Capítulo 22: Un poco más de esto

519 75 7
                                    

Hola!!! Será que podemos llegar a los quince votos??? Perdón por tardar, esta tarde estuve fuera de casa con mi mejor amigo.

Boun acostó cuidadosamente a Nang.  Buscó en la mesita el escucha bebés que ya casi no usaba, pero iba a cerrar con llave su cuarto.

Prem insistió en que quería darse una ducha y Boun entró con sigilo en su cuarto.  Echó el cerrojo y ya se dirigía a su cuarto de baño cuando el móvil vibró en su bolsillo

Miró furtivamente el nombre en la pantalla.  Era el de su padre.  Dejó que sonara.  Que dejara un mensaje en el buzón de voz.

Prem salió entonces envuelto en un albornoz que le quedaba grande.  Boun sonrió y se acercó a él.  Pasó los labios por su cuello y le deshizo el nudo del albornoz.

Éste cayó al suelo haciendo un ruido suave.  Prem no llevaba nada más.

-Por fin... solos y con una cama.

-He sido un caprichoso -Prem frunció los labios y Boun le besó.

-Aqui estoy para darte tus caprichos.  Pero vamos a dejar esos temas ahora...

-Dios, sí...

Boun se quitó la camisa lentamente, haciendo sufrir al omega, que comenzó a sudar.  Boun no quitaba la vista de su miembro, que iba creciendo y engrosándose cada vez más. 

-Vamos, esto es un castigo -protestó Prem quitándole el mismo el pantalón.  Boun reaccionó con posesividad y Prem notó la intensidad de la esencia del alfa, que le provocó la sensación de estar en una nube de placer.  Gimió cuando Boun le levantó y le colocó contra la pared.

Sus labios chocaron besándose con ansiedad.  Boun se detuvo un momento.

-¿Ya has pasado tu periodo fértil, verdad?

-Sí.  No uses nada.

Boun asintió.  Manteniendo a Prem sujeto a horcajadas le llevó hasta la cama y se dejó caer con él en la cama.  Durante un rato prolongó los besos.  Busco con el dedo y noto que Prem había provocado lubricación natural, pero fuera del celo y dado que solo lo había hecho una vez, podía ser doloroso.  Buscó a tientas, abrió el cajón y sacó un tubo de gel lubricante.

Él omega jadeó cuando abrió sus piernas y le dejó completamente expuesto.  Boun usó dos dedos para abrir un poco su entrada y aplicar el lubricante.  Prem le sostuvo del cuello y le suplicó que entrara en él.

Boun le hizo caso, murmurando a su oído que todo fuese por su placer.  Se abrió ante la penetración, rodeando con las piernas la espalda de Boun, sorprendido de que pudiese hacerse así, mirándose a los ojos.

Y era maravilloso ver los ojos de Boun fijos en los suyos.  Todo era maravilloso.  El olor, el sudor que les cubría, el ruido de sus respiraciones acompasándose y los gemidos de ambos.

-Eres ruidoso.  Cómo deseo que estemos solos del todo para que puedas gritar -dijo Boun justo cuando Prem se corría.  Él omega jadeó al notar como el alfa se corria dentro de él.

Se quedó agotado, respirando aceleradamente mirando el techo, cansado por todo lo que había sido ese día y por ese final tan maravilloso.  Escucho a Boun moverse.  Volvió con una toalla húmeda y le limpio alrededor de su entrada y su vientre.  También le limpio el miembro ahora flácido.

-Estás agotado.  Duerme.

-Pero tú...

-Voy a lavarme y vengo.

Prem asintió.  Boun le cubrió con el edredón y sonrió.  Se sentía satisfecho y pleno mientras las pestañas del omega se cerraban.  Las tenía hermosas y densas.

Se dio una ducha y sopesó si terminar el informe del trabajo o madrugar para hacerlo.  Lo había pospuesto para la cena con su omega y su hijo.

Finalmente pensó que prefería despertar abrazado a Prem y acabar el trabajo no le llevaba más de una media hora.

Mientras se abría el programa, volvió a ignorar una llamada de su padre.

Finalmente apareció un mensaje.

"Me han dicho que te han visto con un omega varias veces".

Le dio la vuelta.  Ya le respondería.  Al menos durante unos días más, quería que aquello siguiera siendo de los dos, antes de la vorágine de incluir a las familias.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora