Tiempo
Bella CarussoMis cosas estaban totalmente empacadas y ordenadas, la incomodidad que surgía al ver la habitación a detalle me hacía querer salir de allí rápidamente.
Dos meses atrás había intentado suicidarme.
La presión en mi pecho era horrible y el que los hermanos estuvieran viéndome fijamente lo hacía el doble de grande.
Había decidido irme, las peleas con ellos eran imparables, Althaus siempre se alzaba por encima de mí y había decidido decir no más. Me había cansado y estaba en el punto más frágil con ellos.
Dressler y yo no hablamos de lo ocurrido, no me quiso confirmar lo que ya sabía. Había sido violada sin estar lúcida y no sabía que era peor, si no saber cuántos fueron o saberlo. Necesitaba tiempo para curar y se lo había exigido a Althaus tanto que llegué a rogarle y cedió.
—El vuelo saldrá dentro de dos horas —me avisa —. Ni un minuto más, Carusso.
Asiento, tomo mis cosas y comienzo a salir de la habitación sin siquiera esperarlos.
El no sabes que ocurriría con ellos no me estaba dejando tranquila y el pensamiento de que los tendría lejos de mí era demasiado doloroso.
Pero nos debíamos el tiempo. Nos debíamos curar heridas, sanar cicatrices, avanzar, engrandecernos.
Yo estaba siendo una carga para ellos y no podía seguir así, tenía que hacer algo por mi vida y eso es lo que haría. Directa a una vida sana, donde pondría mis sentimientos en orden y mi vida.
—Gracias —la seguridad de mi voz me sorprendió.
Por dentro estaba destrozada.
—Vas a volver, Bella Carusso —sentencia —. Porque soy capaz de mover el maldito cielo y el infierno solo para traerte de vuelta.
—Lo harás —asiento.
La madre de los chicos entra a la sala y me da una sonrisa conmovedora.
—Ya te estamos esperando afuera —mira a sus hijos —. No vendrán.
Ninguno dice nada y yo me acerco a Agna para que me infunda el valor que no tengo, el valor que carezco.
—Me duele —le susurro.
—A ellos también —confiesa pasando un brazo por mis hombros.
Lo apreta reconfortandome y yo lo agradezco en silencio.
—Puedes llamarme, Bella —me ayuda a subir una de mis dos maletas —. Cuando me necesites siempre podrás llamarme.
—Agna yo...
—Serás más fuerte cariño —me abraza —, aprenderás nuevas cosas, terminarás tu carrera, serás una nueva Bella y yo estaré muy feliz de que vuelvas. Los callarás.
—Me van a fallar...
—Si alguno de ellos te falla, Bella —me mira fijamente —. No lo perdones nunca, porque hombres así no valen la pena. Tienen que aprender a esperar y así lo tendrán que hacer.
ESTÁS LEYENDO
Engel #1 |C.A|
RomanceUn secuestro, cuatro hermanos y mucho poder en juego. Bella se ve envuelta en sensaciones que en su inocencia nunca creyó sentir, el amor, la pasión y el sexo desenfrenado comienza en su nueva vida cuando sus verdugos la secuestran. ¿O la salvan del...