miedo, pero mientras me da la espalda tratando de quitarse el vestido y decido que es suficiente, que tengo que retomar el control.

Con seguridad me acerco a ella, que no me ve venir y la empujo conmigo para aprisionarla sobre la pared más cercana, deteniéndola para que no pueda continuar quitándose nada.

—¡Ni lo pienses, suéltame, Matthew!

La ignoro, clavando mi pelvis contra ella que no puede evitar el gemido cuando siente mi erección, cosa que no hace mas que encenderme más aún.

—Te dije que yo te iba a arrancar este vestido, llevo toda la noche fantaseando con quitártelo, no me vas a robar el placer de hacerlo.

Siento como mi aliento en su oído le eriza la piel, cosa que me encanta. Me prende muchísimo saber que no puede resistirse a mí, que la excito y que me desea como yo a ella.

—Pues eso no es lo que parecía que pensabas hace unos minutos, parecía que era a la otra a la que le querías quitar el vestido.

Sigue intentando forcejear para que la suelte, pero no lo hago. Se me va la gracia con la que me estaba tomando esto, porque me jode que de verdad piense eso, que desconfíe de mi y que no se termine de dar cuenta que me muero por ella y que es a la única a la que me quiero llevar a la cama.

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⏰ Última actualización: May 06 ⏰

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