No me dejes caer; Escondida.

Capitulo 35

Hola! aqui traigo otra actualizacion rapida! 

Recuerden comentar para saber si les gusta como se va desarrollando la historia, los coments siempren motivan para seguir escribiendo please! 

un besoooo :) 

Me hace caminar por todo el lugar, sin decir ni una palabra. La tensión que hay entre nosotros es palpable, puedo sentir el cabreo que emana por todo su cuerpo y empeora cuando nos cruzamos con Andrés, que no le pasa desapercibido la mano de Matt en mi espalda.

—Aquí estas, te estaba buscando por todos lados ¿está todo bien?

¡Joder! ¿Porque nos teníamos que cruzar justo con él?

—Si, está conmigo. Tengo que hablar con ella—. Responde Matthew por mí. hace amago para que sigamos caminando, pero Andrés insiste.

—Es viernes a la noche, no me parece que es lugar ni momento para hablar de trabajo.

El cuerpo de Matthew se tensa a mi lado, pasa su mano de mi espalda a mi cintura y me atrae hacia él.

—No tengo porque darte explicaciones— dice con el tono subido y molesto—. Vamos, Nina.

—No te preocupes, Estoy bien— intervengo cuando lo veo con la intención de discutir y no quiero que se meta en problemas con el jefe, que se no le tiembla el pulso para despedir a nadie.

Matthew bufa y sin esperar más, empieza a caminar y me lleva con él. Menos mal que era yo la que iba a montar un numerito, no quiero saber que debe estar pensando ahora Andrés de nosotros.

Caminamos entre la gente hasta que llegamos a un pasillo de acceso restringido pero el de seguridad se percata rápidamente de quien es y nos deja pasar sin preguntar nada. Hay varias puertas, pero entramos casi en la última.

Cuando cruzamos la puerta, de lo que es una pequeña oficina, lo primero que hago es quitar su mano de mi cintura para poder alejarme de él.

—¿Quién te crees que eres? ¡No quería venir contigo!

—Soy tu puto jefe— espeta

—¡Acabo de renunciar así que no eres mi jefe! — grito y me cruzo de brazos.

—¡Eso no es una renuncia! Además ¿no necesitas el trabajo? — estamos enfrentados cara a cara y yo no puedo con lo cara dura que es.

—¡Eso no es tu problema! Además, tu mismo me amenazaste esta mañana con despedirme, así que te ahorro el trabajo.

—¿De que mierda estas hablando? — parece que sinceramente no tiene idea de que hablo o es un mentiroso muy convincente.

—No importa. ¿Para que me trajiste hasta aquí? —Lo dejo de encarar y trato sonar lo más desinteresada posible, aunque tengo las emociones revolucionadas.

—Te hice una pregunta ¿de que estas hablando? —me agarra del brazo para obligarme a prestarle atención y automáticamente me pongo en alerta y el se da cuenta porque me suelta y se lleva las manos a la cabeza— Esto se nos esta yendo de las manos.

—No se de que me hablas.

—Nina, por favor. Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando. Lo que paso anoche...

—Lo que paso anoche fue un error, como bien te encargaste de ponerme en claro— lo interrumpo y no puedo esconder la molestia.

—Si porque soy tu jefe...

Cansada de que me pisoteen y que barran el piso conmigo, decido ser valiente una vez y lo vuelvo a interrumpir.

—¡Basta! —. Frunce el ceño en desconcierto, pero yo prosigo—. Que seas mi jefe no te detuvo anoche, solo lo estas utilizando como excusa. No tienes ningún derecho a tratarme como lo hiciste esta mañana, ¡me amenazaste con quitarme mi trabajo! como si todo fuera mi culpa y tu fueses la pobre víctima.