Capitulo 10

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Bueno tarde un poco en actualizar pero hasta ahora esta es el capitulo mas largo que he subido. empieza a ponerse mas interesante así que espero que les guste y espero sus comentarios :)

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Un fuerte olor a alcohol me despierta. Es el que me puso un algodón para despertarme. Lo primero que veo cuando abro los ojos es la cara de mi jefe y me parece ver un poco de preocupación en su mirada. Enseguida recuerdo lo que paso y me quiero morir de la vergüenza, estoy recostada en el mueble de su oficina así que eso significa que, no solo me desmaye en su oficina, me tuvo que cargar para no caerme al piso.

Me intento incorporar, pero él no me deja, me pone una mano en el hombro.

—Ten cuidado, ¿estás bien?

Por primera vez desde que lo conozco me habla de tu, con una voz suave y en un tono amable que claramente, yo no conocía. Y, ¡no! por supuesto que no estoy bien, probablemente tengo la cara colorada de la vergüenza que siento en este momento.

—Si si, siento mucho todo esto señor — Hablo rápido, nerviosa y esta vez si me deja sentarme.

Se sienta en la mesa de café enfrente de mí, pone las manos en el borde, vuelve a poner su cara inexpresiva y me mira fijamente.

—¿Me puede explicar que fue eso?

Vuelve a su tono de voz habitual.

—Lo siento mucho de verdad, no he dormido mucho últimamente y... — me interrumpe bruscamente.

—¿Si sabe que la empresa tiene una política muy estricta sobre el uso de sustancias ilícitas?

Oh por dios, ahora piensa que consumo drogas.

—Si por supuesto que lo sé, le aseguro que no consumo ningún tipo de sustancia, si quiere me puedo hacer una prueba. tampoco tomo alcohol. Es solo que he tenido pocas horas de sueño y no he comido casi nada en varios días.

Me paso las manos por la cara intentando evadir su mirada. el sopesa mi respuesta, pensando si creerme o no.

—¿Se puede saber porque no ha comido? —le intento responder, pero no me deja—. No me diga, es la típica mujer que deja de comer para no engordar.

—¿que? ¡por supuesto que no! —bien, ahora piensa que soy una plástica—. Solo se me olvido.

Enarca una ceja —¿Se le olvido? ¿no se le ocurre una excusa mejor?

Me sonrojo y se me ocurre decirle que me pongo tan nerviosa trabajando para él, que se me olvida todo, incluso comer. pero, lo pienso mejor.

—No es una excusa señor. De verdad siento mucho todo esto, entendería perfectamente si no quiere que...

—¿Que le dije sobre no mirarme a los ojos cuando le hablo?

—Lo siento...— lo miro y suelta un suspiro exasperado.

—¡Deje de disculparse! fue un accidente. solo procure que no vuelva a pasar, por favor— se levanta, va hacia a su mesa y vuelve agarrar sus cosas—. Recoja sus cosas, viene conmigo.

¿Ir con él? son casi las siete de la noche y lo único que quiero es acostarme en mi cama. Además, no sé si tengo la fuerza física para mantenerme de pie mucho tiempo.

—¿Con usted?

—Si.

Me frustra que no diga nada más y que asuma que voy a hacer lo que dice. En otro momento se lo diría, pero después de lo que paso, es mejor no decir nada.

No me dejes caer; Escondida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora