Capítulo 16: Despertar

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De verdad, perdón por tardar.  Mucho trabajo... diez votos y actualizo este fin de semana, promesa


Prem abrió los ojos.  Miró el reloj de la mesilla de noche, pero unos brazos le apretaron.

-No se que hora es pero seguro que demasiado temprano.

-Yo no tengo días libres. Aún no puedo permitirme tener a alguien que me de descanso un día a la semana, y no puedo cerrar la tienda.

-¿Y quien cerró ayer?

-No puedo pedir más favores a mi hermano.  Además, empezaría a preguntar y a quejarse y pedirme más dinero por no contar nada a nuestros padres.

-Al final se lo tendrás que contar.

Prem sonrió.  Cualquier otro hubiera sentido un ataque de pánico ante esa muestra casi arrogante de posesividad, pero si se había reservado para su alfa era porque le gustaba eso y sabía que cuando llegara, sería para siempre.  Boun no había sido tan paciente en sus pasiones, pero también tenía la clara y serena convicción que se siente al encontrar a tu omega.

-Déjame disfrutar de esto un par de días.

-Está bien.  -Boun se incorporo y le besó.  Prem notaba su peso sobre él - te haría el amor otra vez, pero además de que estarás dolorido me temo que tú olor...

-Maldito celo.  Al final si tendré que cerrar unos días.

-Y yo apartarme de ti, si no quiero que después de tanto esperar para encontrarnos vayamos a casarnos con un hermano para Nang en el horno. 

Prem se rio.  Boun se levantó, caballerosamente decidido a guardar la virtud de su omega.  Al menos de cara a los demás.

-Te echaré de menos estos días.

-Hay teléfonos. Y cámaras. 

-Pero ahora que por fin lo he hecho no sé si me bastará con eso.

Boun balbuceó ante esas palabras de Prem.  Se acercó y le besó otra vez.

-Tienes que irte ya.  Soy un alfa muy... o sea, no te voy a obligar a hacer nada que no quieras, nunca, pero... pero cada vez hueles más. 

-Está bien.  Me voy.  Vaya, hace un minuto me pedías que me quedara -Prem se rio con nerviosismo.  Boun le señaló un pequeño aseo.

-Date una ducha y te llamo un Uber.  No me fío de mí mismo si te llevo yo.  Ah, eh... se que eres un omega bastante emprendedor e independiente, pero busca alguien profesional que atienda tu tienda estos días, te haré una transferencia  -Boun le interrumpió -a lo mejor en otro momento soy yo quien te necesite, a partir de ahora somos dos.  Para lo bueno y lo malo.

Prem se acercó.  Le sujeto la mano.

-Comenzaba a creer que todo esto eran cuentos.  Esta conexión, y lo de que el celo se disparaba al conocer a tu alfa... tu olor también ha cambiado.  Picante, un punto floral.  Pero no eran cuentos.

-No.  Aunque a partir de ahora... yo haré que todo sea como has soñado.

-Y me dejarás cuidarte.  Yo también haré mi parte.

-De acuerdo.

-Boun...

-Dime.

-Ahora que eres mi alfa y que tienes que cuidarme...

-Sí.

-¿Puedes... darme algo más... un último... antes de no verte estos días? Sin correr riesgos.

Prem le dirigió la mano a su entrepierna.  Estaba dichoso como solo puedes estar cuando descubres el sexo, y cuando encuentras a esa persona que sabes que está para quedarse, y que no tienes que tener miedos ni rubores.

-Omega exigente -Boun emitió ese gruñido del alfa del que Prem tanto había oído hablar y sus zonas íntimas lubricaron más, su erección engrosándose bajo la palma de la mano del alfa.

Boun le sostuvo la espalda mientras le acariciaba con la palma abierta, y le besaba para ahogar sus gemidos.  No tardo mucho en derramarse en su mano.

Media hora después un Prem aún flotando mentalmente había abandonado la casa de Prem sin despertar a nadie.

El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora