Está más hermoso de lo que recordaba. Lleva un traje de tres piezas negro acorde a la ocasión con una corbata azul oscura. Tiene el pelo un poco más largo, pero perfectamente peinado y lleva una barba corta de un par de días. Sus hermosos ojos verdes me escrutan, pero con su característica frialdad.
—¿Se conocen? —pregunta extrañado Charlie.
—No —dice el antes que yo pueda responder y su respuesta es un golpe en el estómago—. Señorita Johnson ¿no?
Mierda. No había manera que no se enterara de la verdad y claramente, está muy enojado. Me reta con la mirada y yo solo quiero salir corriendo. No estoy lista para enfrentarme a él
—Sí, soy yo. —apenas me salen las palabras. En este momento solo siento que me odia y no lo soporto.
—Señorita Johnson— Como el no parece querer decir nada más, habla el hombre que está a su lado del que claramente no me había percatado. Es un hombre joven como Matt, alto con el pelo negro y ojos marrones—. Mi nombre es Jake Adams, y este es mi hermano Matthew Reed, ambos conocíamos a su padre y queríamos darle nuestro sentido pésame. Lo sentimos mucho por tu perdida.
Oh, es su hermano. Conozco muy poco de su familia por culpa de mis estúpidas reglas de no meternos en la vida personal del otro. Jake parece un tipo amable, sin conocerlo estoy segura que la idea de venir aquí a presentar su lamento fue de él, y Matthew acepto por distintas razones.
—Gracias —murmuro sin animarme a mirar a Matt, y aun así siento como me sigue escrutando con la mirada y no lo puedo soportar— Si me disculpan...
Agitada, con las piernas temblando, como puedo me las arreglo para irme de ahí con rapidez.
Entro en la primera habitación que encuentro, la oficina de mi padre. Trata de respirar profundo y serenarme, pero no puedo. He pensado mil y un veces en reencontrarme con él, pero no estaba preparada para que sucediera.
Estoy sentada sobre la mesa con mi cara entre mis manos, cuando escucho que se cierra la puerta y no hace falta que levante la mirada para saber que es el.
—Señorita Brown ¿no? —habla con fingida calma que me pone los pelos de punta— ¿o señorita Johnson? ¿Cómo debería llamarte?
—Matthew —su nombre sale tan bajito de mis labios que no estoy segura que me escucho. No me gusta cómo me mira.
—O, mejor dicho, señora Williams, porque eres una mujer casada.
—¡No me llames así! —grito, solo escuchar su apellido me da asco —Nina. Nina Johnson. Ese es mi nombre, Matthew.
—Un gusto conocerla— Me dice con sarcasmo, sin tutearme y es muy irritante.
—Matt, lo siento mucho —me arriesgo a ser sincera a pesar de cómo me trata.
—¿Por qué, Nina?
—Por todo. No fue nunca mi intención mentirte.
—¿Ah no? —pregunta y ahora deja ver lo enojado y creo, que lo dolido que esta— Si nunca fue tu intención, ¿Por qué nunca me contaste la verdad?
A medida que habla se acerca cada vez más a mí y su cercanía me pone más nerviosa, si es posible estar más nerviosa de lo que ya estoy.
—Porque eras mi jefe...
—y solo eso, tu jefe ¿no? Como muy bien te encargaste de dejarme claro.
Si, está dolido y me duele a mi verlo así y saber que yo ocasione esto. Sé que tiene toda la razón de estar molesto y no sé qué decirle porque sé que no me va a perdonar, no importa lo que le diga.
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No me dejes caer; Escondida.
RomanceNina Johnson, una mujer de 26 años que después de que su ex abusa física y psicologicamente, se ve envuelta en una desgracia y decide dejar todo atrás, cambiarse el apellido y mudarse de país. Matthew Reed, un empresario exitoso, con un carácter d...