Capítulo 7: Visita informal, informacion confidencial

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Hola!!! Lo prometido, otro capítulo.  Diez votos para el siguiente.

Aún podéis dar ideas para la pareja secundaria, que decidiré para el próximo capítulo, probablemente.

Y podéis comentar lo que queráis, valoro mucho vuestros comentarios y votos.

Prem no había tenido tiempo para ver venir ni para prepararse para algo así.

En cuestión casi de horas, solo dos dias, había conocido a un alfa del que se había enamorado (sí, eso había pasado) y ahora lo tenía ahí, frente a él, lo que le hacía creer que quizá podía ser mutuo.

Se obligó a si mismo a no hacerse ilusiones y a su corazón a bajar las revoluciones a las que latía.

Notó un olor desconocido, entre dulce y picante, que provocó mayor nerviosismo en él.

-Pasad... estoy hecho un desastre.

-¿Necesitas medicamentos o algo?

-No -llevaba su pijama más cómodo y viejo y el pelo totalmente desastroso.

-Me dijeron que estabas enfermo.

-¿Te gusta mi dibujo?

Prem estaba abrumado.

Felizmente abrumado.

-Me encanta.  Es todo un honor que me hayas dibujado.

-Eres simpático.

En palabras de un niño de su edad, eso eran palabras mayores.

-Ven, te pondré un canal de dibujos animados, si a tu papá le parece bien.

Boun asintió y Prem condujo al niño a la sala de estar.  A la vuelta, Boun había servido el caldo de pollo con fideos en un bol.

-Toma.  Te sentará bien.  No se que te pasa, y respeto si no quieres decirlo.

En el aire flotó un "puede ser cosa de omegas" y Prem percibió que el alfa estaba avergonzado.  Eso le complació curiosamente, como un placer culpable.

-Gracias, pero solo estoy cansado y con un poco de resfrío.

-Nang tenía ese dibujo y... -Boun suspiró y dijo en voz baja y muy rápido - y a mí me apetecía verte.

Prem no pudo evitar sonreír.

-A mi también me apetecía verte.  Ha sido una agradable sorpresa.

-Supongo que ya que tienes quien te ayuda en la tienda, quizás este sábado podríamos... salir e ir a cenar.  Dios, lo siento si soy torpe pero nunca había hecho esto...

Prem frunció el ceño extrañado.  Boun adivinó su confusión.

-Oh, piensas en Nang... bien, te explico.  No sé muy bien lo que está pasando ni tengo muy claro las reglas o pasos que tengo que seguir, pero siento algo fuerte desde que te vi y tengo que ser sincero respecto a todo.  Desde el principio.

El corazón de Prem se saltó un latido.  Oh, Dios, Dios, Dios... lo que creía que estaba pasando estaba pasando y era mutuo.  Tanto que iba a hablarle de su hijo.

-Estudié en un internado y mi iniciación a la sexualidad no fue todo lo sana ni correcta que debió ser.  Tuve relaciones con muchos de mis compañeros, casi todos alfas, pero hubo un omega.  Debió calcular mal los días de su celo, el caso es que descubrió que estaba embarazado.  Me ofrecí a casarme con el, por supuesto, nunca pretendí eludir mi responsabilidad pero él no tenía la misma idea.  Me acusó de arruinarle un año de su vida y quería abortar, pero le pedí que no lo hiciera y me cediera la custodia en exclusiva de Nang a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero.

-Lo siento.  Pero a pesar de que se portara así, te ha dado a ese niño que es maravilloso.

-Nang era lo único que me importaba en mi vida.  Hasta hace un día y medio, cuando entre en esa tienda de dulces.

-Esta vez no estás confuso. - Prem sonrió - yo también lo siento.

-Quiero que sepas que actualmente no soy tan irresponsable con mi vida sexual.  De hecho es casi inexistente.  Y respecto a ti... si quieres contarme algo de alguna pareja puedes, pero no te sientas obligado.  No somos adolescentes y comprendo que todos tenemos un pasado y los omegas tenéis el mismo derecho que nosotros a divertiros.  Esperar que no hagáis nada hasta el matrimonio es muy egoísta por parte de los alfas.

-Bueno, en realidad no hay nada que contar.  Soy virgen.  Me reservo para mi alfa.... -Prem le clavó los ojos - ... y creo que está frente a mi ahora mismo.

Nang gritó algo desde la sala y ambos se dieron cuenta de que se habían ido acercando.  Boun estaba en un agradable shock.

-Creo que... quiero quedarme pero es tarde para Nang.

-Sí.

-¿El sábado?

Prem asintió.  Boun estaba muy nervioso.

Cuando se fue, se dejó caer en la cama y escondió la cara contra el cojín.

Estaba pasando.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora