Engel #1 |C.A|

Capítulo 31

Trío |+18|
Adler Engel

  El olor de Bella me volvía loco y las ansias por probarla como lo estaba haciendo en estos momentos mi hermano me hacía sentir por momentos eufórico.

Apreto nuevamente sus senos y halo sus pezones con fuerza, el dolor y la excitación a veces iban de la mano y eso quería dejarle saber a Bella. Tomo aire y siento que es el momento en que ya está más receptiva que nunca.

—Bella —gruño contra su cuello mientras mi nariz soba la parte más abajo de su oreja —, ponte en cuatro.

Dressler pasa su lengua por la vagina de nuestra chica y ella termina gimiendo, comienza a agacharse de a poco y aunque quiero sentirme mal porque tendremos relaciones en medio de la sala de estar. No queremos perder tiempo llevándola a una de las habitaciones.

—¿Qué van... qué van a hacer? —pregunta sonrojada mientras está de rodillas sin colocarse en la posición que le he indicado.

—En cuatro, Bella —gruño.

Comienza a colocarse en posición, intenta mirar hacia el piso pero Dressler la levanta.

—En la habitación —me mira fijamente.

Y aunque quiero protestar no lo hago y caigo en cuenta de que sería lo mejor, podría lastimarse.

Caminamos rápidamente hacia la habitación, Bella suelta risitas, Dressler le guiña un ojo y yo comienzo a quitarme la camisa para estar a la par de mi hermano.

Simplemente en sudaderas.

Una vez en el cuarto Dressler la arrastra a la cama y comienza a besarla por todas partes. Ella suelta risitas y yo quiero follarmela entera. Su risa me ponía.

—En cuatro, Bella —vuelvo a repetir la orden.

Ella me hace caso, me posiciono detrás de ella y quedo de rodillas ante su parte trasera. Bella comienza a darle besos en el abdomen a Dressler y este jadea en respuesta haciendo que la vagina de Bella se contraiga goteando sus jugos vaginales que no tardo en recoger con mi lengua.

Gime.

Comienzo a degustar su parte inferior y su sabor hace que quiera seguir prendiendome de ella como un maldito desesperado, mi lengua pasea una y otra por sus pliegues y su clítoris subiendo hasta su ano, donde siempre que intento subir más allá se corre avergonzada.

—Relájate —gruñe Dressler.

Bella comienza a bajar el pantalón de Dressler con una de sus manos y con la otra se sostiene en la cama con fuerza pues cada vez muevo mi lengua con más agilidad.

Un jadeo fuerte de Dressler me hace parar momentáneamente y luego entiendo lo que sucede cuando Dressler toma del pelo a Bella. Eso me pone aún más.

Vuelvo a pasar mi lengua por su clítoris para separar mi boca de su entrada para poder mojar un poco mis dedos. Gruño con placer cuando el jadeo de Bella me indica que le complace sentir dos dedos dentro de ella. Dressler gime, Bella jadea y yo comienzo a tocarme como un puto desesperado sin desprender mi boca y mi mano de ella.

Bella comienza a contraer sus paredes vaginales, así que saco los dedos de su entrada para posar mi lengua dentro de ella y ayudarla tocandola con apremio en su clítoris. Jadea ahogada y termina viniendose en mi lengua, mi hermano gruñe con placer y sé que se ha corrido.