El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 22: La familia que tenemos y la que elegimos

Hola!! Muchas gracias por los votos, sigo pidiendo diez de momento, me he puesto a escribir en cuanto desperté. 

Nang estaba agotado.  Iba dormido en su silla de seguridad de la parte trasera del vehículo.

Prem se sentó en el lado del copiloto.  Siguió con la mirada los movimientos de Boun, asegurando las correas y poniéndose en el asiento del conductor.

-Iba a pedirte disculpas por haberte traído a un sitio así, pero creo que no te importa mucho.  Te has comido medio bufet.

Prem se rio y le golpeó en broma.

-Estaba sorprendentemente bueno. 

Boun sacó el vehículo de su sitio y trató de impostar naturalidad a su voz.

-¿Quieres venir a casa? Nang no se despertará en varias horas.  Normalmente lo despertaría para bañarse pero supongo que esta es una excepción que no puedo dejar pasar.

-Sí -respondió Prem simplemente, logrando así que el nudo que le apretaba a Boun la boca del estómago se disolviese.

Le miró con una sonrisa cargada de promesas.

-¿No tienes coche? Nunca te lo he visto.

-Como no entré en el cupo de omegas de la Universidad y elegí tener una tienda en lugar de quedarme en casa de mis padres y buscar un trabajo adecuado -imitó la voz de su madre - "deberías quedarte, buscar algo de asistente en algún despacho, al fin y al cabo estudiaste mucho para aplicar a Derecho, y buscar un marido" decidieron que no era necesario.

-Estamos en el siglo veintiuno.  Tus padres son muy conservadores.

-Mucho.  Están convencidos de que las antiguas normas deben adaptarse al mundo moderno, pero los omegas no podemos aspirar a cosas como trabajos, tener un piso...

-Entonces me imagino que lo de la tienda no la aprueban.

-No.  Y ahora han mandado a mi hermano como espía.

-No me pareció así.  Cuando nos fuimos el otro día vino a hablar conmigo cuando yo ya iba a mi coche.  Se mostró muy protector contigo, y te quiere mucho.  Me estuvo interrogando sobre mis intenciones, me dijo que ahora que te había mordido había consecuencias.  Que si las iba a acarrear.  Cuando vio que yo iba en serio contigo, me dijo que desde que viniste a Bangkok sólo diciendo que querías abrir un negocio, a él le pareció muy valiente.  Dijo que siempre te había admirado porque eras capaz de enfrentarte a tus padres y él no.  Me dijo que lejos de ti estaba preocupado, que él entendía que ahora no es como hace años y los omegas tenéis derecho a pasarlo bien y crear un negocio como un omega, que en realidad deberíais tener derecho a todo, pero que tenía miedo de que algún alfa te engañara y te quedaras embarazado, por tus padres.

-Has hablado más con él tú que yo en años.

-Quizás no todo es lo que parece y deberías darle una oportunidad.

-Ya lo pensaré.  Ahora mismo... ahora mismo solo quiero seguir sintiéndome bien.

Boun arrimó el coche al arcén y lo detuvo unos minutos.  Acarició el cuello de Prem y le besó despacio, emitiendo feromonas.  Prem suspiró, recuperando la calma.

Boun se incorporo al tráfico. 

-¿De verdad querías ser abogado?

-Sí, pero no se, ahora me gusta mucho mi trabajo.

-Nang diría que es el mejor del mundo -sonrió Boun.

El susodicho roncó en el asiento trasero.

Recorrieron en silencio el camino hasta el garaje de Boun.

Éste iba a salir del coche cuando Prem le sujeto la mano.

-Lo siento.

-¿El que?

-Haber sido tan brusco antes.  Es solo que no es fácil ser omega en una familia como la mía y nunca he sido muy cercano a mi hermano.  Desde que tengo uso de memoria pensaba en cumplir la mayoría de edad e irme.

-No importa.  Yo no debí sacar el tema.

-Hay muchas cosas que no son justas.  Para nosotros y para vosotros.  Pero no me gusta que hablen por mi y que me digan que me protegen. Yo sé protegerme.

-Yo se como eres.  Y si, es un mundo injusto. Pero cuidarnos mutuamente me parece una buena idea.

-No quiero estropear la noche.

-Y no lo has hecho.  Entraremos en casa y acostaré a Nang.

-Y luego te acostarás conmigo.

-No pienso en otra cosa hace días.