El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 49: De alfas y tradiciones

El próximo capítulo será el 50 y calculo que estoy por la mitad!!!! Muchas gracias por estar ahí y si queréis algo especial para celebrar los 50 capítulos dejadlo en comentarios.

Prem parpadeó confuso.  Cuando se durmió, era aún media tarde. 

Se enrolló en el edredón medio dormido aún y se acercó a la puerta. Estaba cerrada.  Abrió un poco.

Varias miradas se dirigieron a él.

Gun y Mark estaban en el sofá y le miraron sonriendo.  Nang estaba entre los dos, jugando con unos coches de juguete en el suelo.  Le miró y gritó su nombre.

-Boun ha bajado a comprar comida.  Fui con Mark a recoger a Nang y vinimos.  Boun salió a abrirnos con el cabello mojado y nos advirtió de que no te molestáramos.  Y yo que creía que te sentías enfermo...

Se rio con picardía.  Mark no pudo evitar quedarse mirándole, nunca le había visto esa cara juguetona.

Quería verla pero sudorosa y bajo el.

-Huele raro.

-Nang, vamos al cuarto de baño.  -dijo Mark sintiéndose expuesto por sus feromonas - te bañaré antes de que llegue papá.  Dejemos que Prem se despierte, ha estado enfermo.

Prem le lanzó una mirada asesina y murmuró algo entre dientes.

Entró de nuevo en el cuarto.  Se quito el edredón tras buscar un pijama y se fue a la ducha. El si necesitaba un baño. Se encontraba deliciosamente pegajoso, sudoroso y lleno al olor de su alfa y del sexo.

Se lavó a conciencia, pensando en si usar algún inhibidor del olor como los que se usaban los días previos al celo pero no había consultado con el médico si eso podía ser perjudicial para los bebés.

Se echó perfume y se colocó una bata sobre el pijama. Dejó atrás la cama revuelta, cansado para hacerla, y volvió a la sala.

En ese momento se abrió la puerta y Boun le miró con una sonrisa cómplice.

-Traigo comida.  Ha sido un día agotador.

Prem le hizo una señal con los labios de que se callase, o volvería a emitir olor.

-Es más económico cocinar en casa, es un derroche comer siempre ya preparado. -protestó, más por romper el silencio incómodo. Gun, una vez sin Mark al lado, se veía un poco incómodo con la situación.

-Iré a poner esto en platos -dijo él omega más joven, recogiendo las bolsas.

-Tengo dinero de sobra -Boun se acercó a él.  Le besó suavemente en los labios - ¿cómo estás?

-¡Yo bien!  No debiste dejarme dormir tanto.

-Necesitabas descansar -le acarició el vientre - y yo he estado toda la tarde hablando con mis abogados y con mi padre, y luego adelantando trabajo, hoy no fui y sabes que tengo que supervisar todo.

-Tu cara está mejor pero el pómulo está algo inflamado.

-Estoy bien.

Mark volvió con un Nang limpio y feliz en brazos y Gun se acercó con la comida.

-¡Papá!

Boun se acercó a él y le tomó en brazos.

-Vaya, Mark, has resultado ser un buen canguro.

-Gun me ha ayudado mucho.

-Pues primera lección:  los alfas debemos ayudar con la crianza de los niños, y no delegar todo en él omega -guardó un breve silencio - me caes bien y te acepto como pretendiente de mi hermano, pero la decisión es suya.  Yo no soy tradicional, pero si le haces daño no te permitiré verlo más. -susurró.

Mark agachó la cabeza ante el alfa de mayor nivel al suyo.

-Muchas gracias por el permiso.  Y nunca le haría daño.

Boun le pasó el brazo por el hombro y sonrió, calmándolo.

-No he sido nunca un hermano mayor adecuadamente cercano, pero sé que eres alguien de corazón noble y puedo notar lo que hay entre vosotros.  Es más fuerte de lo que crees.

-¿Habrá más lecciones?

-Por supuesto.

-Entonces tendrás que decirme porque mi omega dormiría una siesta tan larga desnudo...

-No te enseñaré cosas sucias.  Y habla con respeto de tu hermano.

Mark volvió a mudar de expresión.  Boun se rió.  Iba a divertirse mucho con eso.  Al menos hasta que Prem le prohibiese intimidar a su hermano.

-Vamos a cenar.

Los adultos alargaron la cena y terminaron hablando de lo ocurrido.  Nang se durmió acurrucado contra la pierna de su padre.

-Los abogados dicen que respecto al tema de la custodia no puede hacer nada.  Firmó expresamente las renuncias y cobró a cambio.  Yo podría contra demandarle por soborno para darme la custodia de Nang.  Al parecer se ha casado con un matrimonio arreglado por sus padres con un viudo algo mayor que él y que tiene solo dos hijos omega, y quiere más hijos.  Él lleva dos años intentando quedarse embarazado y no lo logra.  Se enteró de que Nang y yo estábamos en Bangkok y luego supo que estaba enamorado y al parecer decidió culparme de sus malas decisiones.

Prem le sujetó la mano.

-Al menos no puede hacerle nada a Nang...

-¿Sabéis? Si realmente quisiera ver a Nang se lo permitiría.  Visitas controladas, claro.  Pero solo me odia desde que tuvo que tener a Nang.

Miró a su hijo protector.  Le había amado desde que había sabido de su existencia, como ahora a sus hermanos.

-Entonces no te puede hacer nada -Gun dijo en voz baja.

-Puede ir por mi reputación.  La empresa de nuestro padre es de las más conocidas y prestigiosas. Nunca voy a eventos de sociedad si puedo evitarlo, pero no es la primera vez que la prensa habla de nuestra familia.

-Eso no va a suceder porque no has hecho nada malo.  No vuelvas a perder los nervios como hoy y todo irá bien.

Prem apoyó la cabeza en su hombro.

-Estoy cansado -dijo Boun.  - la verdad es que quiero ir a dormir.  Mañana me espera un día de trabajo duro.  El sábado he vuelto a citar a las familias para comunicar la buena noticia.  A Nang se lo diremos antes.

-Mañana voy a empezar a buscar un salón de bodas y un templo que tengan libre cuanto antes. -añadió Prem.

-Y nosotros tenemos clase.  ¿Puedo quedarme, Boun? -preguntó Gun.

-Claro.  Y Mark también.  Tendréis el placer de estrenar la cama del cuarto de invitados.

Su mirada se cruzó con la de Mark y éste la desvió.

-Vamos a dormir.  No puedo más -dijo Prem, adormilado.

-Voy a llevar a Nang a su cuarto.  Tenéis baño y de todo en el cuarto de invitados.  Os llevaré un pijama.  No tardaré en ir.  Y hay que madrugar más de lo normal.  No tardéis en dormir.

Prem intentó no sonreír ante la incomodidad de los jóvenes.

Una vez más, cuando se dio cuenta Boun le estaba acostando en una cama con sábanas limpias.

-Te quedaste dormido en el sofá -dijo simplemente.  Le abrazó y le besó la nuca- buenas noches, amor.

-Buenas noches.

Se volvió a dormir con la mano de Boun sobre su abdomen.