Capítulo 9

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Cambios
Bella Carusso

  Agna aparece por una de las cuatro entradas al comedor principal. Ella ve todo lo que he organizado y sonríe pero cuando nota que estoy quitando algunas cosas se acerca a mí.

—¿Qué haces, Bella? Todo está perfectamente.

—Me acabo de enterar que no les gusta cenar a todos en una misma habitación —digo avergonzada —, así que será mejor que lo recoja ahora.

—No vas a hacer eso —frunce el ceño —, más bien dime dónde está la comida para organizarla y mientras tú vas a llamarlos.

—También podemos ayudar —dice una de las chicas.

Agna asiente y yo sólo comienzo a caminar hacia la única habitación que sé de quién es el dueño.

—Egger te va a decir que no —se burlan.

—Adelante, quiero ver cómo te rechazan.

Toco tímida y seguramente Egger ya debe saber que soy yo porque una vez abre, aún sigue en su celular y murmura.

—Bella.

—Hola —me remuevo —, acabo de hmm hace la cena ¿podrías por favor, pasar a la mesa principal?

Egger levanta la mirada sorprendido y luego frunce el ceño cuando las gemelas detrás de mí sueltas risitas.

—¿Qué haces con ellas? —me pregunta a cambio.

—Oh bebé —responde una de ellas empujándome para tocar a Egger —, yo le advertí que no les gustaba pero ella insistió.

Su cara de enojo comienza a aparecer así que un nuevo temor crece en mí.

—Sí quieres te puedo traer la cena, no tengo ningún problema —me adelanto a decir —. Se lo haré saber a tu mamá.

—Dame cinco minutos y estoy ahí.

Las gemelas dan un grito ahogado y yo asiento.

—Iré a avisarles a tus hermanos —susurro.

Camino hacia otro habitación a la zar y toco nuevamente. Quién me abre es Dressler.

—Hola, Bel —saluda sonriente.

Y su sonrisa se borra cuando nota quién está detras de mí.

Nuevamente las gemelas.

—Egger ya nos ha avisado —responde en cambio —, pero me pareció una buena oferta esperar a que tocaras a mi puerta.

Yo asiento sin decir más y me da la misma respuesta de Egger, estaría allí en cinco minutos.

Hago lo mismo con los dos hermanos restantes y la última habitación es la de Althaus.

—Bella —responde ignorando a las gemelas.

—Althaus... —aclaro mi garganta.

Aún recordaba lo que había pasado en el gimnasio.

—Quiero escucharlo de ti.

—La cena está servida en la mesa principal —mis mejillas se sonrojan cuando mira mis labios —, tu mamá ya está preparando todo.

—Te veré ahí en cinco minutos.

Me volteo rápidamente y salgo del pasillo de habitaciones como flash. Me acerco a la cocina y veo a Agna hablando por celular y con un pañuelo en la mano.

—Es tan bella como su nombre, Acker —solloza —. Y tan buena, ha preparado la cena para ellos sabiendo que está secuestrada de hace unas horas.

Toco tímida y ignoro el hecho de que está hablando de mí con un tal Acker.

—Te tengo que dejar cariño —vuelve a hablar regalándome una sonrisa —. Te amo igual.

Miro hacia la mesa principal y toda la comida ya está en bandejas esperando para servir.

—Ya vienen —hablo un poco emocionada.

—Bien, entonces a esperar.

Sonrío calmada y quién aparece es Althaus con cara de irritación y detrás de él aparecen las gemelas.

—Madre —saluda —, Bella.

—¡Vaya! —entra Dressler —¿Quién ha hecho todo esto?

—Bella lo ha hecho cariño —Agna responde —, y yo le he ayudado.

—Seguramente lo más feo será lo de mamá —habla Adler.

—¡Los castigaré!

—Te recuerdo que ya estamos demasiado mayores —replica Althaus.

—Pues les recuerdo que siempre seré su madre.

—Pueden sentarse —cambio de tema.

—¡Egger!

—Aquí estoy, aquí estoy.

Todos tomamos asiento y entre todos se miran, entiendo las miradas.

Están esperando que alguien les sirva.

Así que me coloco de pie y voy hacia Althaus, me acerco y comienzo a servirle principalmente a él.

—Déjalo Bella —me sobresalto —, no pensé en ti precisamente, ya has hecho mucho.

—Bella ha cocinado con madre, ¿podrían hacerlo ustedes, Clarie y Flor? —esta vez quién habla es Adler.

La sonrisa malvada de Dressler aparece y Egger solo da miradas divertidas a sus hermanos.

Termino asintiendo y ellas no replican.

Althaus quita las pertenencias de una de las gemelas de su puesto al lado y Adler hace lo mismo, me sientan medio de ellos dos y yo me siento mas sonrojada que nunca.

—Así está mejor.

Una vez servido, todos comenzamos a comer. Y como es clásico en una familia grande, las bromas no se hacen esperar.

Engel #1 |C.A|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora