El chico de la tienda de dulces||Completa|| ||BounPrem||Omegaverse||

Capítulo 57: Solos... o no

Gun estaba tapado hasta la barbilla.  No podía dormir.  Le habían dado un cuarto de invitados, pero él y su cuerpo eran plenamente conscientes de que muy cerca dormía Mark.

Se puso un pijama y revisó el contenido de la bolsa que le había dado Boun.  No es que fuera absolutamente inocente.  Había oído hablar a otros omegas, incluso alguna vez había visto películas subidas de tono en su laptop cuando sus padres salían a cenar.

Vació la bolsa.  Efectivamente estaba todo lo que Boun le había dicho pero algo más.  Un objeto que no entendía donde se ponía o como se usaba.

"En la farmacia me recomendaron ésto.  Es un dilatador anal, puedes ponerlo para que cuando tengas relaciones con Mark no sea tan doloroso".

Llamaron a la puerta y lo escondió todo bajo la colcha.

-Adelante.

Mark entró con una sonrisa.

-Hola... te echaba de menos.

-Llevamos todo el día juntos.

-Esta casa es tuya también.  Y sería muy hospitalario de tu parte invitarme a dormir a tu lado.

-¿Sólo dormir?

-Bueno, eso depende de ti, pero dado que no somos novios oficialmente pensaba darte algunos besos y jugar solo un poco.

-Está bien.  Pero... ve a ducharte.  Te espero acostado.

-Ya me he duchado -Mark se acercó.  A Gun le recordaba un tigre acorralando a su presa.  Con la excepción de que la presa estaba deseosa de ser devorada y su cuerpo estaba respondiendo.

-Necesito un minuto -todo lo que había escondido bajo la colcha se le estaba clavando en la espalda.

-Gun... tenemos una oportunidad de oro para estar juntos.  ¿Has conservado la cuerda bendecida?

-Por supuesto.

El peso de Mark sobre su cuerpo sería agradable si un dilatador anal no se le estuviera clavando en la lumbar.

-Gun... ¿quieres ser mi novio? Prometo ser el mejor alfa que puedas desear.  Se que somos jóvenes pero mira el ambiente, huele nuestro aroma.  Estamos predestinados.

Gun tragó saliva.  Mark había preparado a conciencia que fuera una noche perfecta y él estaba sufriendo por la maldita bolsa.

-Sí -dijo con un suspiro.

Mark se colocó sobre el, lo giró y la nueva postura resultó más cómoda para Gun.  Tanto que olvidó lo que había ocultado y se rindió a sus besos.  Mark acariciaba su cuerpo con delicadeza y él sonrió.  Estaba sintiendo cosas que nunca había sentido.

-Estoy un poco nervioso -confesó Mark- soy el alfa y debo cuidarte, pero yo tampoco he tenido relaciones sexuales antes.  Por eso pensaba que hoy podíamos limitarnos a...

Gun se incorporó y sin querer empujó algo con la cadera.  El suelo se llenó de los objetos que Boun le había dado.

Mark se incorporó y le miró sorprendido.

-Y yo no quería asustarte...

-No es cosa mía.  Es culpa de mi hermano.

Entonces escucharon la puerta de la calle.

-Creia que estaríamos solos los cuatro hasta la mañana...

-Y yo.

En un cuarto no muy lejano, un vigila bebés mostraba a Nang completamente dormido.

Prem estaba bocabajo, con una almohada en su vientre mientras Boun le masajeaba la espalda con aceite balsámico.

-Creía que la noche sería distinta...

-Y lo será.  No seas impaciente.

Prem suspiró.  Las manos de Boun se movían hábilmente sobre su espalda, apretando en los sitios correctos.  De repente Boun le abrió las nalgas y sonrió ante la obviedad de su excitación.

-Solo un poco más...

Colocó las dos manos en la parte baja de la espalda.  Buscó con sus manos hasta encontrar la parte que buscaba.  Apretó suavemente y masajeó una zona muy concreta.

-Boun...

-Es un masaje de próstata.  Confía en mi.

Prem estaba a punto de estallar de excitación.  Jadeó adivinando cómo se aproximaba el orgasmo, mientras Boun seguía masajeando y frotando su miembro duro y húmedo entre sus nalgas, sin entrar.

Notó como Boun se corría, notando el semen contra su entrada.  Se frotó contra el colchon y gritó de placer.

Boun se acostó a su lado .

-Ésto han sido solo los preliminares -dijo al fin cuando pudo respirar.

Entonces escucharon la puerta de la calle.

-¿No estábamos solos con los críos?

-Vamos a ponernos algo encima y rezar para que ellos estén vestidos -respondió Boun.