Capítulo 73

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Falsa
Egger Engel

  No comprendía exactamente qué estaba sucediendo, qué Bella lastimara a Althaus de esa manera me sorprendía. Y, el que actuara tan tranquila me había llegado a inquietar bastante.

Mientras Pine se lleva a Bella me acerco a Althaus, quién está sentado en una silla recibiendo curación por parte de Kristine.

Apenas Althaus me ve, se levanta tirando al suelo a Kristine. Dressler se tensa pero a Adler le deja de importar.

Da un paso hacia mí y si le dolió ni lo expresa, me toma de las solapas de la chaqueta que tengo puesta y me acerca con agresividad hacia él.

Estaba cansado de pelear, así que no le reprocho.

—¿Qué mierda le has hecho? —el que se contenga me hace saber que está a nada de estallar.

—¿Qué? —no comprendo nada.

—Debemos hablar de esto afuera —propone Dressler.

Althaus me hala y comienza a arrastrarme hacia el balcón donde minutos antes había visto entrar a Bella. Althaus, Adler, Dressler, Kristine y yo íbamos directos ahí.

Althaus abre de malas maneras las puertas del balcón y mi mirada se cuenta con la de Deisy.

Hay rastros de lágrimas en sus ojos y una vez me vuelve a ver a mí, comienza a llorar.

—¿Qué? —miro a Dressler y vuelvo a mirarla a ella —¿Qué hiciste Deisy?

Mi voz sale fría.

Mi pulso se acelera cuando la acuso y ella comienza a llorar aún más, no es capaz de hablar y eso irrita bastante.

—¡Habla de una jodida vez! —el grito que le pega Althaus me hace enojar.

—¡Cuida tu tono con ella! —empujo.

—¡Qué se cuide ella! Por su culpa Bella me ha clavado una navaja y estoy seguro que ella es la única culpable —vuelve a tomarme de la chaqueta —. Sí ella se vuelve a ir la vas a pagar muy caro, ruega para nuevamente encontrarla porque no se ha donde de ha metido y por qué se fue sólo con ese tipo.

—¿Se fue? —ignoro la punzada de decepción que me atraviesa.

—Ruega a que no.

Y sé que si no la encuentra, va a mandar todo a la mierda y la va a buscar hasta debajo de las piedras.

Miro nuevamente a Deisy.

—¿Qué le dijiste?

Ella niega.

—¿Qué le dijiste, Deisy?

Ella solo sigue llorando y eso me irrita.

—¡Habla joder! ¡¿Qué le dijiste a Bella?!

Ella llora más fuerte, doy un paso hacia ella y Dressler me toma del brazo.

—Te lo diré yo —su mirada fría me molesta y no sé qué es lo que ha sucedido —. Vas a ser papá, ella se lo ha soltado luego de buscarla para reclamarle algo.

Althaus afloja su agarre, yo me paralizo. Escucho el grito de Kristine pero no entiendo por qué. Segundos más tarde me doy cuenta, Althaus me ha golpeado.

—¡¿No podías usar la maldita protección?! —estaba enojadisimo —¡Pero qué bien lo has hecho! ¡ERES UN MALDITO IMBÉCIL!

Mi respiración se acelera y miro fijamente a Deisy, aún no estaba confirmado. No entendía como podía haberle dicho eso.

—Desplieguen la guardia, busquenla a la salida de la ciudad, alrededores ¡qué no salga porque si no la encuentran no les va a gustar nada!

El jefe de guardia da la orden y yo sigo mirando a mi mejor amiga.

—Deisy ¿qué has hecho? —mi voz estaba teñida de ira —¡¿Te das cuenta siquiera lo que has hecho?! ¡ERES UNA MALDITA EGOÍSTA!

El llanto de ella es incontrolable pero ahora mismo no quiero saber nada de ella, mi desesperación por saber que Bella se ha vuelto ha ir y no saber dónde está me carcome.

—Eres un imbécil de primera —la voz de Dress es de calma total —. No te conformabas con follartela sino que ahora quieres formar una familia feliz. ¿Eso es todo lo que la quieres tú? Si no vuelve será tu maldita culpa y por a venir por ti, porque yo a ella no la voy a volver a perder. Si tu no la quieres, yo la voy a querer por los dos.

Me da un empujón y se acerca a Althaus.

Adler nuevamente está tomando, la tensión que se está sintiendo entre nosotros nunca antes se había sentido. La relación de hermanos se estaba rompiendo con cada acción que estábamos teniendo por separado y eso nunca había sucedido.

Mi intención nunca había sido llegar a esto y, él error que cometí desde el instante uno, lo estoy pagando ahora mismo con la desesperación, el enojo y el no poder dormir por días.

Me había alejado de Bella unos días y había corrido hacia la única persona en la que podía confiar para decirle como me sentía. Deisy. Hablarle horas y horas de cómo no entendía todo lo que estaba sucediendo me hacía sentir mejor al final del día, cuando volvía y la veía. Entonces cambió todo cuando ella decidió que yo sería el primero, y nuevamente el estallido de sensaciones me abrumó que tuve que volver a buscar mi refugio. Deisy. Cuando Jaxen tocó por primera vez a Bella. Deisy. Y mi maldito error había sido emborracharme y que Deisy me tomara con la guardia baja, me había dejado llevar. Bella y yo nos habíamos distanciado y eso me había llegado a afectar aunque sea un poco. Mierda, a quien engaño, me afectó mucho.

Y la culpa se manifestó al siguiente día. Deisy desnuda en una cama, yo desnudo en una cama y ni me había acordado de lo que hice. Llegar a casa y de primeras encontrarme a Bella solo me hizo colocar en alerta y hablarle tan seco nunca había sido mi intención.

Para qué luego pasara toda la mierda que pasó.

Deisy intenta acercarse a mí hasta que me toma de los hombros.

—Perdón —le tiembla el labio —, perdóname, Egger. Lo siento muchísimo, me ha hecho enojar inmediatamente. Ha insinuado qué, aún tenía su sabor o algo así y

—Me vale una mierda, Deisy —la corto —. ¿Es que acaso no te acuerdas de todo lo que yo te dije? Ella tiene una facilidad sorprendente para hacer enojar a las persona y, te lo advertí, sí la provocas pasa esto.

—Perdóname bebé —solloza —, no debí... no debí decirle nada.

Niego.

—Ni siquiera es confirmado, Deisy —mi tono de voz sale cansado —. La has querido lastimar a propósito.

—No se le ha dado nada, Egger.

Vuelvo a negar y quito su toque de mí, ahora mismo la única persona que de verdad me importaba más que mis hermanos, se había ido. Y la culpabilidad me estaba manejando.

Sabía que Bella ahora no demostraba sus emociones, lo vi el día que llegó. Así que sabía que probablemente se estuviera guardando lo que sentía solo dejando entrever tan solo un poco de su rabia.

No podía dejar que me dejara.

Era demasiado egoísta para que me dejara.

Engel #1 |C.A|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora