Todo comenzó el primer día de clases.
Llegaste a Villa Padua después que a tu padre le ofrecieran una generosa oportunidad de trabajo. Tuviste que dejar tu vida, tu casa y tus amigos, y mudarte al otro lado del país. No querías, claro que no, pero l...
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SILVER Madrugada del martes, 5 de octubre de 2021
No podía dormir.
Mi cabeza estaba demasiado ocupada generando conjeturas y mi estómago rugía. Eran las cuatro de la mañana cuando aparté las sábanas y acepté el hecho de que esa noche no dormiría nada. Me puse la bata de dormir por encima del piyama y salí de mi habitación. Bajé a la cocina con un cuaderno y una pluma, las cosas se estaban saliendo de control y me sentía como si todo el peso estuviera sobre mis hombros, así que decidí escribirlo todo.
No me molesté en reprenderme por agarrar tres panes en vez de uno o por echarle dentro todo lo que encontré en el refrigerador. Mis tripas se retorcieron y solo entonces recordé que una barra energética y una cola dietética había sido mi almuerzo y no tenía más nada en el estómago que una galleta de chocolate y la donna de vainilla que me dejó Logan.
Aunque puse todas mis fuerzas en no sonreír al recordarlo, fue inevitable.
Me abofeteé, y no en el sentido figurado de la palabra, me abofeteé con ganas, intentando reaccionar. No podía comenzar a ver a Logan como un amigo; no, él era la presa y yo él depredador. «Es amable porque no te conoce», me dije. «Es bueno porque no sabes lo que has hecho», me recordé. «Es agradable porque no tiene idea de que fuiste tú quien le arruinó la vida». Me estrujé la cara con las manos y le di un gran mordisco al pan.
Desbloqué mi teléfono y abrí mi cuaderno.
Releí los últimos mensajes de sexy-maya, enfocándome solo en las partes que marqué como importantes: «todo, absolutamente todo, pasa porque yo quiero», «ya sabes quién soy?», «eres tan tonta, lo tienes frente a ti y ni siquiera te das cuenta» y «nos vemos mañana en clase. no llegues tarde, te tengo una sorpresa»
Le di otro mordisco al pan y me atragante de gaseosa antes de agarrar el lápiz.
1.- El asesino va a Padua, posiblemente a mi clase
2.- Me odia a mí y a todos los A
3.- Está chantajeando a Nelson, a Hugo y a Yong. Chantajeó a Shaw y quizás también a Maya, a Milo y a Sofía, a esta última le dijo donde encontrar mi teléfono.
4.- Sabe nuestros secretos, pero ¿cómo?
Me quedé mirando la hoja mientras engullía el primer pan y agarraba el segundo.
Gente a la que le he hecho daño en Padua:
1.- Todos
Resoplé, frustrada. No existía un ser en el Padua que no me guardara rencor por algo.
Pasé la página y anoté las fechas de los asesinatos. Dejé el lápiz al lado del cuaderno y terminé de devorar mi tentempié de madrugada mientras trazaba puntos en mi cabeza y generaba una lista de sospechosos.
