Capítulo 75: Un trámite sencillo

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Hablar con los empleados no fue fácil para Prem.  Sin embargo ellos aceptaron con una alegría sincera.  A todos les beneficiaba la ampliación de algunos horarios y dos dependientes a media jornada más.  Además Mark pareció muy satisfecho de que le subieran el rango a encargado.

Últimamente Mark estaba más serio, más centrado.  Prem se había dado cuenta de que Gun había ido provocando eso, pero el incidente en que él omega se había peleado con su padre había acelerado eso.  Se preocupe por su omega y por su futuro.  Estudiaba duro y trabajaba sin quejarse.

Prem había juzgado mal su carácter cuando le había dado por un chico fiestero y despreocupado.  Sin embargo, solo era un chico al que sus padres no habían educado adecuadamente.  Le habían hecho creer que la lotería genética ya le había ayudado en la vida y todo vendría sin más.

Los días que restaron le pasaron muy rápido para lo que hubiese esperado.  Boun iba a empezar la media jornada en breve, tras la boda.  Que era en unos días.  Suspiró, acariciándose la espalda dolorida.  El tiempo pasa rápido cuando se es feliz.

Comprobaba en el ordenador lo poco que quedaba por hacer antes del día.  Última prueba y recogida de los trajes.  Análisis rutinarios de sangre.  E-mails de gente que ni remotamente habría podido llamar amigos recordándole de que se conocían y proponiéndole reencontrarse ahora que iba a casarse con uno de los solteros de oro de Tailandia.

En el caso de Boun, su giro hacia el matrimonio había borrado para todos su anterior fama de excéntrico y de vida disipada.  Ahora era un hombre valiente que se había hecho cargo de un niño muy joven y siendo alfa y ahora iba a casarse por amor con un omega de clase trabajadora.

Además, las gestiones de los abogados y el padre de Boun habían logrado que su breve amante y padre biológico de Nang retirase los cargos por agresión.  Se había movido dinero, pero Prem había obligado a Boun a no pensar en ello demasiado. 

"Cariño, voy a llegar tarde.  Dejaré muchas cosas hechas para no venir ya hasta dentro de dos semanas.  Mañana quiero ya estar en casa todo el día. Por favor ve tú a por los trajes y a recoger a Nang".

Prem sonrió.  Bien, Nang salía en una hora así que lo más lógico era pedir a alguien que le acompañara, recoger al niño y luego ir a la tienda.

-Gun, ¿puedes acompañarme a recoger la ropa para la boda? Boun no puede y yo no quiero tomar taxis ni ir solo.

El muchacho le respondió que se encontraba en el campus y que llegaría en una hora, cuando acabase la clase. Prem miró el reloj.

-Está bien, se me hace tarde.  Tomaré taxi, lo primero es que estudiéis.

-Puedo faltar a clase.

-No, de verdad.  Estoy bien.

Metió en su bolsa un paraguas plegable por si llovía.  Llevaba cartera, llaves y como veinte cosas más que nunca utilizaba.

Cerca del apartamento había una parada de taxis.  Boun le mataría si optaba por transporte público. 

La guardería estaba llena de padres a esa hora.  Tuvo que responder a muchas preguntas sobre la boda y enhorabuenas, pero le cedieron el paso por su estado.

Volvió a salir a la calle.  Nang estaba somnoliento y de mal humor.

-Iremos a un pequeño recado y para casa.

El taxi esta vez serpenteó por las calles del barrio comercial.  El niño se apoyaba contra Prem. Se le cerraban los ojos.

Cuando llegó a la tienda, el joven dependiente de la otra vez salió a atenderle.

-Tiene que hacer una última prueba del traje.  Por lo del embarazo.

-Lo sé. ¿Puedes cuidarle mientras lo hago? Está cansado.

Talay se quedó paralizado.  ¿Puedes cuidarlo?  Podía.  Podía durante un rato y durante toda la vida, a ese primer hijo que había rechazado.  Pensar en ello le hacía sentir avergonzado y contra natura, pero al menos le gustaba Prem y sabía que él y Boun cuidarían bien del niño.

Asintió.  Tomó en brazos al niño, le dio una botella de agua a Prem y le pidió que se sentara un momento.

-Tiene que hidratarse.  Está sudando.

-Estoy cansado.  Pero sé que la prueba es necesaria.

-No tardarán nada.

Prem miró a su alrededor.

-Me gustaría tener un regalo sorpresa para mi alfa.

-Hoy han llegado una colección nueva de gemelos para las camisas preciosos.  Se los mostraré.

Prem compró los gemelos y dejó haciéndose el pago.  Se probó el traje, le tuvieron que sacar un poco de cintura pero se veía mejor que nunca.  Pronto Boun le vería en el templo.

Recogió todo y se despidió del muchacho.  Talay, se recordó.

-Espera.  Te ayudo a llevar todo al coche.  Debes estar cansado. Estás muy avanzado.

Agradeció el gesto.  Metió todas las bolsas en el coche y le dio la dirección.

Se giró para despedirse del dependiente.

-No ha sido ningún proble... -el chico no pudo acabar la frase cuando recibió un golpe y se cayó al suelo.  Un tipo encapuchado le dijo al taxista que se llevara al niño y las bolsas a la dirección que le habían dado y amenazó a Prem con algo punzante contra su abdomen.

-Si no quieres que os pase nada a ninguno de los tres, mantente callado y haz lo que te diga.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora