El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 8: Descontrolados

Siento haber tardado dos dias, he estado con mucho trabajo y con un brote de fibromialgia.
Hoy estoy de relax total así que a estos diez votos que pido, si son quince subo capítulo hoy.
Os recuerdo que vuestra opinión es importante y ahora si, ultima oportunidad para elegir pareja secundaria.  Ya se revelará en el próximo capítulo , así que si tenéis alguna que os haga especial ilusión decidlo...

Quedaban dos días para el sábado.  Boun era una persona a la que le gustaba tener todo organizado, así que al día siguiente de visitar a Prem en casa fue sin Nang a la tienda de dulces y le propuso que salieran a cenar el sábado.

Necesitaba preparar la cita y lo peor de todo, buscar alguien fiable para que cuidase del niño.  Estaba solo en Bangkok.  Bueno, estaba su mejor amigo del instituto... aunque no sabía si era prudente dejar a su hijo con un soltero capaz de pasarse la noche jugando a la Play... aunque peor opción era un o una canguro.  Alguien absolutamente desconocido a quien pagase por cuidarlo.  Pensó en preguntar a otros padres, pero era muy paranoico.

Mejor pensaba en eso luego.  Estaba sentado en la ridículamente coqueta mesa de la parte de confitería de la parte de la tienda.

-Me he dado cuenta de que no nos hemos dado los teléfonos -dijo, aunque el si tenía el de Prem.

-Se me hace raro verte sin Nang -Prem se ruborizó - es como... poder hablar sin códigos ni testigos.

-Tienes razón -Boun suspiró - desde que te vi algo cambió en mí.

-Lo se.  Llegue a creer que lo de tu alfa y tu omega era una fantasía hasta...

-...que te conocí -dijeron los dos a la vez.

Boun se levantó.

-Siento tener que irme tan pronto.  Tengo que arreglar algunas cosas para nuestra cita y luego trabajo.

-Yo estaré ocupado. Hoy es el día en que regalo un producto para promocionarlo, y muchos vienen hoy.  Luego en casa tendré que estudiar.  Me estoy preparando para acceder a un curso de Grado en Postres y Repostería.  Me gusta mucho pensar en poder hacer cosas como esa decoración con chocolate...

Boun colocó el dedo en sus labios.

Ambos se miraron.

-Me gusta escucharte pero si no te detengo ni prepararé la cita ni trabajaré.  Me quedaría aquí horas.

Había poca gente en el establecimiento.  Boun notó como la respiración del omega se aceleraba y su propio corazón latir alocado contra su pecho.

-Está bien -Prem fingió colocarse el delantal -Antes de irte, ¿puedes ayudarme a subir una caja de azúcar glasse en el almacén?

Boun asintió.  Prem entró en el estrecho cuarto y cerró la puerta.

Había tal mezcla de olores dulces que Boun no fue consciente de que estaba emitiendo su propio aroma hasta que Prem no se giró hacia él.

-Dios, ese olor es...

-Es lo que tú provocas en mi.  ¿Dónde está ese azúcar glasse?

-Aquí -Prem le paso las manos por el cuello y le besó.  Boun le permitió unos segundos de iniciativa con ese beso torpe y dulce, y luego tomo el control.  El ambiente se cargó con el aroma de ambos besándose y jadeando entre beso y beso.  Finalmente Boun se obligó a apartarse, no sin antes besarle con especial intensidad en la garganta, donde iría su marca en el futuro.

-Tengo que irme.  De verdad.  No quiero, pero debo.  Además, te mereces algo mejor que un almacén.

-No pensé... solo iba a besarte.

-Parece que las cosas tienden a salirse de control entre los dos.

Prem se rio.  Se dieron un último beso y salieron al local.  Una señora les miró con cierto reproche, mientras esperaba a que le cobrasen.

-Vendré luego con Nang.

-Hasta luego.

Prem agradecía llevar delantal.  Su pantalón le pondría en evidencia.  No solo por la erección.  Estaba lubricado, como cuando tenía el celo.

Esa noche hablaría con su amigo.  Él y Boun no iban a acostarse en la primera cita.   ¿O si?

Estaba muy nervioso.  No entendía de citas y no sabía cómo controlar sus pensamientos y su cuerpo.

Debía ser eso llamado amor.