Capítulo 55

13.4K 1K 63
                                    

Al borde de la muerte
Bella

  Tomo una bocanada de aire grandísima, intento controlarme pero, el sentimiento de que pude haber muerto se instala en mi pecho como un recordatorio de que no lo estoy haciendo bien.

—Otra vez —presiona el maestro Young.

—No puedo más —niego tomándome fuerte de los lados de la piscina olímpica.

—Sí puedes, hazlo nuevamente.

Niego, toso y trato de tomar más aire. Una vez estoy a punto de salir, el maestro Young vuelve a tirarme sin contemplaciones a la piscina.

—Respeta a tus mayores, Bella. He dicho que lo vuelvas a hacer —dice calmado.

La impotencia que siento me tiene al borde de un colapso, últimamente mi mente no dejaba de repasar todas y cada una de las noticias que había leído sobre Althaus y quién quiera que fuera la chica con la que estaba saliendo. Mi concentración no estaba al máximo y por eso el maestro Young me estaba haciendo esforzar el doble.

—No puedo más —niego.

—Has elegido guardar todo para ti —camina de un lado a otro con calma —. He respetado el que quieras entrenar en lugar de soltarlo pero, sí no lo haces no vas a avanzar.

El dolor en mi pecho estaba dándole la razón pero me había prometido a mí misma no volver a romperme. Lo había hecho una vez delante del maestro Young y no quería volver a hacerlo.

—Tu mente tiene que estar alineada con la calma —me tiende la mano —, tus sentimientos nublan tu juicio y debes aprender a manejar tus sentimientos. Tu mente tiene que mantenerse enfocada en un objetivo, señorita Jordan. Sin distracciones.

Me siento en el frío suelo de la piscina y doblo mis piernas en posición de meditación.

—Mi mente en un objetivo, lo sé

—Apagar tus sentimientos en medio de un combate te da ventajas —interrumpe —. Enfocar, obtener y dar el golpe final.

El maestro Young se va sin decir más y yo me quedo un rato más ahí, la frustración por no haber alcanzado mi objetivo me tiene haciéndome levantar, caminar hacia las esferas de metal con grilletes y asegurarlos a mis pies.

Sabía que no podía hacer esto sin que alguien más estuviera pendiente pero necesitaba superarme y sin riesgos uno nunca se supera.

Tomo las esferas y con fuerza las tiro a la piscina, la presión hace que me arrastre un poco más adelante quedando al borde, mi corazón palpita rápido y las esferas cada vez hacen más fuerza por impulsarme hacia abajo.

Ser buena en apnea era lo que necesitaba porque con los hermanos había que correr riesgos y yo ya no me iba a dejar matar fácilmente. Y, aunque esto no era el mar, la piscina tenía una buena profundidad.

Apago mis sentimientos y sin más me enfoco en lo que quiero conseguir. Althaus, Adler, Egger y Dressler salen de mi mente y todo lo que ha estado atormentandome últimamente desaparece. Me lanzo y la presión me baja inmediatamente, mantengo la calma y trato de sentirme relajada y en paz.

Siento cuando las esferas tocan el suelo de la piscina y yo nado hasta llegar allí mismo, la llave la tenía entre mis senos, así podría liberarme cuando sintiera que no podría más. Me siento y cierro los ojos tratando de meditar, ni un solo ruido, solo sentía un poco la presión de mi cuerpo por respirar sin llegar a ser asfixiante.

Engel #1 |C.A|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora