Capitulo 15

4.3K 319 44
                                    

Iba a esperar hasta el fin de semana pero  termine de escribir y no pude aguantar las ganas de subir el capitulo. he actualizado mas rápido asi que no se pueden quejar jajajaja.

se pone un poco mas interesante la cosa así que espero que les guste y espero sus opiniones :) 

---

—¿pensaste que te iba a pegar? — habla con una voz neutra pero fría y filosa que no le había escuchado hasta ahora.

—Yo...— me interrumpe con un grito.

—¿¡Qué clase de persona crees que soy¡?

—¡Fue un acto de reflejo! ¡Lo siento!

Estoy a punto de echarme a llorar. Él se aleja de mi como si no pudiera soportar mi cercanía. Agarra el vaso, se lo toma todo de un solo golpe y lo vuelve a dejar en la mesa. Cuando se vuelve hacia a mí me mira con rabia.

—Si piensas que soy un animal capaz de pegarte, ¿¡que mierda haces trabajando para mí!?

—No fue mi intención, de verdad.

Se vuelve acercar a mí y me acorrala contra la pared, poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza. Puedo sentir su aliento a whisky. No me gusta esta situación, siento que en cualquier momento me va a dar un ataque de pánico.

—Déjame ser completamente claro, no sé quién te golpeaba —cuando dice eso me pongo en alerta. ¿Como demonios sabe eso? —. Pero, yo nunca, absolutamente nunca, te pondría una mano encima. Ni a ti, ni a ninguna mujer. Ahora, si crees que soy capaz de actuar como un maldito animal para pegarte y por una idiotez como esta, te sugiero que dejes tu carta de renuncia en mi mesa porque no voy a tolerar trabajar con alguien que me haga sentir como una mierda.

Se aleja de mí y va hacia su mesa.

—Señor...— otra vez me interrumpe.

—No tengo ganas de escuchar tus disculpas en este momento Nina. Vete de aquí. ¡ya!

—Matthew...

—¡Que me dejes solo!

Salgo de su oficina antes que todo empeore. Voy al baño y cuando me veo en el espejo esto sudando y sigo temblando de los nervios. De verdad no pensé que fuera capaz de pegarme, fue solo un acto reflejo.

Yo sé que la situación lo puede ofender, pero no entiendo porque se molestó tanto y porque se lo tomo tan personal. Me parece que no soy la única que tiene demonios escondidos.

Me siento en el piso y no puedo evitar llorar. ¿En que momento mi vida se convirtió en esto? Le tengo miedo a la cercanía de cualquier hombre. Pienso que cualquiera me va a pegar o a maltratar como lo hizo Eric. Eric. Todo se reduce a él. Maldigo el día en que lo conocí.

Cuando me logro calmar un poco, me lavo la cara y salgo del baño. No sé cuánto tiempo ha pasado pero lo cierto es que no me quiero mover de aquí sin antes hablar con él. No me debía haber gritado por algo que no es mi culpa, pero entiendo completamente que ahora si este molesto con razón.

Sigo trabajando mientras espero que pase un poco el tiempo. Se que él no ha salido de su oficina, pero tampoco escucho ningún ruido y ya se hicieron casi las ocho de la noche, no debe quedar nadie en el edificio.

Me acerco de vuelta a su oficina, pero no me contesta así que, sin pensar mucho en las consecuencias, abro la puerta. Lo encuentro sentado en su silla, con la cabeza recostada hacia atrás y con otro vaso casi vacío en la mano.

—¿Señor?

El levanta un poco la cabeza y me descoloco cuando lo veo. Tiene los ojos un poco rojos, está completamente despeinado, desarreglado y para rematar, está claro que esta borracho.

No me dejes caer; Escondida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora