El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 61: Sin vuelta atrás

A la hora de la cena, Boun se sorprendió a sí mismo al darse cuenta de que todo iba extraordinariamente bien.  Había trabajado desde casa, y su padre había ido a controlar cómo iba la tienda de Prem.

Habían enviado un comunicado resaltando que Boun nunca había sido asiduo de las fiestas y chismorreos de la sociedad.  Resaltando eso y que no querían hacer pública su vida privada, explicaban que hacía años que Boun había adoptado el papel de único padre de Nang cuyo otro padre había renunciado voluntariamente pero que sus abogados estaban dispuestos a llevar hasta el final el falso testimonio de este, lo que incluía una solicitud judicial para que no pudiese hablar de ellos en medios públicos

Habían añadido que ya estaban casados, que se habían comprometido en una ceremonia discreta y que planeaban la boda más organizaba.  También confirmaban que Prem se encontraba embarazado.

Si todo iba bien, en un par de días podrían hacer su vida normal.

Prem había vuelto a revisar con inusitada emoción templos y lugares que confeccionaban trajes tradicionales de boda para "situaciones extraordinarias", es decir, embarazos. 

-Hay trajes muy bonitos.  Había pensado esperar a que nacieran los bebés, pero estos trajes son casi más preciosos.

-Podemos hacer dos bodas, o tres o las que quieras -respondió Boun provocando gestos de burla de los demás.

-¿Has arreglado lo de tu negocio ya, papá?

-Sí, Gun, pero voy a quedarme de momento en Bangkok.  Ahora mismo en pleno divorcio es lo mejor. 

Gun pareció preocupado.  Era mayor de edad pero omega.  Si su alfa inmediatamente superior, es decir, su padre, le pedía que fuese a vivir con él tendría que hacerlo.

-¿Yo seguiré viviendo solo?

-La mitad del tiempo la pasas en mi apartamento -dijo Boun

-Gun, pase lo que pase te aseguro que nada va a cambiar.

Mark le miró y le sonrió.  Gun continuó comiendo aunque el divorcio de sus padres le ponía nervioso.

Tras la cena, Gun se retiró pronto.  Tenía que estudiar para un examen la semana próxima.

Mark entró en la sala donde estaban los demás.  Se atrevió porque estaba su hermano.  No estaba acostumbrado a estar con alfas adultos y además como los que estaban allí.

Prem le animó a sentarse a su lado.  Estaban hablando de cómo había ido todo.

-Debes estar tranquilo con el padre de Nang.  Está todo controlado.

-No le llames así.  No es su padre. -Boun parecía alterado como si ese fuese un tema que había causado varías veces discusiones familiares.

-¿Y cómo le llamo? ¿El que puso el útero? Te guste o no el forma parte de tu pasado.

Boun negó con la cabeza.  Prem le apretó el hombro.

-Aqui es donde llegamos siempre.  Ya se que yo era el alfa, pero él renunció.  Hay miles de omegas que deciden ser padres solteros y nunca se lo dicen al alfa.

-La diferencia es que los omegas van a estar casi un año de su vida apartados de muchas cosas.

-Aún así, le remuneramos bien.  No tiene derecho a pedir más.

Su padre guardó silencio.  Boun no sabía ni la mitad de lo que le había dado por guardar el secreto y por una extraña sensación de lástima y responsabilidad por lo que su hijo había causado.  Boun era muy joven para entenderlo cuando ocurrió. Así, tal y como había hecho con la madre de Gun cuando le dijo que esperaban un hijo tras un solo encuentro cuando el aún lloraba por su mujer, se había hecho cargo.

-Boun, lo importante es conseguir que todo el mundo quede satisfecho.  Por el bien de todos.

Entonces escucharon un golpe fuerte.

Gun quería acabar de estudiar pronto, para poder escurrirse en la cama de Mark.  Se moría por sus besos y quizás ahora que eran pareja oficial podría convencerle de avanzar más allá.

Sacó los papeles y carpetas y los colocó en orden.

Había un dossier negro con un símbolo.  Era de un buffet de abogados diferente al de su familia.  Abrió la carpeta.  El dossier era de una clínica de fertilidad y análisis relacionados.

La abrió con curiosidad.

Sin pensar que quizás ese era el peor error de su vida.

Esa carpeta la había metido en su bolsa por error esa mañana.  Era de su padre.  Eran unos análisis de ADN para prueba de paternidad.

No entendía para que quería eso.

Vio el resultado.