No me dejes caer; Escondida.

capitulo 46 parte 1

Hola! nueva actualizacion!

porfin voten y comenten asi subo la otra parte rapido jijiji :) 

<3

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El lunes procuro llegar temprano a la oficina, con el café de Matt en la mano. No sé nada de él desde el sábado cuando me dejo en mi casa. No sé si seguirá enojado o no.

Un par de minutos después de abren las puertas y aparece, con su respectivo traje negro de tres piezas, pero que como siempre le queda como anillo al dedo.

—Buenos días, Nina.

Me llama por mi nombre, supongo que es una buena señal.

—Buenos días.

—Pasa a mi oficina.

Voy detrás de el con el café y su agenda.

—Esto es tuyo.

Le apoyo el café en la mesa mientras trato de descifrar cuál es su humor esta mañana.

—Gracias —dice neutro—. ¿Qué tengo pendiente para hoy?

Le digo que tiene un par de conferencias y luego una reunión, le dejo unos documentos que tiene que revisar para firmar y luego me retiro de su oficina.

No dice nada de lo que paso, no me trata de ninguna manera en específico, simplemente es profesional y yo no sé si agradecerle o si prefiero que me diga algo al respecto.

A la hora del almuerzo decido bajar a comer algo. En la cafetería me cruzo con Gabriela, que está sentada con un par de los chicos con los que fuimos a la discoteca y cuando me ve, me mira con odio y me ignora. Pues bien, mejor para mí.

Cuando estoy pidiendo, Andrés se acerca a saludarme.

—Hola Nina, ¿Cómo estás?

—Bien ¿y tú?

—Bien...hace días no te veo por aquí.

—He estado muy ocupada, ya sabes cómo es el jefe.

—¿Ocupada por culpa del jefe o con el jefe? —lo miro indignada por la pregunta que me acaba de hacer.

—¿Perdón?

—Vamos, Nina. Es obvio que pasa algo entre ustedes dos. Ya veo porque no querías salir conmigo.

Respiro profundo y cuento hasta 10 para no mandarlo a la mierda. Pero bueno, ¿qué le pasa al mundo que cree que pueden meterse donde no los llaman?

—Andrés, no tengo que darte explicaciones. No me siento atraída hacia ti.

—Con un braguetazo así, obviamente.

Sin pensarlo le doy una bofetada que me hace sentir orgullosa. Me doy cuenta que todos los que están presentes nos miran, pero no me interesa.

—Cómo te vuelvas a acercar a mí, te denuncio con recursos—espeto y me doy la vuelta para salir de ahí.

Todo esto es culpa de Matthew, si el primer día que tuvimos sexo no se hubiese comportado como un idiota, esa noche en la discoteca podríamos haber disimulado y nadie se hubiese dado cuenta de nada. Ahora no soy más que la comidilla de los demás, como él me dijo que iba a pasar.

Una vez en mi puesto de trabajo, me avisan que va a subir la persona con la que Matt se tiene que reunir. Le aviso por el teléfono y me dice que lo haga pasar.

Aparece un hombre joven, de unos treinta años aproximadamente con el cabello oscuro y ojos claros.

—Buenas tardes, señor rojas, ¿cierto?

—Buenas. Si, vengo a ver a Matthew.

Me sorprende un poco que lo llame por su nombre de pila, pero asiento y le indico que pase que lo está esperando.

Lo que no esperaba era que segundos después, la puerta de la oficina se abriera de golpe y Matthew apareciera rojo de la furia.

—¿Quién carajo dio autorización a que este imbécil suba?

—Matt tenías una reunión con él —murmuro toda nerviosa sin reparar como lo llame.

—Yo no tengo nada que hablar con él. Llama a seguridad— me espeta y luego lo mira a el—. O te vas solo o hago que te echen.

Nunca lo había visto tan enojado, quizás cuando su ex apareció por aquí, pero esto es distinto. Esta vez tiene una cara de odio que no le había visto antes.

—Matthew necesito que me escuches.

—No me interesa nada de lo que tengas para decir. Ve con Brianna, seguro después de una buena follada ella escucha todo lo que quieras decirle

Oh, ahora me cae la ficha. Este debe ser su mejor amigo. O bueno, su ex mejor amigo. ¿Qué hace aquí? ¿está loco? Matthew en cualquier momento pierde los papeles y no sé qué es capaz de hacer.

El hombre pone los ojos en blanco, pero no se inmuta con los gritos de Matt, claramente ya lo conoce.

—Matthew, ya sé que la cague. Pero quiero arreglarlo.

Matthew se ríe sarcásticamente y a mí me pone los pelos de punta.

—Te estabas cogiendo a mi novia, en mi cara, ¿y pretendes arreglarlo?

—Ya sé que no me vas a perdonar, pero no quiero que las cosas empeoren.

—Ya no pueden empeorar más, Daniel.

Matt tiene los puños cerrados y sé que se está conteniendo para no lanzarlo contra una pared.

—Brianna está jugando con los dos, pero no le voy a permitir que te siga jodiendo.

—No sé de qué mierda hablas, ¿pero se supone que te tengo que agradecer por algo?

—Solo quiero que lo sepas, Matt. El hijo de Brianna no es tuyo, es mío

La cara de Matt cambia y ahora no tengo idea de que está pensando.

. —Ya sé que existe esa posibilidad,

—No es solo una posibilidad —lo corta Daniel—. Es un hecho. Ella me lo dijo. Solo quiere atraparte.

—¿Por qué diablos te debería creer?

—Siempre fuiste como un hermano para mí y sé que la cague. Me gustaría arreglar las cosas, pero sé que no puedo. Solo quiero que lo sepas para que no te sigamos jodiendo.

Suena arrepentido y no sé por qué, pero yo por lo menos le creo.

Veo la duda pasar por la cara de Matt.

—Yo no quiero nada con ella. Lo que ustedes hagan no me podría importar menos, pero si hay una posibilidad de que ese hijo sea mío...

—No lo es. Brianna se hizo un ADN, además, las fechas coinciden con los días que estuviste de viaje, Matt.

—¿Cuando me fui de viaje y tú te la follabas por mí? —pregunta con sarcasmo Matt.

—Matthew...

—Si eso es todo lo que tenías para decirme, lárgate —lo interrumpe.

—Lo siento, tío — suspira resignado, pero finalmente se dirige al ascensor y se va.