Capítulo 40: Date cuenta

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Hola!!!! Este capítulo es muy especial.  Espero que os guste.  Muchos besos!! Quince votos y actualizo

Prem había tenido un único sueño toda su vida.  Un sueño que al fin iba a hacerse realidad, más o menos.

Había renunciado durante años al placer sexual para llegar virgen al matrimonio con su alfa, algo que ya casi nadie hacía, pero que él sentía como un gran acto de romanticismo.  Y lo había cumplido.  Con la inestimable ayuda de su mano y la excepción de que no había llegado virgen a la boda, pero si a conocer a su alfa perfecto.

Había logrado emparejarse y encontrar a su alma gemela, y eso era mucho lograr.

Aún así, se negaba a que nada más en sus planes variase.  Iban a hacer la boda con toda la carga tradicional.

La verdad era que Boun se estaba comportando con muchísima paciencia, sobre todo para un alfa.  Los alfas tienden a perder el interés por detalles que no consideraban de máxima importancia.  Boun a veces no tenía ganas de probar como diez muestras de tarta de boda, pero lo hacía igualmente.

Por eso Prem se encontraba en esos momentos tan relajado.  Las feromonas que Boun emitía después de hacer él amor en una tarde de sábado después de pasar la mañana probando tartas, con Nang dormido, hacían del ambiente algo muy agradable.

-Tendré que irme a vivir a mi casa al menos dos semanas antes de la boda.  Por la tradición.

-Ni lo sueñes -Boun le apretó contra él - he pasado por probar tarta de almendras con cereza, mi paciencia tiene un límite.

Prem se rio.  Entonces escuchó su teléfono vibrar y se quedó mirando la pantalla.

-Ay, no...

-¿Que pasa?

-Es Mark.  Quiere hablar conmigo, aunque en mi opinión debería hacerlo contigo.

Boun consultó su teléfono.

-Gun me ha dicho que si podemos hablar.  Que es importante.

-¿Por qué nos hacen esto un sábado por la tarde?

-Porque son jóvenes y están llenos de dudas, porque se gustan y no saben que hacer y en lugar de juntarse y hacer lo que acabamos de hacer tú y yo quieren hablar con alguien.

-Pues Mark debería hablar contigo y Gun conmigo.

-Quieren hablar con quien tienen más confianza. No sabemos que ha pasado para que los dos nos escriban a la vez.

-Ya.  Bueno.  Lo que sea.  Voy a ducharme y vestirme.

Prem se levantó y Boun le observó contonearse hacia el baño.

-Tanta tarta está haciendo ese trasero más redondo y apetecible.

-¡Boun! Eso no es un cumplido.

-Si lo es -replicó el alfa, mirando el techo.  Escucho el timbre de la puerta y renuncio a hacerle compañía a Prem en la ducha para atender la llamada.  Se colocó unos pantalones.

Prem se miraba en el espejo mientras se secaba el pelo.  Tenía tendencia a engordar y lo que había dicho Boun le había dejado pensativo.  Observó sus cachetes, un poco más redondeados.  Quizás debía hacer algo de dieta antes de la boda.

Salió del baño y Boun le mostró una caja.

-Ha llegado el traje que encargaste para la boda.  El tradicional.  De seda y lino y hecho a mano.  Todo como querías.

Prem sonrió levantando la cabeza para que le besase.

-Mientras te duchas me lo probaré.  No puedes verme con él hasta la boda.  Te lo advierto.  Avísame cuando salgas.

Boun asintió distraídamente.

Prem sonreía como un niño ante un caramelo.  Abrió la caja y tocó el traje.  Esa tela perfecta, ese estampado.  Era el traje con el que había soñado siempre.

-Quiero probarlo - se dijo.

Boun estaba lavándose los dientes bajo la ducha mientras pensaba en donde ir a cenar con Prem y Nang cuando acabase su charla con su hermanastro cuando escuchó un grito de rabia y angustia.

Salió de la ducha y se puso el albornoz rápidamente.  No sabía que le había pasado a Prem pero algo le había causado una profunda contrariedad, podía notarlo.

No esperaba ver a Prem sentado en el suelo llorando desconsoladamente con el traje de ceremonia a medio poner.

-¿Que ha pasado?

-Y ahora tú has visto el traje.  Estoy arruinando todo.

-Cálmate, no estás arruinando nada -Boun le abrazó.  El olor de Prem era confuso.  Había rabia y tristeza pero persistía un olor que emitía hacia días.  Le besó la marca del cuello mientras emitía su aroma de alfa para lograr tranquilizarlo.

-No me abrocha.

Prem habló al fin, después de estar llorando diez minutos.

-¿El traje?

-Sí.  Fui a que me tomaran las medidas hace dos semanas. Seguramente lo que dijiste es cierto.  Por los nervios no paro de coger cosas de mi tienda para comer.  Y he ido a la prueba del menú, de los helados... me he estado poniendo ciego y ahora estoy gordo y el traje me entra pero me queda tirante y no me abrocha.

-Prem.

-¿Qué?

-Dices que has engordado.  Que tienes muchas ganas de dulce.  Hueles distinto.  Estás muy sensible y susceptible.  Y llevas sin desayunar toda la semana porque dices que los nervios por la boda te provocan náuseas.

-Lo siento...

-Prem, tú eres él omega, no me digas que no te has dado cuenta de lo que todo eso implica.

-¿Qué?

-Tienes todos los síntomas de estar embarazado.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora