Unas caricias suaves en mi espalda desnuda me despiertan y me toma unos segundos darme cuenta que estoy en la cama de Matthew, que me tiene abrazada por la cintura y las piernas.
—Buenos días —murmuro, colorada. Tengo que admitir que me gusta empezar el día así.
—Sigues aquí.
—Sigo aquí —Sonríe con mi respuesta y me da un beso.
—Buenos días.
Miro a mi alrededor observando el desastre que hice anoche y me avergüenzo.
—Creo que te debo una lampara nueva.
—Se me ocurre una manera en la que me puedes compensar.
Después de una mañana bastante productiva, en la que milagrosamente siento que pude descansar un poco a pesar de todo, terminamos de comer algo y Matthew se pone serio.
—Tenemos que ir para que declares.
—Lo sé —suelto un suspiro de resignación—. Pero antes, tengo que llamar a Chloe. Debe estar preocupada.
Me pasa el teléfono para que la pueda llamar y ella contesta enseguida.
—¡Nina! ¿Cómo estás? Me estaba muriendo de la preocupación.
—Tranquila, Chlo. Estoy bien.
Se me hace raro hablar frente a Matt, que me mira completamente serio, como si estuviera muy interesado en lo que le respondo.
—¿Segura? Joder, Nina. Me estaba volviendo loca porque no sabía si había hecho lo correcto en dejar que Matthew te llevara, pero sentía que él era el único que te podía ayudar en ese momento y yo...
—¡Tranquila! Hiciste lo correcto —La corto intentando tranquilizarla—. Además, no creo que lo hubieses podido detener, está acostumbrado a salirse con la suya.
El se ríe y asiente, imaginándose de lo que hablamos.
—¿Entonces estas bien?
—Estoy mejor de lo que podría estar considerando lo que paso.
—Luke esta preocupado y molesto también. Deberías llamarlo.
—No, ahora no. En este momento lo ultimo que necesito es soportar a Luke celoso.
—Si, tienes razón.
Las facciones de Matt se endurecen cuando me' escucha y yo desvió la mirada.
—Me tengo que ir, Chlo. Hablamos después ¿sí? Te quiero.
—Y yo a ti.
Después de colgar, me quedo sentada sin ganas de moverme. No quiero tener que revivir lo que paso y tener que admitir lo que ese hijo de puta me hizo a un desconocido, pero se que es necesario si quiero que no salga de la cárcel.
—Vamos, yo voy a estar ahí contigo.
Matt se acerca, me da un beso en la frente y me toma de la mano obligándome a caminar. Esta vez, vamos solos los dos. No hay rastro de Roy por ningún lado. Nos montamos en su bmw y vamos en silencio, mientras yo trato de mantener la calma.
—Ya estamos aquí, Nina.
Iba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta que se detuvo frente a la comisaria. Me armo de valor y me bajo del auto.
En la estación se presenta la detective Park porque obviamente no la recuerdo.
—¿Cómo se encuentra, señorita Johnson?
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No me dejes caer; Escondida.
RomanceNina Johnson, una mujer de 26 años que después de que su ex abusa física y psicologicamente, se ve envuelta en una desgracia y decide dejar todo atrás, cambiarse el apellido y mudarse de país. Matthew Reed, un empresario exitoso, con un carácter d...