El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 53: Asuntos de familia o asuntos de sociedad

Estos días he estado muy desanimada porque actualice Nekotherapy y La pureza de la perla y no han tenido lectores.  Tampoco me llegan notificaciones de mis novelas de esta era, solo de las antiguas que ya han quedado lejos en mí.  De todas maneras no pienso desanimarme.  Quiero escribir y seguiré haciéndolo.

El padre de Boun estaba haciendo llamadas de teléfono.   Gun nunca le había visto tan alterado como en esos momentos.

-Últimamente papá está cambiado.

-A mi también me lo parece.  Se mostró muy solidario y preocupado cuando dejé embarazado al padre biológico de Nang, pero creí que lo hacía por obligación.

-Yo no he ido al internado, precisamente porque podía ocurrir lo mismo pero siendo yo él omega.

Boun suspiró con fuerza.

-Educación en casa.  Con razón pareces un pajarito recién caído del nido.

"Tengo alguien que pone sus manos para frenar mi caída", pensó Gun, pero prefirió guardar un discreto silencio.

-Papá y mi madre se van a divorciar.

-¿Qué? -Boun apenas había tenido trato con la segunda esposa de su padre, pero llevaban juntos muchos años .

-Creían que no escuchaba nada, pero las paredes son finas.  Se casaron porque yo iba a nacer.  Papá siempre ha tenido dudas de si soy realmente su hijo, las cuentas no le cuadran.  Pero a mí siempre me ha tratado como a su hijo y una vez cuando mamá le gritó que si quería se haría la prueba del ADN, él se negó.

Boun guardó silencio.  Si había hecho eso solo había una causa posible:  estaba seguro de que Gun no era su hijo biológico y no quería saberlo.  Cuando Boun le contó que había dejado embarazado a un omega la prueba genética fue una condición que puso su padre.

"Porque no quería que un espabilado me atrapase con el viejo truco.  Eso ya le había pasado a él", pensó entonces y comprendió que en esos días estaba llegando a conocer a su padre, su familia y a sí mismo mucho más completamente que nunca antes.

Recordaba que su padre y su madre eran felices.  Recordaba cómo se miraban.

Recordaba estar en el internado y recibir una llamada.   Lluvia, olor a tierra húmeda, el rostro roto de su padre y su madre bajando para siempre en un ataúd hacia la tierra.

Y la mejor amiga de su madre, esa que siempre había estado ahí, asegurándole al viudo que no estaba solo.

Menos de un año después asistió a la fiesta de boda y pensó si su padre era incapaz de sonreír.  No le recordaba sonriendo.  Y el día libre que le dieron para conocer a Gun.

Gun, el hijo de la impostora que había ocupado el sitio de su madre y de un viudo que no había sido capaz de guardar el debido luto.

Siguiendo un impulso, abrazó con fuerza a Gun, a medida que las piezas encajaban en su mente.

-Lo siento mucho -dijo, y lo decía desde el corazón.  - siento no haber sido un buen hermano menor.

-Está bien.  Mamá ya se está mudando, al parecer papá ha conocido a alguien y se ha cansado de ser al que le son infiel.  Me fui de casa huyendo de todo eso y porque quería... ser más libre.

Al fin colgó la llamada. 

-Bueno, evidentemente han cometido ilegalidades y en eso están trabajando.  Pero el escándalo está en todo Internet y mañana en las revistas.  Boun, el reservado hijo de la familia dueña del holding empresarial más boyante de Tailandia, está enamorado y su pareja está embarazada.  Repite lo que hizo en el internado, así que no sabemos si este joven alfa será su esposo o no.

-Solo dicen mierda.

-El problema de esta mierda es que la gente lo cree.

-¿Qué podemos hacer? -Prem estaba apretando nervioso su sudadera.

-Salir y decir la verdad.  Esta noche haremos una rueda de prensa.

Prem se mareo un poco.  Boun le sujetó

-Necesito decírselo primero a mis padres.

-Iré con Gun a buscarlos -dijo Mark -saldremos por el garaje, no conocen nuestras caras.