Boun abrió la puerta de casa con la bolsa de las cosas que les había recomendado comprar el doctor en una mano y a Prem agarrado con la otra.Y se encontró una extraña paz.
Él y Prem entraron. Cerró despacio. Se acercó a la zona de los dormitorios. La televisión emitía un mensaje de Netflix preguntándole si seguía ahí.
Nang estaba dormido. A cada lado suyo estaban Mark y Gun, completamente agotados y dormidos.
Sintio algo cálido. Empezaba a formar una familia de verdad.
Cuando se dio la vuelta Prem estaba sentado en el sofá olisqueando la manta.
-Huele fuerte. Diferente. No a sexo, pero casi. Huele como cuando tú y yo nos abrazamos de ese modo... ya sabes.
-Creo que por ahora no deberíamos inmiscuirnos hasta que ellos mismos den el paso.
-Lo se. Dios, tengo el olfato mucho más sensible.
Boun se sentó a su lado, notando ese olor también.
-Sabes que el doctor dijo que no será fácil.
-Lo se.
-Prem... ¿estás...?
-Sí. Muy feliz. Nuestro amor es tan grande que ha creado dos vidas.
Boun le besó. Susurró contra sus labios que él también se sentía muy feliz.
-Pero Prem, escucha. Mañana empezará el torbellino de los trabajos, contarlo a la familia, empezar a acelerar la boda... pero hoy quiero que pienses solo en ti. El doctor dijo que no será fácil, que estos primeros meses tendrás muchas molestias y luego los bebés ocuparán mucho espacio y te harán sentir incómodo... no quiero que te lo guardes para ti. He contratado el seguro de 24 horas con atención a domicilio incluido. Y si solo necesitas mimos y un masaje de pies también estaré aquí.
-Boun...
-Dime.
-Ahora mismo estoy teniendo otros efectos. -apoyó la cabeza contra su entrepierna y se frotó.
-Demasiada gente en casa...
Prem hizo un puchero pero era cierto, y además se suponía que deberían ser una buena influencia para sus hermanos.
-Entonces quiero un poco de ramen y sopa de huevo y dormir
-Véte duchándote. Aplícate la crema anestésica en el trasero.
-Creia que me lo harías tú.
-Si yo meto un dedo en ese culo, te aseguro que no acabará solo con la aplicación del gel.
Prem se acostó después de ducharse, esperando que Boun llegara con la cena. Sacó su teléfono pensando en contárselo a alguien pero por algún motivo no tenía ningún amigo tan intimo como para contarle eso.
Se había centrado tanto en su negocio y en ser autosuficiente que apenas tenía algunos conocidos.
-¿Por qué estás tan serio? -Boun llegó- he tardado porque he aseado un poco a Prem y le he puesto el pañal que aún usa para dormir. Los otros dos angelitos no abrieron los ojos.
-Mañana se lo diremos a Nang.
-A todos. Ahora dime porqué estás triste.
-Me he dado cuenta de que en todos estos años todas mis amistades han sido superficiales. Tengo conocidos pero nadie a quien pueda decir mi mejor amigo para contarle lo de nuestros bebés.
-Ya los harás. Ahora come algo y olvídate de los problemas.
Prem obedeció con una sonrisa. Con Boun se sentía seguro y confiaba en todo lo que le dijese.
Boun se agachó y colocó el oído sobre su barriga, aunque sabía que era demasiado pronto.
-Hola, chiquitines. Soy papá Boun. Falta mucho para vernos pero estoy aquí.
Prem se rio cuando le besó la barriga.
-Besas a los bebés y no a mi.
-Ya sabes cómo acabaría eso. No quiero darle lecciones prácticas a los chicos.
Prem terminó de comer. Boun se lo llevo y volvió enseguida.
Se metió en la cama a su lado. Colocó la palma abierta en su vientre.
-Prem.
-Dime.
-Yo... no pude disfrutar para nada del embarazo de Nang. Quiero que todo esto sea distinto. Yo no soy uno de esos alfas que se desentienden. Quiero implicarme, disfrutar y sufrir contigo.
Prem le besó rápido.
-A dormir. Estoy notando algo duro contra mi cadera.
-A dormir. Malditos hermanos entrometidos.
Ambos se durmieron abrazados.
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El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||
FanfictionBoun es un alfa muy atípico. Padre soltero y un hombre de mucho carácter. Prem es un omega que sueña que algún día conocerá a un alfa que sea el hombre de su vida. La tienda de dulces que ha decidido abrir le traerá a alguien muy especial. Boun...