Capítulo 66

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Maratón 3/5
Dressler Engel

  Bella nos ha pedido ha Adler y a mí que nos quedemos, los dos hemos aceptado la oferta. Ella sube a cambiarse inmediatamente luego de todo el revuelo entre mis dos hermanos y nosotros nos quedamos paseando por cualquier lugar de la casa.

—El maldito abuelo tenía mucho dinero —murmura Adler.

Asiento sin comentar nada más y comenzamos a caminar hacia el jardín en la parte de la piscina.

—¿Cómo hemos acabado así? —la pregunta de Adler me desconcierta —No, que yo entiendo cómo. Simplemente que me parece sorprendente.

—Bella hace cambios drásticos —murmuro.

—Joder que sí —comienza a quitarse su chaqueta de cuero —, hemos pasado de hacer las cosas a nuestro modo a que ella nos desestabilice. Althaus y Egger están peleando y todo por acciones que ellos han cometido pero de las que culpan a ella.

—Cada quién debe hacerse responsable de si mismo y de sus acciones —quito mis zapatos y medias.

La brisa calida me hace saber que el día será de los buenos y la lluvia no azotará la ciudad.

—Me sentí perdido sin ella —murmura mi hermano —, había sido mi ancla por dos malditos años y no lo supo. Sólo quería mejorar por ella pero me pateó mucho el que quisiera irse, así, sin más.

—Lo que vivió ahí adentro fue horroroso —niego y me siento en una banca que hay en la parte del jardín —. Cayó inconsciente varias veces y... hicieron cosas con ella. Cada una de ellas me tocó verlas.

Mi hermano se toca la cabeza y sé que la resaca lo está comenzando a patear, no ha dormido nada.

—Mierda, trago de imaginarlo pero mi cabeza no aguanta más —niega —. Me tomaré algo, no quiero desaprovechar este tiempo con ella.

—Créeme que yo tampoco.

—Aún me sorprende y me cabrea que me haya noqueado —se levanta y da algunos pasos inestables —, esa maldita italiana me tiene mal.

A todos.

Pienso y sonrío.

Mis ojos comienzan a pesar y caigo en cuenta que Adler no es el único que no ha logrado dormir nada. Las pesadillas que, a veces me acechan en las noches no me hacen querer estar en una maldita cama.

Todas son con Bella.

Lo que vivió y viví allá adentro con Jaxen la marcó como a mí también lo hizo.

Veo nuevamente a Adler tomar camino hacia aquí y se encuentra con Bella, ella le da una sonrisa y me siento tranquilo.

Ella había logrado sanar.

Yo aún lo estaba intentando.

—Eh —les llamo la atención —, ¿un tiempo en la piscina?

Bella ríe y acepta de inmediato, se quita su ropa hasta quedar en ropa interior y se tira sin esperar a ninguno de los dos. Adler se carcajea y solo se tira con su ropa sin importarle nada.

Engel #1 |C.A|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora