Capítulo 28: Camino a la oficialidad

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Nang se durmió.  Eso despertó un pequeño estallido de júbilo silencioso entre los otros dos adultos del coche.

La casa donde se habían citado con las familias no estaba lejos, pero habían salido de viernes en cuanto Prem cerró la tienda.  Llegarían de madrugada pero tendrían tiempo para estar solos hasta que empezara a llegar la gente a partir del mediodía como habían convenido.

Prem dejó que Boun siguiera conduciendo para quitar la película de dibujos animados que estaba viendo el niño y Boun puso en la radio una emisora local.

-Mañana te permito mantener las formas ante nuestros padres, pero esta noche dormirás conmigo.

-Por supuesto. -dijo Prem.

Condujeron un rato en silencio, mientras una lluvia suave caía contra él parabrisas.

Prem aspiró las feronomas de calma que emitía el alfa.  El mismo se vio envuelto en una relajación que hizo que cuando volvió a abrir los ojos el coche se había detenido en una entrada de grava, frente a la puerta de una mansión con las luces apagadas.

-Mañana vendrá personal.  Pero tranquilo, está limpio y nos han dejado cena preparada.

-Ricos -Prem se frotó los ojos - un vaso de leche y un poco de arroz, una ducha y meterme en la cama de mi alfa es suficiente para mi.

-¿Tanto sueño tienes? -Nang estaba despierto - a mi no me dan miedo las casas grandes pero debe darte mucho para que necesites que papá vaya contigo de inmediato.

Boun se giró para disimular la risa y sacó las llaves.  Escuchó un parloteo nervioso de Prem diciendo algo acerca de que no tenía miedo pero decidió que comenzara a darse cuenta de lo que implicaba tener que cuidar y mucho las palabras delante de un niño.

Entonces, sin causa, una imagen cruzó su cerebro.  Prem en una cama con un bebé de los dos en brazos y Boun y Nang emocionados a su lado.

-¿Estás bien?

La voz de Prem le trajo de vuelta a la realidad.

-Sí.  Vamos.

Comieron la cena y pese a las protestas de Nang, que quería irse a dormir, el niño también comió.  Mientras Boun metía los platos en el lavaplatos Prem subió al niño a su cuarto.

-Se ha dormido en cuanto puso la cabeza en la almohada. 

-Los viernes son duros para él.

-Y para mí.  -suspiró Prem - estoy preocupado porque hemos dejado un empleado a cargo del local.

-Es de confianza.  Es el mejor amigo de Mark.

-Lo se, pero... agh, estoy tan cansado y tan preocupado.  Todo parecen problemas y mañana...

-Mañana ya se verá -Boun cargó a Prem en brazos.  Le escucho bostezar.

-No voy a dormirme ya.  Quiero estar contigo.

De momento te pondrás el pijama y ya veremos.  Estas cansado.

Entraron en el cuarto.  Boun dio la luz de la mesita y acostó a Prem.

-Prem....

-¿Mmmmmm?

-He tenido como una visión... creo que mi mente hizo aparecer ese deseo.  Tú... nunca hemos hablado del tema. Y se que para lis omegas varones es una cuestión delicada...

-Boun, vete al punto.

-¿Tú quieres tener hijos? Porque yo... a mi me encantaría tener más de un hijo contigo.

Prem se recostó sobre un brazo.

-Siempre he querido tener hijos.  Entro en celo en mes y medio.  Luego ya puedes calcular, cada tres meses y empiezo a tener oportunidades de concebir una semana antes, aunque el día clave del celo es el que más posibilidades tiene, que siguen altas hasta que se acaba el celo y unos días después sangro.

-Y yo que tenía miedo a preguntarte...

-Me encantara tener hijos contigo.

-Bueno, cuando nos casemos, supongo.

-Obviamente.

-Pero podemos empezar a practicar...

Prem se rio cuando Boun le besó la marca y comenzó a desabrochar su ropa.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora