Capítulo 36: Es complicado

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Los preparativos de una boda resultaron no ser nada en absoluto sencillo.  Hacia la mitad de esa semana, una chica que decía ser wedding planner se presentó explicándoles que iba a ayudarles en los próximos meses.

-El padre del señor Boun correrá con todos los gastos del enlace, evidentemente.

Prem parecía preocupado en ese aspecto.  Si hacían una boda tradicional, la única cosa en que él y el padre de Boun estaban de acuerdo, los padres del alfa corrían con los gastos y los suyos ofrecerían una dote.

-Tranquilo, creo que tu padre tiene eso controlado.

-Le has ayudado.

-Le he prestado dinero de mi fondo de pensiones, pero me lo va a devolver, no lo aceptó si no era con esa condición:  "le devolveré hasta el último céntimo"

Prem suspiró, aceptando.

-La verdad es que una ayuda no nos viene mal, preparar una boda es algo enorme.

-¿Te mudarás a mi piso o compramos una casa?

Prem puso cara de pánico.  Ni siquiera había pensado en eso.  Sus días eran un carrusel de cosas que hacer.  El trabajo, la boda, Mark llamándole constantemente para saber cosas de lo más raro sobre los omegas, los papeles de adopción de Nang al casarse con su padre, y Boun y su madre llamándole constantemente preguntándole si estaba bien. 

Y no, estaba muy estresado y eso afectaba a su salud.  Estaba agotado, le gustaría acurrucarse y dormir hasta que pasase el vendaval, pero luego se sentía culpable porque debía disfrutar de cada momento y de los rituales previos.  Aunque dormía casi siempre en casa de Boun, no había día en que no rompiera a llorar por ese estrés acumulado.  El, que siempre había sido independientemente, delegando en otros...

-¿Estás bien?

Otra vez esa pregunta.

-Sí, solo estaba pensando en que ni recordaba lo del domicilio.

-Estás algo pálido.  ¿No estas comiendo bien, verdad?

Prem negó, derrotado, y Boun fue a una tienda cercana a comprar algo preparado.

-La verdad es que me gusta tu apartamento -dijo Prem al fin cuando Boun se sentó frente a él otra vez.

-Yo pensaba comprarlo y dejarlo como nuestro refugio de todo... - le cogió la mano -y comprar una casa unifamiliar en una buena urbanización.  Una casa con jardín con seguridad privada, donde puedan crecer con seguridad Nang y nuestros futuros hijos.

Prem bebió agua.   De repente su mente se inundó de una imagen de ellos tres y un bebé caminando torpemente.

Boun sonrió.   También lo había visto.

-¿Podemos ir a ver un par de urbanizaciones mañana?  De verdad es algo que debe ser fundamental que elijamos ambos.  Y ni se te ocurra hablar de ayudar con la hipoteca. La familia del alfa pone la boda y la casa.

-Pediré a uno de los empleados que estén mañana en la tarde.  Le pediré a Mark que esté aquí, no me fío de dejar a uno nuevo con llaves.

-Prem me ha pedido que mañana sea yo el que trabaje como encargado en su tienda, porque no se fía de un empleado que queda solo por primera vez.

Gun levantó la cabeza con timidez de su libro de estudio.  La biblioteca estaba vacía. Y Mark parecía tener un don especial para averiguar cuando estaba solo.

-¿Algo de la boda?

-Supongo.  Flores, los trajes, yo que se.

-Es curioso como los alfas parecéis no interesaros en esas cosas pero luego controláis todos.

-Eres un descarado.  Le hablas así a un mayor, y un alfa además.  Y casi de la familia.

-Desde que llegue a la residencia hace tres dias te tropiezo por todos sitios.

-El azar -le respondió con total candidez, sosteniendo en secreto en su bolsillo el horario de las clases de Gun -el azar.

Incluso Boun estaba agotado.  Habían recorrido diez casas, pero había merecido la pena.  Cuando entraron en aquella casa, algo elevada sobre el terreno, de tres minutos pisos fachada vista, enormes ventanales y una pared en el cuarto principal desde el que no se podía ver nada hacia dentro, pero ellos disfrutaban de una vista privilegiada.  Estaba a diez minutos en coche del trabajo de Prem y el colegio de Nang.

-Esa última casa...

-Me ha encantado.  Se que es enorme pero de verdad me pareció un hogar.

Boun sonrió, porque había sentido lo mismo.

-Túmbate en el  sofá.  Prepararé algo de comer.

-Haz algo para ti y para Nang.  Estoy demasiado cansado...

-Se paciente.  Si eres capaz de aguantar media hora más, te premiaré al final.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora