El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 64: Los tiempos

Boun estacionó en la clínica.  Gun leyó el nombre y le pareció irónico.  Ese era un lugar para parejas como la del matrimonio de Boun y Prem, gente que disfrutaba con las palabras de los médicos o buscaba el milagro de la paternidad.

No para chicos jóvenes e imprudentes al que un alfa superior llevaba para comprobar que no hubiese posibilidades de haberse quedado embarazado y dispuesto a ponerle anticonceptivos para prevenirlo.

Estaba molesto.  No sabía cómo explicarles lo dulce, lo preocupado, lo cuidadoso que había sido Mark.

-Tu novio no para de enviar mensajes para saber cómo estás. -dijo Boun.

Gun encogió los hombros.  Prem se volteó a mirarle.

-Tranquilo.  Sabemos que todo ha ido bien, pero es lo mejor.

Gun no respondió y salió del coche.

Se estiró mientras Boun le abría la puerta del coche a Prem. 

Cuando entraron en el edificio Boun se acercó y habló con alguien en recepción.  Varios asentimientos y sonrisas.

-¡Me acaban de confirmar que tienen una fecha libre en el Templo del Amor de Bangkok.  Es la sala de bodas más grande y prestigiosa.  Y tienen una fecha en tres meses y medio.

Gun le miró, un poco descolocado. Sus ojos se fueron al abdomen de Prem.  Vestido no se notaba nada pero esa mañana había visto como le enseñaba a su hermano que éste no estaba duro y firme, si no blandito y acelerando hacia un aumento de volumen.

-¿Qué pasa?

-Creía que eras muy tradicional.  Así que di por hecho que esperarías a que nacieran los bebés.

Prem sonrió y le tomó de la mano. Se sentó en un sofá, mientras Boun aún arreglaba temas administrativos en recepción.

-Gun, tienes que comprender que cada pareja tiene sus tiempos.  Tú quieres que respetemos y comprendamos tu relación con Mark. Y lo hacemos. Aunque tu hermano mayor ha pasado la noche muy preocupado.  Sabíamos que él no te dañaría intencionalmente, pero un alfa tan joven, sin experiencia sexual, con un omega también tan joven, podía volver las cosas un caos.  No sabemos hasta qué punto podría contenerse.  Y cuando encuentras a tu compañero, igual que tu mente cambia tu cuerpo se adapta y por instinto puede tener periodos de celo cortos e intensos o prepararse para la fertilidad.  Es pura biología.  Respetamos vuestra decisión, pero tienes que comprender que con vuestra juventud tenemos que velar porque podáis ser felices y a la vez seguir con vuestros estudios. 

-¿Qué tiene que ver eso con tu boda?

-Yo decidí esperar a mi alfa.  Y cuando llegó me entregue absolutamente y no me arrepiento de nada. Soy feliz con como se han acabado desarrollando las cosas.  Tengo un hijo adoptivo y dos en camino.  Estoy casado ante la ley y los dioses.  Ya hemos enviado el acta matrimonial al registro y mañana Boun va a emitir un comunicado.  Quiero casarme con una gran boda.  Siempre lo soñé y tú hermano me ha puesto todo para que tenga todo lo que deseaba.  Si, voy a hacer la fiesta de boda con barriga.  Los sastres adaptan los trajes.  Estamos casados. De hecho, nos pertenecemos desde que nos conocimos.  Desde ese momento ya estaba unido a él. Estoy muy orgulloso de mi relación y no me importa si alguien murmura porque tenga barriga en la boda. Solo quiero tener un día feliz con tu hermano, nuestras familias, nuestros amigos.  Y si alguien habla, no tengo oídos para ellos.

-Perdón.

-No necesitas pedirlo. Cualquier otro omega no se atrevería a hacer una boda grande en mi estado.  Cada pareja tenemos nuestro tiempo y nuestra manera.

-Lo entiendo.

-Y Boun y yo ya hemos tomado la decisión de que os guiaremos en cada momento de este camino.  Porque queremos lo mejor para vosotros.  Eso no quiere decir que os controlaremos.  Entiendo que quieras volver a tener sexo con tu  alfa -Prem sonrió un poco avergonzado - lo entiendo muy bien.  El embarazo revoluciona las hormonas y ese deseo también me llevo aquí.  Es normal.  Solo déjanos ayudaros.

Gun se sentía muy avergonzado por haber juzgado a otro omega cuando él mismo pedía que le respetaran.

-Vamos.  Anímate.  Ya nos van a llamar.  El médico es muy amable.

Gun se dejó caer en brazos de Prem.  Quería llorar.

-Está bien -dijo éste - todo va a estar bien.