-Ya se ha ido. Y ha cerrado la puerta de su cuarto con cerradura.
Gun trató de fingir que no entendía el sentido implícito en estas últimas palabras.
-Bien. Ya me has entretenido demasiado. Deberíamos dormir.
-Estoy seguro de que duermes tus ocho horas todos los días.
-¿Y qué?
Mark se deslizó hacia el centro de la cama y empujó a Gun contra el, de lado, como estaban antes de oír abrirse el cuarto principal.
-Nada. Me gusta que seas tan disciplinado y formal. -le acarició el hombro -ya lograre que te sueltes un poco.
Gun no respondió. Habían pasado todo aquel tiempo hablando de sus familias, de su vida, de tonterías. El ambiente era relajado y Gun notaba sus músculos mucho menos tensos, pero no tenía sueño. Bueno, si lo tenía pero estaba muy a gusto y no quería dormirse. Mark le sonrió.
-Te estás quedando dormido.
Gun hizo un puchero.
-¿Qué pasa?
-Llevamos horas hablando, acostados juntos y.... ¿no me vas a besar?
-¿Eso es lo que quieres?
Gun miró al techo .
-El otro día no me preguntaste. Solo lo hicis...
La respuesta de Mark llegó en forma de acción. Le sostuvo la mandíbula y lo giró hacia él. Y le besó. Primero suave y luego más profundo.
Gun se apartó para tomar aire. De repente hacia mucho calor.
El silencio se vio interrumpido por unos ruidos inconfundibles que venían del otro cuarto. Ahogados y disimulados, pero aún así llegaron algunos suspiros de placer.
Mark parecía nervioso. Gun también, pero más. El ambiente estaba denso y enrarecido. Pero para bien. O eso creía. No lo tenía claro. Solo sabía que desde hacía días algo dentro de él se estaba despertando y no conocía la sensación. Pero no quería detenerla. Y en ese momento ese algo rugía dentro de él. Su olfato percibió un aroma picante y dulce y se olió a sí mismo. Era diferente, pero similar.
Diferente a todo lo que hubiese sentido primero. Noto a Mark acercándose y aspirando su aroma. También notó algo despertando en su entrepierna, algo que le puso más nervioso.
-Cálmate -Mark le besó de nuevo, con suavidad y pulsando una zona en su cuello. Lo masajeó. Era placentero, pero de una manera más calmada, menos arrolladora.
-Ésto...
-Ésto que está pasando no es un juego. Y no te voy a mentir y decir que nunca he jugado, pero esto nos supera. Es más fuerte y más antiguo que nosotros. Es inevitable.
Gun trató de girarse hacia el. No sabía lo que quería pero sí que lo quería mucho.
-Calma -dijo Mark usando la voz de alfa y acariciando más esa zona en su cuello -vas a tener lo que deseas, te voy a dar todo lo que deseas, pondré a tus pies el mundo pero esta noche no podemos.
-Pero quiero.
-Y yo. Pero no voy a hacerlo en la cama de invitados de la casa de tu hermano la primera vez. Primero por respeto. Y segundo, porque vamos a dejar marcas por todas partes y no quiero que tu hermano me rompa la nariz.
-El nos dijo que durmiéramos juntos.
-Nunca te había cuidado. Ahora está formando una familia, este piso es su nido, está en una fase en la que se sentirá sumamente protector. Y aunque apruebe nuestra relación, y aunque apruebe que nos acostemos, porque el mundo ha cambiado, creéme que sus instintos primarios sí entra aquí y te he quitado la virginidad en su cama me llevaré un puñetazo.
Gun asintió, un poco insatisfecho pero conciliador.
-Vale. Tienes razón. Pero, ¿como sabes que soy virgen?
Mark se rio y le abrazó.
-Vamos a dormir.
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El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||
FanfictionBoun es un alfa muy atípico. Padre soltero y un hombre de mucho carácter. Prem es un omega que sueña que algún día conocerá a un alfa que sea el hombre de su vida. La tienda de dulces que ha decidido abrir le traerá a alguien muy especial. Boun...