El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 65: Pasado presente

Con manos algo temblorosas, abrió el sobre. Era grueso y de color manila. Los últimos tres meses habían llegado con puntualidad absoluta y sin embargo no lograba que ese sentimiento de vacío en su pecho se llenase. Lo dejó a un lado. Ese sentimiento de vacío se había incrementado aún más en las últimas semanas.

Su hijo lloró y se apuró a recogerlo. Hacía ya casi un año desde su nacimiento y su padre alfa se negaba a reconocerlo. Le dio el biberón de leche tibia y lo miró con un amor que no creía que podía existir.

El karma a veces era un auténtico hijo de puta, aunque francamente lo que había hecho en su juventud humillando a Boun y renunciando al hijo de ambos le estaba siendo devuelto con creces.

Ya no sentía rabia. Al principio cuando su esposo le repudió creó una fantasía en su cabeza en la que podía recuperar a aquel alfa decente y al hijo al que había renunciado.

Pero había visto a Boun con su compañero, a ese Prem jugar con el hijo de Boun como si fuese suyo y las camisolas amplias que vaticinaban un aumento de la familia en meses.

Jin, el padre de Boun, le enviaba dinero todos los meses a cambio de no molestar a la incipiente familia de su hijo. No es que hubiera vuelto a pensar en ello, pero no podía renunciar a su única fuente de ingresos. Un omega padre soltero repudiado estaba mal visto. Además, tendría que buscar alguien que cuidase al bebé.

Aún así, ese mes tendría que recurrir a pedirle más dinero para la revisión médica y las vacunas del bebé.

-Está en su cuarto mes de embarazo. Y todo va muy bien. Por desgracia, los bebés no están bien colocados y no puedo ver el sexo.

-No nos importa -Boun miraba fascinado la pantalla. Prem le sujetaba la mano y sonreía. Se sentía feliz, con esa felicidad serena y constante que formaba parte de su vida desde hacía meses.

Mientras se vestía, se miró al espejo. El embarazo ya era evidente. Tendría que ir de compras para un vestuario adecuado.

Además, en cuatro semanas era la boda. El sastre había hecho el diseño pero no lo coserían hasta una semana antes.

El salón estaba reservado, el catering contratado y Boun y él habían revisado personalmente la lista de invitados.

-Tienes muchos más invitados que yo.

-Son colegas de negocios -respondió Boun -si quieres equilibrarlo, invita a tus compañeros de escuela.

Prem no respondió. Su paso por la secundaria había sido una tortura. Todos se metían con él por no ser bueno en todas las asignaturas, por su afición a los dulces, por no ir a fiestas, por no besarse ni enrollarse con nadie.

-Mejor no.

Boun le miró con extrañeza pero guardó un prudente silencio.

-Yo he invitado agente del internado. Me he sentido obligado...

Se abrió la puerta. Gun vivía provisionalmente con su hermano hasta que pudiese pagarse un dormitorio, lo cual vendría a ser nunca. Había rechazado a que su padre le pagara el departamento y Boun había dicho no que viviese con Mark.

Les saludó con desgana y se fue a su cuarto.