Capitulo 17

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Sorpresa! otro capitulo seguido por haber llegado a los 1k. es un poco mas corto y TIENE CONTENIDO SENSIBLE, ASÍ QUE LEER BAJO SU PROPIO CRITERIO. 

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Llego a mi casa aun alterada por todo lo que ha pasado hoy. Me meto en la ducha sin poder evitar sentarme en el suelo y llorar por lo que parece una eternidad. Todo lo que paso hoy es demasiado. Matthew ya sabe que algo me paso y no me gusta. Me lee con mucha facilidad y soy muy vulnerable ante él.

Debería plantearme seriamente la posibilidad de renunciar, pero por más que lo niegue, no me gustaría no volverlo a ver. Hay algo sobre él. No es normal la reacción que tuvo hoy y que se emborrachara de esa manera en su oficina sin importarle que alguien lo pudiera ver. El hombre es estricto y es la imagen de la profesionalidad así que para que se allá puesto de esa manera, tiene que ser por algo grave.

Me pregunto si su ex novia tendrá algo que ver con todo esto. El día que esa mujer apareció en su oficina pude ver en su mirada odio y rencor, así que no me extrañaría que ella sea la razón por la que el viernes llego tan molesto al trabajo.

Pero lo que no me puedo sacar de la cabeza, es el hecho de como reaccione con el estando borracho. No me dio miedo, o bueno, al menos no mucho. Usualmente en situaciones así, saldría corriendo, pero por alguna razón, tuve la necesidad de quedarme con él y ayudarlo. Por lo menos hasta que el pareció en recuperar la compostura y todo se fue a la mierda.

Cuando empieza a salir el agua fría y mis dedos están todos arrugados, por fin salgo de la ducha. Después de secarme me pongo solo unas bragas y me acuesto. Si, me gusta dormir sin nada.

Estoy acostada, sin poder conciliar el sueño, esperando que Eric llegue a casa. Hoy tenía una importante reunión con mi padre sobre un proyecto que él quiere desde hace tiempo. Lo he llamado toda la tarde, pero no contesta y mi padre no me dio mayor detalle, me dijo que lo que hablaran ellos no era de mi incumbencia y que lo que hiciera mi marido después de salir de su oficina, no era su problema.

Si, así es mi querido padre, quiere que este con Eric bajo cualquier medida, pero no le importa el resto.

Escucho el golpe de la puerta principal y automáticamente se lo que me espera Bajo sin hacer mucho ruido. Lo encuentro en la cocina destapando una cerveza. Esta todo desprolijo así que eso quiere decir que viene de un bar.

—¿Eric?

Se voltea y cuando se encuentra conmigo, enseguida veo como se pone tenso. Tiene los ojos rojos y aprieta los dientes con fuerza.

—¿Qué cojones quieres?

—Te estaba esperando. ¿Cómo fue la reunión con papa?

Pone la botella de cerveza tan fuerte sobre el mesón que es un milagro que no se rompiera. Se acerca a mí con rapidez y antes que lo pueda evitar, estoy pegada a la pared.

—¿¡Quieres saber cómo fue la reunión!? ¡mal! ¡el imbécil de tu padre le dio el proyecto a otro!

Siento el hedor a alcohol que emana de todo su cuerpo y me asusto. Se lo que pasa cuando esta así y más aún si mi padre le dio ese proyecto a otro.

—Seguro tiene algo mejor para ti.

—¡Cállate! — grita. Me toma por la garganta y me empieza a costar respirar.

—Eric, suéltame, por favor.

Estoy asustada y me corren las lágrimas por las mejillas.

—¡Maldita sea, deja de llorar! —grita cada vez más fuerte y aumenta la presión sobre el agarre—. ¡Es un imbécil! ¡igual que tú! Me debería dar la vicepresidencia de la puta empresa por tener que soportarte.

—¡me lastimas! — sigo llorando e intento zafar de su agarre, pero no puedo. Lo siguiente que se es que me suelta, pero me tumba al piso de un bofetón.

—¡que dejes de llorar!

Intento parar porque si no se va a molestar más, pero él no parece importarle porque me agarra del brazo con mucha fuerza, me levanta y me empieza a arrastrar hacia la sala.

—¿A dónde me llevas?

—¡Cállate!

Cuando me tira en el sofá, entiendo que es lo que va a hacer y no sé cómo pararlo.

—¡Eric, no! ¡por favor!

Me da otro bofetón y se empieza a desabrochar el pantalón.

—¡Que te calles! ¡eres mi mujer y es tu obligación satisfacerme!

Con extremada violencia me baja el short de pijama que tenía puesto y me rasga las bragas.

—¡No quiero! ¡Por favor, no lo hagas! ¡Suéltame!

Intento separarlo, pero es inútil, es mucho más fuerte que yo. Me agarra las dos manos por mis muñecas y las pone con fuerza sobe mi cabeza. Sin más preámbulo, entra en mi de un solo golpe y en ese momento dejo de luchar, cierro los ojos para no verlo, aunque las lágrimas siguen ahí. Así no me duele más y termina más rápido.

Cuando termina sale de mí y me ve con asco y me termina de humillar.

—no se para que mierda me molesto si eres tan inútil y frígida que no sabes satisfacer a tu propio marido. ¡fuera de mi vista!

Él se mete en la cocina y yo prácticamente me arrastro al baño de invitados, me encierro y me meto en la ducha, intentado quitarme esta sensación de suciedad de encima. Me siento ahí, pero no lloro más, no me muevo, simplemente estoy inerte.

Me levanto temblando con la sensación de alguien encima de mí, pero me calmo un poco cuando me soy cuenta que solo fue la pesadilla, que estoy sola.

Era obvio que después de un día como el de hoy, donde tuve tantas emociones mezcladas, una pesadilla me iba a joder la noche. Son las cuatro de la mañana y como sé que no voy a volver a dormir, me levanto, me pongo una bata y me siento en la sala. Prendo la televisión y me intento olvidar del recuerdo que me acaba de asechar.

Se hacen las ocho de la mañana así que decido hacerme un café. Estoy cansada, con sueño y aun así no me pude dormir. Tenía miedo de volver a soñar lo mismo. Tengo que buscar un psicólogo. Como no hable con alguien y siga teniendo estas pesadillas en cualquier momento van a volver los ataques de pánicos.

Estoy sumergida en mis pensamientos cuando unos golpes bastante fuertes en la puerta me traen de regreso a la realidad. ¿Quién puede tocar la puerta de esa manera un sábado a la mañana? No paran de tocar.

—¡Ya voy! —Cuando abro la puerta me encuentro con nada más y nada menos que mi jefe, con una cara de mala leche. ¿y ahora que paso? —. Matthew...

—tenemos que hablar. 

No me dejes caer; Escondida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora