Boun cerró la puerta de su despacho y suspiró. No volvería en unas semanas y luego tendría jornada reducida. Algunos hablaban a sus espaldas, pero no era nada que no hubiera vivido al decidir cuidar solo a Nang.
Y no iba a dejar a Prem solo con dos bebés.
Entonces, así como suceden las cosas malas, como un tsunami que arrasa sin piedad pueblos y gente, se desató el caos en su vida.
Su teléfono sonó y a la vez entró corriendo por la puerta la última persona a la que esperaba ver allí, perseguido por los guardias de seguridad.
-Talay... te había dicho que...
-No vengo a hacerte ni decirte nada malo. Se han llevado a Prem.
Boun se fijo en que Talay, su amante de juventud y padre biológico de Nang, tenía una brecha sangrando en la sien. Le hizo una señal a los guardias de seguridad.
-¿Qué sabes tú de Prem?
-Cuando me pediste que os dejara en paz, lo hice. Y lo siento mucho. Estaba desesperado. Pero ya te lo contaré. Yo trabajo en la tienda de ropa de boda. Prem fue a recoger todo y pidió un taxi. Cuando él y Nang estaban en él, me dieron un golpe y cuando desperté estaba en el suelo y el taxi había desaparecido. Habían dejado a Nang en el suelo y lloraba. Está con mi jefa. He llamado a la policía y he venido corriendo.
Boun miró su teléfono. Era Gun.
-¿Sí?
-Ya he terminado el examen, he llamado a Prem porque me sentía culpable por no haberle acompañado y no responde. Si está enfadado dile que...
-Ve a casa. Ahora.
Talay intentaba tomar aire. El golpe en la cabeza le dolía mucho. Se había jurado cambiar, otra vez, y otra vez había acabado haciendo daño a alguien. Pero él hacía meses que no seguía ni acosaba a la pareja. Trabajaba, estaba intentando dar forma a unos sentimientos que no controlaba y cuidaba de su hijo, mientras peleaba porque su padre le diera al menos el apellido. Se sentía como si cada vez que algo se acercaba a él, lo destruyera. Como si fuese un amuleto para causar daño.
-¿Cómo estás?
-Jin... ¿qué haces aquí?
-Me llamó tu jefa. Sabía que vendrías a avisar a Boun, en lugar de llamarme.
-Se han llevado a Prem. Me dijiste que lo cuidara cuando fuera por la tienda y se lo han llevado.
El padre de Boun le miró fijamente.
-Hay que encontrar a Prem. Y tienes que ir al hospital. No has hecho nada mal. ¿Dónde está Kai?
-En la guardería. Nang está en...
Levantó la vista. Boun tenía en brazos al niño. Había ido con su padre.
-Yo lo recogí. Vamos, cariño. Ahora lo primero es encontrar a Prem.
Talay se levantó y caminó con torpeza y algo mareado tras los dos alfas.
-Me debes una explicación -le dijo Boun a su padre.
-La tendrás. Ve a casa y coordina todo, he enviado a la policía y a un detective privado. Llevaré a Talay a curarse y a recoger a su hijo. ¿Puedo llevarlo conmigo a tu casa?
-¿Me pides permiso ahora para relacionarte con él?
-Es tu casa.
-Estare allí intentando no matar a Mark y Gun por dejarle ir solo.
Prem abrió los ojos. Su primer pensamiento fue muy incoherente. Tenía hambre. También le dolía la cabeza. Los bebés se removieron en su interior.
Le habían dado algo que lo había dejado inconsciente. En el taxi. No sabía quién, ni porqué.
-No te esfuerces en pensar quien ni porqué -una voz femenina le respondió - tu eres en definitiva un instrumento para la venganza.
Intentó aclarar la vista. La mujer era guapa, madura y le miraba con desprecio.
-Boun siempre ha sido mi piedra en el zapato. Mi hijo nunca estuvo a su altura. -era la ex mujer del padre de Boun - supongo que ya me recuerdas. Jen. Nos vimos una vez. Cuando Jin me dejó, perdí muchos privilegios, mucho dinero, todos me miraban por encima del hombro. Le había sido infiel. Decidí que iba a vengarme, a él y a su hijo perfecto. Gun además decidió irse con él. Ni siquiera es su hijo pero eligió irse con él. Ese inútil solo tenía que haber nacido alfa.
-Tranquila. Demasiada información -un hombre se acercó y la besó - fue una suerte que se cruzaran nuestros caminos. Alguien que odiaba a Jin y Boun tanto como yo.
-No entiendo...
-Soy Bock, el alfa que hizo un trato para casarse con ese Talay. Sus padres me ofrecieron una buena suma de dinero. No sabía que defecto tenía, hasta que parió un hijo que dice que es mío. Entonces supe que no era su primer parto y decidí investigar. Me sentí ridículo por todo lo que me habían ocultado. Decidí que todos iban a pagar por mi vergüenza. Desde Talay hasta Jin, que siempre me preguntaba cómo se encontraba. Cuando eche a esa zorra de casa, quise verle en la miseria. Y lo logré. Disfrutaba tanto viéndole sufrir como cuando le pegaba. Y entonces Jin volvió a ayudarle económicamente, a llevarle a una clínica cuando tuvo la crisis nerviosa que tanto me costó inducirle para que creyera que todo era culpa de Boun, y cada vez pasaban más tiempo juntos. Hasta que les vi. Amantes.
-Yo no tengo nada que ver en todo eso de lo que habláis.
-Sí lo tienes. Eres lo que Boun más ama. Su padre te adora. Talay no solo trabajaba, Jin le pagaba por controlarte cuando salías sin Boun para asegurarse de que no te pasaba nada.
-Todos ellos te protegen y te quieren. A un omega que es un simple dependiente.
-Te quieren tanto, a ti y a esos bebés.
-Para hacerles sufrir a todos, eres la víctima perfecta.
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El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||
FanfictionBoun es un alfa muy atípico. Padre soltero y un hombre de mucho carácter. Prem es un omega que sueña que algún día conocerá a un alfa que sea el hombre de su vida. La tienda de dulces que ha decidido abrir le traerá a alguien muy especial. Boun...